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¿Quién teme al lobo feroz? Cómo al final ha sido Rumanía quien dio la sorpresa en la UE
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ELECCIONES EN RUMANÍA

¿Quién teme al lobo feroz? Cómo al final ha sido Rumanía quien dio la sorpresa en la UE

Tras dos semanas de incertidumbre, el 8 de diciembre se celebra la segunda vuelta de las presidenciales rumanas

Foto: El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. (Reuters/Andreea Campeanu)
El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. (Reuters/Andreea Campeanu)

Tras conocerse los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía, el 24 de noviembre, decenas de estudiantes, con banderines de la Unión Europea y carteles contra “el muñeco de Putin”, se congregaron en la plaza de la universidad de Bucarest, coreando: 'Jos fascismul' ('Abajo el fascismo'). Las protestas, minoritarias, se han sucedido durante varias noches en el centro de la capital, contra la victoria sorpresa que ha permitido pasar a la segunda vuelta al candidato independiente ultranacionalista Calin Georgescu, de retórica anti-OTAN y nostálgico de legionarios.

placeholder Universitarios rumanos se manifiestan en Bucarest. (Lola García-Ajofrín)
Universitarios rumanos se manifiestan en Bucarest. (Lola García-Ajofrín)

“Entonces fue nuestro turno, ahora le toca a su generación manifestarse”, afirmaba una pareja, entre el tumulto, que había ido a acompañar a su hijo de 19 años. Hacían referencia a que su generación fue la que salió a las calles contra Ceaucescu. Andrei, otro de los manifestantes, explicaba a El Confidencial que teme que se desmantele “todo lo conseguido desde la caída del Comunismo en 1989”. Aunque entiende que para alguien que vive en una zona rural, “que no tiene acceso a la educación, ni perspectivas, ni oportunidades decentes”, enumeró, “quiera rebelarse y votar por un desconocido que se hace pasar por algo en las redes sociales”. Otras personas, como Diana, están desilusionadas con las dos papeletas a las que optarán el domingo: “Siento que tenemos que elegir entre el neoliberalismo y el nacionalismo y por eso estoy frustrada”.

Este domingo, 8 de diciembre, se celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía y se pone así fin a dos semanas de incertidumbre, en las que incluso hubo recuento de votos; se discutió sobre si prohibir TikTok y que algunos analistas consideran una de las mayores crisis desde la caída del comunismo en Rumanía. Todo ello, con elecciones parlamentarias entre medias.

placeholder Un cartel de la líder del partido Unión Salva Rumanía y candidata presidencial Elena Lasconi. (EFE/EPA/Robert Ghement)
Un cartel de la líder del partido Unión Salva Rumanía y candidata presidencial Elena Lasconi. (EFE/EPA/Robert Ghement)

Los rumanos deben ahora elegir entre la expresentadora de televisión, Elena Lasconi, del partido Unión Salvar Rumanía (USR), con un programa liberal y continuista en política exterior, que se convertiría en la primera presidenta de Rumanía, y el independiente ultranacionalista Calin Georgescu, que podría llevar al país a un escenario desconocido y distanciarse de su actual trayectoria euroatlantista. Dentro y fuera de Rumanía, muchos se hacen la misma pregunta: ¿Y si gana Georgescu?

Jefe de las FFAA, "pero sin la llave de los presupuestos"

En Rumanía, el Presidente representa al Estado y es el garante de la independencia nacional, de la unidad y de la integridad territorial del país. Aunque el poder ejecutivo está principalmente en manos del primer ministro y su gabinete, la figura del presidente ejerce influencia significativa en política exterior, defensa y seguridad nacional. El Presidente de Rumania es además el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y preside el Consejo Supremo de Defensa Nacional. Por lo que en la práctica, si Georgescu gana, todo dependerá del apoyo que tenga.

