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Un misil secreto ruso o 'ruido de sables nucleares': ¿es el inicio de la temida escalada?
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La llegada de Oreshnik

Un misil secreto ruso o 'ruido de sables nucleares': ¿es el inicio de la temida escalada?

Vladímir Putin ha afirmado que Rusia ha utilizado un misil hipersónico secreto de medio alcance en Ucrania, un ataque con el que ha avivado los temores a un conflicto mayor

Foto: El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su mensaje televisado el 20 de noviembre de 2024. (EFE/Vyacheslav Prokofyev)
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su mensaje televisado el 20 de noviembre de 2024. (EFE/Vyacheslav Prokofyev)
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Maria Zakharova, la portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, estaba en medio de su rueda de prensa cuando sonó el teléfono. No dudó en contestar e incluso parece que acerca el teléfono al micrófono. “Sobre el ataque con misiles balísticos 'Yuzhmash' del que han empezado a hablar los occidentales, no hacemos ningún comentario”, dice el interlocutor. La frase apunta a un presunto ataque que tenía como objetivo la fábrica ucraniana de Yuzhmash, en la que se fabrican cohetes y otro tipo de armamento. Y parecía que hacía referencia al ataque de Rusia en Dnipró en el que habría utilizado, según Ucrania, misiles balísticos intercontinentales.

Fue el inicio de una jornada llena de contradicciones, que finalizó con las declaraciones de Vladímir Putin, en las que afirmaba que Rusia había utilizado un misil hipersónico secreto de medio alcance. Se trataba, aseguró, de una "prueba" exitosa del misil llamado Oreshnik, que habría impactado en un complejo militar-industrial. "Nos consideramos con derecho a utilizar nuestras armas contra las instalaciones militares de aquellos países que permiten que sus armas se utilicen contra nuestras instalaciones", dijo en un mensaje televisado, después de que las tropas de Kiev utilizaran armas estadounidenses y británicas en territorio ruso.

Ucrania, por su parte, había afirmado a primera hora de la mañana que el Kremlin lanzó el misil balístico, sin ojiva nuclear, junto con un misil aerobalístico hipersónico Kh-47M2 'Kinzhal' y siete misiles de crucero Kh-101 sobre la ciudad de Dnipró. Las fuerzas de Kiev añadieron que derribaron seis de los siete misiles de crucero y que la ofensiva no provocó víctimas mortales.

A pesar de los pocos detalles sobre el ataque, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sostuvo que todo apuntaba que Rusia utilizó un misil balístico intercontinental. "Todos los parámetros –velocidad, altitud– coinciden", apuntó. Estas afirmaciones hicieron saltar las alarmas sobre la posibilidad de una escalada y avivaron los temores de una guerra más amplia entre Rusia y Occidente.

Foto: Un misil Storm Shadow en una exposición en París el año pasado. (Getty/NurPhoto/Nicolas Economou)

La aclaración de Putin sobre el arma que han utilizado sus tropas ha cambiado la narrativa, según los expertos. "Creo que la historia ahora es que probaron un nuevo misil hipersónico en un objetivo real usando a los ucranianos como conejillos de indias y que este misil, si resulta ser lo que la gente afirma que es, es una amenaza real para la OTAN", explica Uri, experto en inteligencia de código abierto (Osint), a El Confidencial. Aclaró, además, que la escalada no es nuclear porque no se ha utilizado este tipo de armamento. "No sucederá porque las fuerzas convencionales de Rusia están casi completamente destruidas. Supongo que la otra historia es cómo una falta de comunicación por parte de Ucrania se salió de control", añade.

Por su parte, Tatiana Stanovaya, investigadora principal del Centro Carnegie Rusia Eurasia, no dudó en confirmar la escalada. "Lo es. Realmente creo que la situación es muy peligrosa", dijo a The New York Times.

El misil, aunque no fuera uno balístico intercontinental, comparte la capacidad de transportar ojivas nucleares. El objetivo de utilizarlo es, según los analistas, la disuasión nuclear, y es una clara advertencia para Kiev y sus aliados. Sin embargo, esta no es la primera vez que Rusia utiliza misiles que pueden llevar armas nucleares. "Desde una perspectiva puramente clínica de la guerra, nada ha cambiado. Rusia ha estado disparando misiles con capacidad nuclear de corto a mediano alcance (Iskander, Kalibr, Kh-101, Kh-55, Kh-59, Kh-22, etc.) contra Ucrania casi a diario desde que comenzó la guerra. Pero nunca se escuchó el nivel de histeria que se está escuchando ahora debido a la última provocación de Vladímir Putin", explica Uri, experto en inteligencia de código abierto (Osint), a El Confidencial.

Pero, en este caso, los misiles de alcance intermedio tienen la capacidad de disparar múltiples ojivas nucleares, y eso les convierte en casi imposibles de interceptar por parte de las fuerzas ucranianas.

