El presidente de Corea del Sur da marcha atrás a la ley marcial tras el rechazo del Parlamento
El presidente del país, Yoon Suk Yeol, justificó la medida como necesaria para "proteger el orden constitucional liberal" y para "erradicar las fuerzas antiestatales"
Tras una noche dramática, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha anunciado que pondrá fin a la ley marcial en el país, una medida extraordinaria que anunció horas antes para "proteger el orden constitucional liberal" y "erradicar las fuerzas antiestatales" del país.
En su discurso televisado original, que fue emitido en directo a las 22:30, hora local, Yoon había señalado que la ley marcial sería fundamental para reconstruir y proteger lo que describió como una Corea del Sur "liberal" amenazada por "el abismo de la ruina". El presidente había acusado a las fuerzas de la oposición izquierdistas que controlan el Parlamento de simpatizar con Corea del Norte y paralizar al gobierno con "actividades contrarias al Estado".
Tras el decreto, más de 190 diputados que lograron entrar en la sede del Legislativo votaron de forma unánime para rechazarlo. El artículo 77 de la Constitución surcoreana establece que "cuando la Asamblea Nacional solicite el levantamiento de la ley marcial con la aprobación de la mayoría de los miembros registrados, el Presidente deberá levantarla".
Desde su llegada al poder en 2022, Yoon ha enfrentado importantes dificultades para avanzar en su agenda política debido al control de la oposición sobre el Parlamento. El presidente ha acusado a los partidos rivales de utilizar "juicios políticos" contra funcionarios de su gobierno y judicatura para "paralizar el poder ejecutivo". Según el incendiario discurso, la oposición, a quien tildó de "desvergonzadas fuerzas antiestatales pro Corea del Norte", han "intimidado jueces, fiscales y ministros, incluido el de Defensa".
Clashes inside and outside of the National Assembly Building in the South Korean Capital of Seoul, as Soldiers attempt to Storm the Building. pic.twitter.com/tRLcYWKJlo
— OSINTdefender (@sentdefender) December 3, 2024
Bajo la ley marcial que había decretada por el presidente Yoon Suk Yeol, toda forma de actividad política había sido prohibida en Corea del Sur, incluidas las protestas, manifestaciones o concentraciones. Además, todos los medios de comunicación del país, supuestamente, habían quedado bajo el control directo del gobierno. Múltiples efectivos del ejército y la policía rodearon durante horas la sede de la Asamblea Nacional, pero aparentemente sin detener a diputado alguno o impedir su paso al interior del edificio.
“La Asamblea Nacional, que debería ser la base de la democracia liberal, se ha convertido en un monstruo que está provocando el colapso del sistema democrático”, ha concluido el presidente, cuya popularidad lleva tiempo en caída libre. La semana pasada, los últimos sondeos revelaron que solo el 19% de los ciudadanos surcoreanos considera que hace un buen trabajo, frente al 72% que expresa su descontento con su desempeño.
Esta semana, el bloque opositor recortó severamente los presupuestos presentados por el gobierno. Además, avanzó una iniciativa para destituir a miembros clave del gabinete, incluido el jefe de la agencia de auditoría, por su rechazo a investigar a la primera dama (que ha sido acusada de corrupción y tráfico de influencias).
Article 77 of Constitution allows president to declare martial law during wartime or equivalent national emergencies. Under current "extraordinary martial law" certain basic rights including press freedom, assembly, and association may be restricted. pic.twitter.com/zpaGHEPutF
— Raphael Rashid (@koryodynasty) December 3, 2024
Según la Constitución coreana, el presidente tiene la potestad para declarar la ley marcial cuando sea "necesario para responder a necesidades militares, para mantener la paz y el orden público o para atender una emergencia nacional equivalente". La última vez que se impuso fue en 1980, todavía durante la dictadura surcoreana de Chun Doo-hwan. En aquel entonces, un alzamiento popular en la ciudad de Gwangju y la posterior represión del Ejército dejó varios centenares de muertos.
Tras una noche dramática, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha anunciado que pondrá fin a la ley marcial en el país, una medida extraordinaria que anunció horas antes para "proteger el orden constitucional liberal" y "erradicar las fuerzas antiestatales" del país.