Entre la primera y la segunda vuelta de las Presidenciales, Rumanía celebró el pasado domingo elecciones legislativas, en las que venció el Partido Socialdemócrata (PSD) y, “es probable que el próximo primer ministro sea del Partido Socialdemócrata o alguien a quien el Partido Socialdemócrata respalde”, explica el analista político rumano Radu Magdin de Smartlink. “No hay que olvidar que Rumania es una república semipresidencial”, añade Magdin, “por lo tanto, el gobierno puede contener e incluso suspender a un presidente, en el momento adecuado”.

placeholder El candidato independiente de extrema derecha rumano Calin Georgescu deposita su voto. (EFE/EPA/Robert Ghement)
El candidato independiente de extrema derecha rumano Calin Georgescu deposita su voto. (EFE/EPA/Robert Ghement)

Magdin matiza que el presidente rumano “es más débil que el francés”, por ejemplo, y “es bastante similar al polaco”, puesto que dirige los Asuntos Exteriores, la Defensa y nombra a los miembros del sistema judicial y de los servicios de inteligencia, “pero no tiene la llave de las políticas públicas y el presupuesto”. “Ese es un honor que corresponde al próximo primer ministro”, aclara. Por lo que si Georgescu gana las elecciones, “queda por ver si enviará señales de normalización", continúa Magdin, “de lo contrario, le resultará difícil implementar casi nada de su agenda”.

Consecuencias regionales en la orilla del mar Negro

De momento, la irrupción de Georgescu en la segunda vuelta no solo ha hecho sonar las alarmas en Rumanía, sino también en Bruselas, donde temen que el hasta ahora aliado europeísta se sume al eje rupturista del centro y este europeo. Si gana el candidato de extrema derecha, Rumanía podría unirse al bloque de la Hungría de Viktor Orbán, la Eslovaquia de Robert Fico, y la posible República Checa de Andrej Babis del partido populista ANO, que puede que reemplace a Petr Fiala como primer ministro en 2025. En el club también se encuentra, en el sureste de Europa, Aleksandar Vucic, presidente de la candidatura de la UE, Serbia, que mantiene lazos con Moscú y no adoptó sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania.

A Georgescu se le atribuye una posición contraria a la OTAN, que, tras su victoria en la primera vuelta, ha matizado: “Nunca dije esto, pero dije que quiero negociar y anteponer el interés nacional”, afirmó en nota de prensa. “No podemos aceptar nada, todo debe negociarse en beneficio del pueblo rumano”. Gran parte de su campaña también se basa en el proteccionismo de la economía rumana frente a la dependencia de las multinacionales.

“Un conejo en una carrera de perros"

El general Ștefan Dănilă, exjefe de Defensa de Rumanía, se muestra prudente: “Yo no tengo pruebas para declarar que el Señor Georgescu tiene conexiones con Rusia”, afirma a El Confidencial, y explica que, de momento, el mensaje de las autoridades rumanas no ha sido una advertencia sobre el candidato, “sino una acusación contra las prácticas de TikTok”, donde hizo campaña. Varias ONG rumanas solicitaron a la Comisión Europea que investigue si los candidatos usaron correctamente las redes sociales. El 4 de diciembre, el gobierno rumano desclasificó documentos de los servicios secretos sobre la actividad de Georgescu en redes sociales, con un entramado de usuarios movilizados para su campaña, en la que habría invertido unos 361.000 euros en TikTok.

Dănilă recuerda que si hubiera habido indicios claros de sus vínculos con Putin lo hubieran suspendido como se hizo anteriormente: “El Tribunal Constitucional rumano eliminó a un candidato hace dos meses por simpatías y vínculos con Rusia. ¿Por qué no al señor Georgescu?”, lanza. Dănilă se refiere a la decisión del Tribunal Constitucional rumano que rechazó la candidatura de la controvertida Diana Șoșoacă, cuya salida de tono incluye haberse presentado en el Parlamento Europeo con un bozal, y con un claro discurso anti-OTAN. La candidatura de Șoșoacă fue rechazada porque, según los jueces, sus convicciones no eran compatibles con los valores de la democracia, y si hubiese llegado a ser presidenta, pondrían en peligro la pertenencia de Rumanía a la UE y a la OTAN. Para Dănilă, “el señor Georgescu parece más un conejo en una carrera de perros que un conejo con una zanahoria delante”, añade.