Una provocación planificada

La ofensiva, que Ucrania sostiene que tuvo como objetivo la ciudad de Dnipró, no tiene mucho sentido militarmente hablando, porque su precisión es baja y su costo muy alto. “Pero este tipo de ataque podría tener valor como señal”, explicó Pavel Podvig, investigador principal del Instituto de Investigación sobre Desarme de las Naciones Unidas, antes del mensaje de Putin. En este caso, el misil no contenía ojivas nucleares, pero el mensaje que ha enviado el Kremlin es que eso puede cambiar en cualquier momento. "Lo que les gustaría decirnos hoy es: 'Miren, el ataque de anoche no tenía una carga nuclear, pero, ya saben, si continúan haciendo lo que hacen, el próximo ataque podría ser con una ojiva nuclear'", advirtió Fabian Rene Hoffmann, experto en armas de la Universidad de Oslo.

En su discurso, Vladímir Putin no ha dejado margen a la duda en lo que respecta a las amenazas a Occidente. "Estamos desarrollando misiles de alcance intermedio y corto como respuesta a los planes de Estados Unidos de producir y desplegar misiles de alcance intermedio y corto en Europa y la región de Asia y el Pacífico". También dijo que Rusia no dejará de responder a lo que considere "acciones agresivas".

"Si alguien todavía duda de esto, es en vano. Siempre habrá una respuesta", advirtió. La escalada tuvo lugar después de que Ucrania lanzara los primeros misiles de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense y los Storm Shadows británicos en territorio ruso. A principios de semana, Joe Biden levantó el veto para que Ucrania pudiera utilizar los misiles en Rusia y otros países como Reino Unido se habían posicionado a favor de tomar la misma medida, meses después de que la incursión fronteriza de los soldados de Kiev en la región de Kursk.

Foto: El misil RS-24 Yars. (Соколрус/CC)

El presidente ruso ya había señalado que el uso de misiles occidentales dentro de sus fronteras equivaldría a que la OTAN entrara en un conflicto directo con Moscú. Este martes, el presidente ruso aprobó además una actualización de la doctrina nuclear de Rusia, introduciendo nuevos criterios que amplían las circunstancias en las que el Kremlin podría considerar el uso de armas nucleares.

Estados Unidos anunció posteriormente el cierre de su embajada en Kiev tras recibir una advertencia sobre un "posible ataque aéreo significativo" en algún lugar de Ucrania. A pesar de la alarma, no se difundieron los detalles sobre ese ataque ni de por qué la embajada volvió a abrir este jueves.

El experto en inteligencia de código abierto Uri coincidió con otros analistas que el objetivo del ataque de este jueves no era provocar daños sustanciales, sino generar miedo justo después de las amenazas del presidente ruso. "El lanzamiento por parte de Rusia de un misil de mediano alcance con capacidad nuclear contra Ucrania anoche fue una provocación planificada que tardó semanas en prepararse. El momento se coordinó para que coincidiera con la aprobación anticipada por parte de Occidente del uso de misiles de corto alcance en suelo ruso. Los objetivos de la provocación eran hacer ruido de sables nucleares para crear miedo en Occidente", sostiene el experto.

"No existe actualmente ninguna amenaza existencial a la soberanía de Rusia"

Uri va más allá y asegura que el ataque es también una señal de desesperación de un líder (Vladímir Putin) y un país (Rusia) que llevan años en guerra y en una posición económicamente delicada. “Lo más importante es que no cambia el umbral de Putin para el uso de armas nucleares, ya que, si se lee la doctrina actualizada, no existe actualmente ninguna amenaza existencial a la soberanía de Rusia por el uso de armas convencionales a nivel táctico en suelo ruso”.

El nuevo capítulo de tensión ha tenido lugar precisamente en uno de los objetivos más importantes para Rusia. La ciudad se ha convertido en una suerte de refugio para los ucranianos de zonas como Donetsk y Zaporiyia, más cercanas al frente. Además, Dnipró está conectada a una parte de la infraestructura de transporte con el resto del país, lo que convierte a la ciudad en un objetivo clave para las fuerzas rusas.

A pesar de las alarmas de este jueves, Rusia no ha cruzado la línea roja nuclear en este nuevo ataque, aunque el Gobierno de Kiev asegura que Putin está utilizando al país como “campo de pruebas”. “Nuestro vecino loco ha demostrado una vez más quién es realmente y cómo desprecia la dignidad, la libertad y la vida humana en general”, advirtió.

Maria Zakharova, la portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, estaba en medio de su rueda de prensa cuando sonó el teléfono. No dudó en contestar e incluso parece que acerca el teléfono al micrófono. “Sobre el ataque con misiles balísticos 'Yuzhmash' del que han empezado a hablar los occidentales, no hacemos ningún comentario”, dice el interlocutor. La frase apunta a un presunto ataque que tenía como objetivo la fábrica ucraniana de Yuzhmash, en la que se fabrican cohetes y otro tipo de armamento. Y parecía que hacía referencia al ataque de Rusia en Dnipró en el que habría utilizado, según Ucrania, misiles balísticos intercontinentales.

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