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Von der Leyen tendrá una nueva Comisión Europea, pero no tiene una mayoría estable
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"Solo existe una mayoría estable posible"

Von der Leyen tendrá una nueva Comisión Europea, pero no tiene una mayoría estable

La alemana puede confiar en que su colegio de comisarios será aprobado la semana que viene en la Eurocámara, pero no puede hacerse ilusiones porque no tiene una mayoría estable

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. (EFE/André Coelho)
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. (EFE/André Coelho)

La crisis que ha mantenido bloqueado el inicio de la nueva Comisión Europea, cuyo colegio de comisarios será votado la semana que viene en Estrasburgo, se resolvió este miércoles tras ocho días de mucha tensión. Partido Popular Europeo (PPE), socialistas europeos (S&D) y liberales de Renew Europe cerraron un acuerdo para que todos los candidatos a vicepresidentes ejecutivos que estaban bloqueados, incluida la española Teresa Ribera, pasaran el filtro de sus comisiones parlamentarias sin dificultades y el próximo 27 de noviembre pueda votarse el futuro colegio de comisarios.

Pero aunque Manfred Weber, líder del PPE e Iratxe García, líder de S&D han celebrado lo que consideran un buen acuerdo para Europa, en Bruselas el sabor general es más agrio. García, Weber y Valérie Hayer, líder liberal, firmaron una especie de “acuerdo de legislatura”, lo que una fuente parlamentaria denominó como una “hoja de ruta” para los próximos cinco años, pero cuyo título es, en sí, un eufemismo: “Plataforma de Cooperación”. Ni hay coalición, ni hay un acuerdo de legislatura, ni la “plataforma” garantiza que vaya a haber “cooperación”. Von der Leyen puede respirar tranquila porque, salvo sorpresa mayúscula, el 1 de diciembre tendrá a su nueva Comisión Europea. Pero ahora ya no hay formas de autoengañarse: lo que no tiene es una mayoría estable en el Parlamento Europeo. La desconfianza es absoluta y la voluntad de demostrar quién manda lo marca todo.

Atar al PPE

Socialistas y liberales han intentado atar al PPE haciendo que Weber firmara el documento, porque tenían la esperanza de que así quedara negro sobre blanco que los populares debían pactar preferentemente con ellos. ¿Por qué querían que quedara constancia de ello? Porque desde hace tiempo los democristianos usan a veces una nueva mayoría alternativa, la conocida como “mayoría Venezuela”. Se usa este último término porque en la votación en la que la Eurocámara reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela fue la primera vez en la que se vio claramente cómo PPE votó junto a los ultraconservadores de ECR y los dos grupos de extrema derecha, Patriotas por Europa (PfE) y los Soberanistas (ENS).

El documento que sirvió para cantar acuerdo no logra ese objetivo. Sí, sirvió al menos para canalizar la salida a la crisis provocada por el bloqueo de los populares a Ribera instigados por la delegación española, pero no resuelve el problema fundamental que señalaba una fuente parlamentaria italiana unas horas antes: que no existe nada parecido a una coalición de gobierno. El texto usa fórmulas muy vagas y amplias que permiten al PPE seguir pactando con estas formaciones. Nadie, ni siquiera en S&D, tiene esperanzas en que ese documento ponga ningún tipo de límite a los acuerdos de los democristianos.

Foto: Teresa Ribera comparece en el Senado para abordar la gestión de la DANA. (Europa Press/Jesús Hellín)

Si alguien pensaba que el acuerdo podía estructurar de manera útil el diálogo entre S&D, PPE y Renew cualquier ilusión debió quedar abandonada de inmediato. Porque solamente un rato después de que se hubiera anunciado el acuerdo los coordinadores que debían dar el visto bueno a los candidatos a comisarios y vicepresidentes ejecutivos que habían quedado bloqueados por las maniobras entre supuestos socios, los golpes bajos y una guerra psicológica de una semana acabaron llegando a un bloqueo. Una petición del PPE no prevista paralizó de vuelta el proceso durante cuatro horas y fue necesario que Weber y García volvieran a hablar.