"El señor Georgescu parece más un conejo en una carrera de perros que un conejo con una zanahoria delante", afirma el General Danila

Lo que sí podría ocurrir, si gana Georgescu, continúa Dănilă, es que Rumanía quede aislado en las instituciones europeas, “con una situación parecida a la Hungría”. “Algunos líderes europeos podrían evitar cualquier reunión con el señor Georgescu, y podrían aislarlo durante las reuniones oficiales”, explica. Dice que, de esta manera, “[el presidente] tendría un campo limitado para negociar o promover los intereses de Rumanía”.

placeholder Un cargamento de maíz ucraniano en la empresa de operaciones portuarias de Constanza. (Lola García-Ajofrín)
Un cargamento de maíz ucraniano en la empresa de operaciones portuarias de Constanza. (Lola García-Ajofrín)

Rumanía, con 19 millones de habitantes, el sexto mayor en población de la UE –algo que a menudo se olvida—, es de suma importancia para la Unión y para la OTAN. Por su situación geográfica, se ha convertido en un socio cada vez más estratégico. Es vecina de Ucrania y un centro importante para el suministro de armas occidentales. En septiembre se convirtió en uno de los pocos países que han aceptado donar un sistema de misiles Patriot a Ucrania. Rumanía entrena a pilotos de combate ucranianos y sus puertos desempeñan un papel crucial en el tránsito del grano ucraniano, contribuyendo a más del 60% de la cantidad transportada, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores rumano. “Estamos asegurando la entrada de la OTAN al Mar Negro, que durante mucho tiempo ha sido considerado un mar ruso”, escribió en su cuenta de X, el eurodiputado verde rumano Nicolae Stefanuta.

En cuanto a Ucrania, la postura de Georgescu que, en 2022, dijo que era “un estado inventado” concuerda con la de cada vez mayor número de rumanos, “en cuanto el miedo a la guerra, el desagrado al desagrada el presidente Zelensky, y la presencia de los refugiados no le gustan a muchos”, segura Dănilă. En 2024, un 55% de los encuestados rumanos consideraba a Rusia como el principal culpable de la guerra en Ucrania, según una encuesta de GLOBSEC Trends 2024, esto supone un descenso de 10 puntos porcentuales respecto a 2023. La relación histórica entre los dos vecinos, Rumanía y Ucrania ha sido compleja y, en algunos periodos, tensa, debido a cuestiones territoriales y el trato de las minorías.

¿El 15-M rumano? Hartazgo y abandono

En el centro de Bucarest, Cosmin y Delia, de 21, dos universitarios y amigos, explican a El Confidencial que votaron por Lasconi en la primera vuelta. Volverán a hacerlo en la segunda. “Es la mala entre dos cosas muy malas”, dice Delia, de melena morena y aro en la nariz. Explica que se informan sobre política en redes sociales: “Instagram, TikTok y pódcast…”. Sus padres, sin embargo, votarán diferente: “Piensan que Georgescu va a cambiar el país para mejor y que es muy patriótico, yo no lo creo”.

El hecho de que dos millones de rumanos hayan votado por Georgescu ponen de manifiesto la indignación rumana. Para la manifestante Diana, “incluso si Calin Georgescu no gana”, que haya recibido tantos votos, es síntoma de la situación del país. Critica que, en las ciudades, “el salario mínimo equivale al coste del alquiler”. “La situación es muy mala, gane quien gane”, añade. Una cifra significativa es que en este país de la UE, hay más de 3 millones de personas sin váter en casa.

Tras conocerse los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumanía, el 24 de noviembre, decenas de estudiantes, con banderines de la Unión Europea y carteles contra “el muñeco de Putin”, se congregaron en la plaza de la universidad de Bucarest, coreando: 'Jos fascismul' ('Abajo el fascismo'). Las protestas, minoritarias, se han sucedido durante varias noches en el centro de la capital, contra la victoria sorpresa que ha permitido pasar a la segunda vuelta al candidato independiente ultranacionalista Calin Georgescu, de retórica anti-OTAN y nostálgico de legionarios.

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