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Empiezan a surgir detalles del intento de golpe de estado 'más chapuza' de Corea del Sur
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El fin del presidente

Empiezan a surgir detalles del intento de golpe de estado 'más chapuza' de Corea del Sur

"El día 9 recibí un aviso de que el ejército envió un dron sobre Pyongyang en octubre pasado y que esto fue bajo instrucciones del exministro de Defensa Nacional Kim Yong-hyun”

Foto: Una protesta en Seúl para pedir la destitución del presidente surcoreano Yoon (EFE/Jeon Heon-kyun)
Una protesta en Seúl para pedir la destitución del presidente surcoreano Yoon (EFE/Jeon Heon-kyun)
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En Corea del Sur, un país que combina ciudades inteligentes del siglo XXII con zonas rurales que se empiezan a repoblar de urbanitas hartos de los neones, parece difícil tirar un papel al suelo sin dejar rastro del “delito”. En la capital, Seúl, considerada un epicentro mundial de la tecnología, hay alrededor de 1,5 millones de cámaras grabando todo lo que pasa en sus calles. Hay incluso ciudades como la ultramoderna Songdo, una localidad levantada hace 15 años para vivir en el futuro, donde la domótica urbana controla todo, desde el tráfico a la energía que se consume en las casas.

En ese escenario futurista cabría pensar que un intento de golpe de Estado como el ocurrido el 3 de diciembre se planificaría al detalle, sin dejar rastro, y usando altas capacidades tecnológicas. Pues no. A medida que se van conociendo detalles de lo ocurrido, el autogolpe parece una chapuza en la que los que urdieron la idea creyeron que podían engañar a un país con un plan descontrolado desde el inicio, en el que se intentó usar el comodín del Corea del Norte.

En todo caso, a tenor de lo que ha declarado esta misma mañana Han Dong-hoon, líder del gubernamental Partido del Poder Popular, el presidente Yoon Suk-yeol parece tener las horas contadas. “Los deberes del presidente deben restringirse rápidamente y suspenderse mediante el proceso de impeachment. Nuestro partido debe apoyar el impeachment”, ha declarado. Será previsiblemente por votación primero y, se especula, que podría ser por detención policial después, que el mandatario dejará el cargo. Todo esto, sin embargo, después de que fracasara una moción de censura inicial.

Y es que nadie podría haber definido mejor el despropósito que ha sido todo que el propio creador del plan.

El aún presidente coreano, Yoon Suk-yeol, ha hecho una declaración oficial en la que ha dicho: “¿Qué clase de insurrección dura sólo dos horas? ¿Es una insurrección enviar sólo un puñado de tropas para mantener el orden?”. El público coreano ha escuchado atentamente las explicaciones de su aún mandatario, que mantiene que pretendía “salvar al país” de los partidos “antiestatales que lo paralizan”, con la única duda de si lo que Yoon lanzaba era una pregunta o una respuesta.

Foto: Fans del grupo coreano de K-pop BTS. (EFE/Julien Mattia)

Podría ser hasta cómico todo si no fuera porque el dislate ha puesto en riesgo la estabilidad de un país que vive desde hace décadas en el epicentro de un volcán siempre por estallar de nuevo. El propio exministro de Defensa coreano, Kim Yong-hyun, detenido tras el intento de golpe, ha intentado suicidarse. “A última hora del martes, pocas horas antes de que un juzgado emitiera una orden para su detención formal, el exministro de Defensa, que había sido detenido de urgencia el fin de semana, se trató de quitar la vida antes de que funcionarios del centro de detención Dongbu de Seúl lo impidieran”, explica Efe.

¿Qué consecuencias tendrá todo?

¿Qué sucedió el pasado 3 de diciembre en Corea del Sur? Van saliendo poco a poco informes, que en todo caso hay que coger con pinzas -ya que hay multitud de intereses ahora mismo en juego-, que dibujan una chapuza descomunal. Varios medios apuntan a la teoría de que se buscaba una escalada de tensiones con los vecinos del norte para justificar la medida extrema de la ley marcial.

La tesis se sustenta en las declaraciones del que fuera hasta hace poco miembro del Gobierno. “El día 9 recibí un aviso de que el ejército envió un dron sobre Pyongyang en octubre pasado y que esto fue bajo instrucciones del exministro de Defensa Nacional Kim Yong-hyun”, ha declarado Park Beom-kye, exministro de Justicia entre 2021 y 2022, según publica la agencia surcoreana Yonhap News.

