Esperar y observar: la UE sigue con "prudencia" la situación en Siria
Los ministros de Asuntos Exteriores se dan cita este lunes en Bruselas con tres asuntos sobre la mesa: el apoyo a Ucrania, la discusión sobre nuevas sanciones contra los líderes políticos de Georgia, y la situación en Siria
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Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se han dado cita este lunes en Bruselas para la última reunión del año, que estará dominada por tres grandes asuntos: el apoyo a Ucrania, la discusión sobre nuevas sanciones contra los líderes políticos de Georgia, y la situación en Siria. Será la primera vez que los Veintisiete tengan una discusión amplia sobre la situación en el país después de que el régimen de Bashar Al-Assad colapsara rápidamente.
La discusión es compleja. Varias fuentes diplomáticas y europeas subrayan que lo importante ahora es esperar y ver cómo evoluciona la situación en Damasco con el nuevo régimen y el rol que jugará el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) en el nuevo orden. Una alta fuente europea ha subrayado en repetidas ocasiones que el objetivo del club comunitario es afrontar la situación “de una manera prudente pero dinámica”. Este fin de semana Kaja Kallas, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha acudido este fin de semana a Aqaba, la ciudad jordana en la que los socios de la región, como Jordania o Egipto, se están reuniendo con los americanos o, este fin de semana, con la jefa de la diplomacia europea.
La misma fuente europea explica que la “estrategia de la Unión Europea no ha cambiado” y mantiene la defensa de un proceso político liderado por Naciones Unidas. La discusión se produce en un momento en el que muchos Estados miembros están metiendo presión para aprovechar el cambio de la situación en Damasco. Bélgica, Alemania, Austria, Dinamarca, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Polonia, Países Bajos y Suecia han congelado las peticiones de asilo que están todavía en marcha, y Austria ha ido mucho más allá que el resto y ha ofrecido 1.000 euros a los sirios que quieran regresar a su país.
Una alta fuente europea ha explicado que tiene que haber diálogo con las nuevas autoridades sirias, incluso si el HTS está identificado por la Unión Europea como un grupo terrorista. La realidad es que en Bruselas no todo el mundo ve con malos ojos el HTS y hay un cierto voto de confianza, recordando que los sirios, que “son los que deben decidir”, han transmitido un abierto optimismo respecto al cambio de poder, por mucho que haya una importante dosis de prudencia. Es la hora del pragmatismo: aunque todavía no ha habido contactos con el HTS nadie niega en la capital comunitaria que se establecerán cuanto antes y que el objetivo es transmitir mensajes claros.
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El debate sobre las sanciones vigentes contra Siria, heredadas del régimen de los Asad, y la forma de resolver el dilema de legitimidad que implica dialogar con unas instituciones consideradas legítimas mientras se mantiene al grupo que las controla en la lista de organizaciones terroristas, son dos de los temas principales en la agenda de los ministros. Sin embargo, diversas fuentes consideran que aún es pronto adoptar decisiones concretas.
Pero hay una idea clara en todas las discusiones: la UE tiene que estar, porque la preocupación fundamental es tener al país lo más estable que sea posible. Siria es un auténtico polvorín, con Israel y Turquía jugando papeles muy activos, y la UE, el mayor donante desde hace años, quiere tener algo que decidir. No solamente hay un CAE este lunes sobre el asunto, sino que este martes Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, viaja a Ankara para discutir precisamente con uno de esos actores clave en el terreno sirio, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
Situación en Ucrania
Además, los ministros discutirán sobre la situación en Ucrania, especialmente en el marco de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y la estrategia que la Casa Blanca puede tener para intentar forzar a Kiev a aceptar un acuerdo de paz con el Kremlin. Varias fuentes diplomáticas han explicado que hay una discusión, más “conceptual” que práctica, sobre el hecho de que probablemente un escenario postbélico en Ucrania requiera de la presencia de tropas de los Estados miembros europeos sobre el terreno.
Esta semana un medio polaco ha publicado que París estaría planteando la idea de tener unas 40.000 tropas en una Ucrania posterior a un acuerdo de paz que requeriría de garantías de seguridad occidentales para Kiev, pero que Estados Unidos, especialmente bajo Trump, no da ninguna señal de querer proveer. En todo caso, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, advirtió contra estos debates prematuros durante un discurso la semana pasada.
"Veo en la prensa los debates sobre las garantías (de seguridad a Ucrania), la membresía de la OTAN sí o no, aceptar o no ceder partes del territorio ucraniano, y pienso que si yo estuviera sentado en el Kremlin y mi nombre fuera Vladímir Vladímirovich Putin estaría pensando que esto se mueve en la buena dirección y ni siquiera estoy negociando”, ha señalado. Este debate será uno de los elementos centrales del Consejo Europeo de diciembre que se celebra este jueves, y que será la última reunión formal prevista por parte de los jefes de Estado y de Gobierno antes de que Trump vuelva a la Casa Blanca.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se han dado cita este lunes en Bruselas para la última reunión del año, que estará dominada por tres grandes asuntos: el apoyo a Ucrania, la discusión sobre nuevas sanciones contra los líderes políticos de Georgia, y la situación en Siria. Será la primera vez que los Veintisiete tengan una discusión amplia sobre la situación en el país después de que el régimen de Bashar Al-Assad colapsara rápidamente.