Fue una muestra de la nula confianza que hay entre los partidos de la supuesta coalición proeuropea. Una muy mala señal. Pero porque todo se construye sobre una idea equivocada: PPE, S&D y Renew sumaban una mayoría, pero eso era entre 2019 y 2024. Ya no. Se obvia que en julio, cuando fue aprobada Von der Leyen de nuevo como presidenta de la Comisión Europea, por lo que algunos italianos identifican como la “coalición de julio”, hubo otro partido implicado. No fue ECR, que votó prácticamente en bloque contra la alemana. Fueron Los Verdes, que tuvieron una gran disciplina de voto y apoyaron a Von der Leyen.

Y ahora, desde la barrera, aislados por completo de estas discusiones, los ecologistas observan cómo se derrumba la mayoría. “Tras las elecciones de junio advertimos de que solo existe una mayoría estable posible. Esa mayoría votó a Von der Leyen en julio”, escribió Bas Eickhout, co-líder de Los Verdes en la Eurocámara, poco después de que finalizara el último bloqueo. “Para (la elección de) toda la Comisión, esa mayoría ha desaparecido. Esta misma tarde se ha hecho evidente lo inestable que es. Una mala semana para la democracia de la UE”, añadió el holandés.

El nuevo consenso de la derecha

Eickhout tiene razón: la tradicional “coalición proeuropea” que ha dominado el Parlamento Europeo, que fue siempre la unión entre progresistas y conservadores en la forma de S&D y PPE, es la única vía posible. Y hoy, en un parlamento muy dividido y fragmentado, esa mayoría se expresa en S&D y Los Verdes por el lado más progresista, y PPE y en mucha menor medida Renew representando el bloque conservador. Sin embargo, el PPE se cierra a ello. El círculo cercano a Weber está ya plenamente concienciado del nuevo consenso de la derecha, del modelo italiano en el que la extrema derecha y los conservadores tradicionales pueden encontrar un terreno común y obtener una mayoría de derechas que domine el terreno político.

Y es verdad que esa ventana se ha abierto en el Parlamento Europeo. Hoy PPE, ECR, PfE y ENS suman una mayoría absoluta. Eso se podría traducir en posiciones mucho más conservadoras en las negociaciones legislativas con la Comisión Europea y el Consejo. No deja de ser de alguna manera un reflejo de una Europa mucho más conservadora, solamente hay que mirar los pocos gobiernos socialistas que quedan en pie en la Unión. Pero el problema es que esa coalición no se sostiene en la política comunitaria: por mucho que se puedan poner de acuerdo en una cuestión puntual, la realidad es que siguen estando en las antípodas en la inmensa mayoría de puntos de la política comunitaria.

Es más lo que une que lo que separa a PPE y S&D, y, por extensión, a Renew y Los Verdes. Pero la reacción conservadora contra el Pacto Verde y todo lo que significa está envenenando por completo esa realidad y esa relación. En el PPE hay cada vez más sectores que creen en ese nuevo consenso de la derecha, y el endurecimiento respecto a la política migratoria, la normalización de la extrema derecha en la política nacional y el final del consenso respecto al Pacto Verde están allanando el camino. Ni hay “coalición de julio” ni la habrá. El PPE está demasiado interesado en que ECR cuente como uno más en la coalición central de la cámara, mientras que Los Verdes son los socios más estables pero crecientemente incompatibles con la visión del PPE. Von der Leyen tendrá nueva Comisión Europea, pero cada votación clave en la Eurocámara va a ser una trinchera y la alemana tendrá que implicarse mucho más si quiere contar con los números para sacar adelante sus ideas en el Parlamento Europeo.

La crisis que ha mantenido bloqueado el inicio de la nueva Comisión Europea, cuyo colegio de comisarios será votado la semana que viene en Estrasburgo, se resolvió este miércoles tras ocho días de mucha tensión. Partido Popular Europeo (PPE), socialistas europeos (S&D) y liberales de Renew Europe cerraron un acuerdo para que todos los candidatos a vicepresidentes ejecutivos que estaban bloqueados, incluida la española Teresa Ribera, pasaran el filtro de sus comisiones parlamentarias sin dificultades y el próximo 27 de noviembre pueda votarse el futuro colegio de comisarios.

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