Foto: Jóvenes en Corea del Norte firman peticiones para enlistarse en el ejército. (KCNA)

El dron, del que se informó en los medios ya en octubre y que parece que lanzó propaganda sobre Corea del Norte, acabó entre las ramas de un árbol sin provocar la respuesta ansiada que detonara un conflicto local. Seúl contestaba al reiterado lanzamiento de globos con basura que lanzaban sobre su espacio aéreo sus vecinos del norte desde hace meses. El dron del sur acabó como los globos del norte, generando sólo algo más del acostumbrado ruido.

Eso enfureció supuestamente a los máximos dirigentes surcoreanos, que buscaban coartadas para actuar. “El ministro Kim atacó verbalmente al almirante, Kim Myung-soo, jefe del Estado Mayor Conjunto, por rechazar una orden de atacar los sitios de lanzamiento de globos de basura de Corea del Norte. ‘Deshagámonos de este incapaz’, alegó Kim durante el enfrentamiento”, explica The Korea Times.

El almirante habría hecho caso omiso de la “sugerencia” justamente para evitar una desproporción en la respuesta que pudiera acabar en el inicio de una reyerta de consecuencias imprevisibles, lo que parece que pretendían sus superiores.

El resto del “cutre golpe” es ahora más o menos conocido, aunque siguen saliendo nuevas informaciones del caos que durante algunas horas vivió el país con aquellos diputados que pararon la asonada enfrentándose a los soldados con extintores. Sus señorías, además, tuvieron el apoyo de informáticos que se colaron en la rodeada Asamblea para poner en marcha el programa informático que permitió la primera votación que tumbó la ley marcial y con ello el intento de golpe. Extintores y drones parecen un extraño cóctel para un cambio de régimen en una de las consideradas democracias más avanzadas del globo.

Foto: El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol. (EFE/Oficina de la Presidencia de Corea del Sur) Opinión

¿Por qué el Ejército no impidió la entrada de los parlamentarios? Hay diversas teorías. Se ha hecho muy popular la publicación de la grabación de una llamada de un padre a su hijo soldado movilizado. “Protege a los miembros de tu escuadrón y, sobre todo, tu propia vida. Ya sabes lo aterrador que puede ser el ejército durante la ley marcial. Pase lo que pase, no dañes a los civiles”, le pidió el progenitor a su vástago.

Sin embargo, pese a las voces que aseguran de que se dio la orden de permitir el acceso y, por tanto, no se intentó socavar el poder legislativo, un coronel de las Fuerzas Especiales desplegadas aquella noche, Kim Hyeon-tae, ha afirmado que sí hubo orden desde el Ministerio de Defensa de detener a los parlamentarios. Con lágrimas en los ojos, el militar declaró ante los medios que “los soldados de mi unidad son víctimas que fueron utilizadas por el exministro de Defensa, Kim Yong-hyun. Con gran pesar, pido disculpas profundamente al pueblo de Corea. Puse a mis tropas en peligro. Si hubiera dado una orden tan incompetente durante el combate, toda la unidad habría muerto”.

Sigue por tanto el culebrón surcoreano, en el que se suceden la cadena de dimisiones y arrestos entre algunos altos cargos de las Fuerzas Armadas, ante un presidente acorralado que busca un desesperado enroque. Son múltiples las voces que exigen su destitución ante el riesgo que supone que siga al frente del país: “Después de que se detectaran drones sospechosos en el cielo sobre Pyongyang a principios de octubre, Corea del Norte emitió una severa respuesta el 13 de octubre, colocando unidades de artillería a lo largo de la línea de armisticio listas para abrir fuego. Si Corea del Norte hubiera cometido un error de cálculo en ese momento, podemos suponer que Yoon habría declarado inmediatamente la ley marcial y habría acorralado a los políticos del partido de oposición. Por eso no podemos dejar la autoridad sobre el Ejército en manos de Yoon”, pide en su editorial el medio surcoreano de corte progresista Hankyoreh.

Según una encuesta de la empresa Realmeter, un 75% de los coreanos apoya que el presidente Yoon dimita o se le aplique el impeachment. Él parece agarrarse con uñas y dientes a una poltrona que él mismo ha hecho volar por los aires con un plan enloquecido que, previsiblemente, va a acabar con él. ¿Le queda algún as en la manga?

En Corea del Sur, un país que combina ciudades inteligentes del siglo XXII con zonas rurales que se empiezan a repoblar de urbanitas hartos de los neones, parece difícil tirar un papel al suelo sin dejar rastro del “delito”. En la capital, Seúl, considerada un epicentro mundial de la tecnología, hay alrededor de 1,5 millones de cámaras grabando todo lo que pasa en sus calles. Hay incluso ciudades como la ultramoderna Songdo, una localidad levantada hace 15 años para vivir en el futuro, donde la domótica urbana controla todo, desde el tráfico a la energía que se consume en las casas.

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