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Examen al 'posfascismo' de Meloni tras dos años de Gobierno: ¿cuáles son los resultados?
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¿Nuevo orden o más de lo mismo?

Examen al 'posfascismo' de Meloni tras dos años de Gobierno: ¿cuáles son los resultados?

El segundo mandato de Trump es una incógnita por resolverse, pero el primer mandato de un partido considerado como "posfascita" ya tiene dos años de recorrido. ¿Ha cumplido Meloni las expectativas?

Foto: La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (Europa Press/Cecilia Fabiano)
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (Europa Press/Cecilia Fabiano)

Italia parece haber estado siempre por delante del resto del mundo en los quehaceres políticos de los últimos años. Primero llegó Silvio Berlusconi, el padre ideológico de Donald Trump y de toda esa caterva de imitadores que ha tenido el milanés por todo el mundo. Luego, fue la primera gran nación donde venció y gobernó un partido antisistema, el Movimiento 5 Estrellas, entonces transversal ideológicamente, que se cimentó años atrás sobre el explícito eslogan “vaffanculo”. Y finalmente ha sido allí donde ha vencido y gobierna un partido que proviene ideológicamente del fascismo: Fratelli d’Italia (FdI).

Su victoria no ocurrió porque los ciudadanos olvidaron el desastre que supuso aquella ideología extrema en Italia, sino porque recordaron con más claridad, por ser más cercano, el desastre de la mayor parte de los gobiernos que la sucedieron. No votaron por quien creyeron que podía aportar soluciones, votaron por quien no había demostrado ya lo contrario.

Hay muchas similitudes en estas últimas elecciones americanas y las italianas. En ambos casos, la estrategia progresista de alertar contra la llegada del fascismo como gran reclamo a los electores no ha funcionado. Meloni y Trump consiguieron venderse como defensores de una patria en riesgo, interna y externamente, y como buenos gestores capaces de mejorar la vida de los ciudadanos más desfavorecidos. El segundo mandato de Trump es una incógnita por resolverse, pero el primer mandato de un partido de extrema derecha al frente de una coalición conservadora ya tiene dos años de recorrido. ¿Ha cumplido el "posfascismo" Meloni las expectativas?

Capítulo 1 - Economía

Buen gestor… gracias a la “odiada” Europa

El análisis de estos dos primeros años de Gobierno Meloni sobre la economía tiene un factor clave: la llegada de los fondos europeos Next Generation. Sin ellos, que le han caído del cielo y no desde luego por su cercanía con Bruselas, el panorama sería muy distinto.

Foto: Una mujer con una bandera de la UE, en mayo de 2024. (EFE/Dumitru Doru)

Con la pandemia, la economía italiana entró en riesgo de colapso total. Italia ha sido el principal receptor de las ayudas comunitarias. La UE le ha concedido al país 191.500 millones de euros que en su gran mayoría ha gestionado el actual Ejecutivo. Una ironía histórica teniendo en cuenta que ese gabinete está formado mayoritariamente por dos partidos, FdI y Lega, de marcado carácter soberanista y antieuropeo.

El mejor de los malos y el peor de los buenos

El Fondo Monetario Internacional prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto de Italia del 0,7% en 2024 y del 0,8% en el 2025. “Italia está creciendo más que otras naciones europeas, a pesar de la desaceleración de la economía mundial y de la delicada situación internacional”, ha declarado Meloni.

Foto: Varios taxis esperan aparcados en Roma. (EFE/Daniel Cáceres)

El Gobierno italiano presume de crecer más que países como Alemania, -0,2%, y Francia, 0,4%, lo que es cierto, pero sin embargo se sitúa por debajo de la media europea, que según la Comisión de la UE tendrá un crecimiento del 1% en 2024 y del 1,6% en 2025. También está muy por debajo del crecimiento la economía española, la otra gran beneficiada de los fondos Next Generation con 140.000 millones de euros, a la que el FMI estima un aumento de su PIB en 2024 del 2,9% y para 2025 del 2,1%.

