Rumanía y Bulgaria entran en Schengen tras el fin del veto de Austria
Después de haber desaparecido los controles fronterizos en el caso de transporte aéreo, Viena levanta su veto al ingreso total de Rumanía y Bulgaria en Schengen
Y por fin, miembros completos de Schengen. Bulgaria y Rumanía, dos socios de la Alianza Atlántica (OTAN) y que ingresaron en la Unión Europea en enero de 2007, han logrado la luz verde del Consejo de la Unión Europea para formar parte de la zona Schengen, el área de libre circulación, a partir del próximo 1 de enero de 2025. Ya se sabía que habría una luz verde este mismo jueves durante el Consejo de Justicia e Interior de la Unión Europea después de que Viena anunciara que ya no se oponía, lo que numerosas fuentes diplomáticas celebraron como el final de una anomalía.
Ya solamente quedan dos Estados miembros que no forman parte de Schengen: la República de Irlanda, que obtuvo un opt-out que le permite no ingresar, y Chipre, un país dividido por la mitad y que todavía no ha ingresado en la zona de libre circulación.
La entrada de ambos países balcánicos llega en un momento muy delicado para la zona Schengen, inaugurada en 1995 después de acordarla 10 años antes en el pequeño pueblo luxemburgués que lleva ese nombre. A partir de la crisis migratoria de 2015 y 2016, la zona de libre circulación ha sufrido continuos reveses, como los controles establecidos durante la pandemia de coronavirus.
Ahora, un buen número de Estados miembros tienen controles fronterizos haciendo uso de cláusulas que les permiten establecerlos para hacer frente a retos puntuales, pero que acaban siendo utilizadas para justificar controles casi permanentes. El último gran país en unirse a estos controles ha sido Alemania a raíz del atentado terroristas de Solingen el pasado verano.
Ambos países balcánicos habían obtenido ya un acuerdo para ingresar parcialmente en Schengen en marzo, cuando se eliminaron los controles fronterizos en los aeropuertos, después de que en diciembre de 2023 se alcanzara un acuerdo político para poner fin a lo que ya todo el mundo en Bruselas consideraba una anomalía. En octubre, la anterior comisaria de Interior, Ylva Johanson, recomendó al Consejo que se diera el siguiente paso y se eliminaran también los controles fronterizos.
"Los ministros de Interior acaban de adoptar la decisión de levantar los controles fronterizos terrestres con Bulgaria y Rumanía a partir del 1 de enero de 2025. Una gran victoria para Bulgaria, Rumanía y toda Europa", ha escrito la presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea, que finaliza el 31 de diciembre.
El problema migratorio
Todavía no habían entrado en Schengen por el veto que presentaba el Gobierno austriaco, que pedía a Bucarest y Sofía que hicieran más esfuerzos para frenar el flujo migratorio hacia las fronteras del país centroeuropeo. “Sin este veto no se habría producido esta reducción masiva de los cruces fronterizos ilegales”, ha asegurado esta semana Gerhard Karner, ministro federal del Interior de Austria.
No habían entrado en Schengen por el veto de Austria, que ls pedía que hicieran más esfuerzos para frenar el flujo migratorio hacia las fronteras
Según Viena, el año pasado se produjeron 70.000 cruces fronterizos de inmigrantes y este año solamente se han registrado 4.000. Austria forma parte de ese grupo de países alejados de la primera línea de la ruta migratoria cuya obsesión es evitar los conocidos como “movimientos secundarios”, es decir, que un inmigrante que llega a un país de primera línea de la Unión Europea, como son España, Italia, Grecia o Bulgaria en el caso de su frontera con Turquía, se traslade a otro país en la Unión Europea.
La Comisión Europea se ha tenido que volcar con ambos países, creando un “marco de cooperación” con Sofía y Bucarest. Bruselas trabajó con ambos países para crear protocolos rápidos de asilo y retorno de inmigrantes irregulares sin derecho a permanecer en la Unión. “Ambos países seguirán apoyando los esfuerzos europeos conjuntos para abordar la seguridad de la UE en las fronteras exteriores de la UE y hacer frente a los retos migratorios. La Comisión también seguirá ofreciendo apoyo financiero y asistencia de Frontex a ambos Estados miembros”, ha señalado el Ejecutivo comunitario en una nota de prensa.
“Hoy es un día de alegría para todos los búlgaros, rumanos y para toda nuestra Unión”, ha celebrado en un comunicado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. “Ambos Estados miembros se incorporarán plenamente a la mayor zona de libre circulación del mundo. Esto es importante para todos nosotros, ciudadanos y empresas europeas. Juntos cosecharemos los beneficios de una Unión más fuerte y mejor conectada”, ha asegurado. La Comisión Europea ha añadido que el ingreso de Rumanía y Bulgaria en la zona Schengen “fortalece el mercado interior y aumenta los viajes, el comercio y el turismo”.
Y por fin, miembros completos de Schengen. Bulgaria y Rumanía, dos socios de la Alianza Atlántica (OTAN) y que ingresaron en la Unión Europea en enero de 2007, han logrado la luz verde del Consejo de la Unión Europea para formar parte de la zona Schengen, el área de libre circulación, a partir del próximo 1 de enero de 2025. Ya se sabía que habría una luz verde este mismo jueves durante el Consejo de Justicia e Interior de la Unión Europea después de que Viena anunciara que ya no se oponía, lo que numerosas fuentes diplomáticas celebraron como el final de una anomalía.
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