Se bate la lacra del desempleo

El empleo está batiendo récords en Italia y se acerca a cifras que no se veían desde 2008, antes justo de la crisis económica. Antes de la pandemia, el desempleo se situaba en torno al 10%; en 2022, estaba en un 7,9% y el pasado mes de septiembre, la tasa de paro ya había bajado al 6,1%.

En comparación con las economías más parecidas de la UE, según datos de Eurostat, Italia mejora a Francia, que tiene un 7,5% de desempleo, claramente a España, que se sitúa en un 11,3%, y sólo está por debajo de Alemania que tiene un 3,5%.

La buena cesta de la compra italiana

Una de las lecciones que ha dejado las actuales elecciones estadounidenses es que la mejora macroeconómica no sirve de nada, al menos para captar votos, si el ciudadano no ve sus efectos en su cesta de la compra y su calidad de vida.

Foto: Trabajador en una fábrica italiana de pasta. (Reuters/Remo Casilli)

En Italia, según datos de Instituto Nacional de Estadística en septiembre de 2024, la inflación anual se situaba en el 0,9%. Los últimos cinco años, desde 2020, Italia ha tenido una inflación del -0,2% en 2020 y del 1,9% en 2021. Luego, con la guerra de Ucrania, los precios en 2022 subieron un 8,1% y un 5,7% en 2023.

Italia, dentro de la UE, es el cuarto país con mejor tasa de inflación anual, muy por debajo del 1,4% de Francia, el 1,7% de España y el 1,8% de Alemania.

Otra vez, una deuda que resolverán otros

Italia tiene históricamente un problema con su enloquecida deuda pública. El país lleva décadas gastando mucho más de lo que ingresa y aumentando su endeudamiento. FdI prometía cambiar eso y, a tenor de los datos, tampoco lo está haciendo. Tras algunos años de contención, tras el pico de 2020 cuando la deuda se elevó al 154,1% del PIB, se vuelve a aumentar el endeudamiento que alcanza ya los casi tres billones de euros. En 2023, la deuda pública era del 137,3% y en 2024 se prevé que suba cuatro puntos y se sitúe en el 141,1%.

El fin de la renta de ciudadanía

Meloni acabó con la polémica paga de ciudadanía, la medida estrella del Gobierno del M5S, el 1 de enero de 2024. La oposición acusa al Gobierno de haber dejado sin sustento a miles de familias sin recursos que cobraban mensualmente un salario para sostenerse y el Gobierno asegura que ha acabado con una medida cara de sostener que fomentaba el desempleo y la corrupción.

Capítulo 2 - Seguridad e inmigración

Menos desembarcos, más muertos porcentuales

En 2023, la Organización Internacional para la Inmigración aseguraba que 2.271 personas murieron ahogadas en la ruta entre África e Italia. En 2024, a la espera de los datos finales, parece que se va a reducir la cifra global de fallecidos salvo una no previsible avalancha a finales de año. Sin embargo, aunque hay menos desembarcos, las ONG denuncian que porcentualmente ha subido el número de víctimas: “En 2023 en el Mediterráneo, por cada 100 desembarcos hubo 1,98 víctimas, mientras que en 2024, hasta ahora, por cada 100 migrantes que desembarcan hay 3,83 víctimas: casi el doble”, explica un artículo de la revista Vita en junio pasado.

Foto: Una cosechadora trabajando en un campo de trigo en Ponte Galeria, a las afueras de Roma. (EFE/Luciano del Castillo)

En 2023 se aprobó el llamado decreto Piantedosi, que complica las labores de rescate de los barcos de la ONG en el entorno de las aguas territoriales italianas.

El muro naval de Meloni

Según los datos del Ministerio del Interior, desde el 1 de enero al 15 de octubre de 2024, llegaron a Italia 55.010 inmigrantes por vía marítima. Eso supone un descenso del 60,7% respecto a los aproximadamente 140.923 desembarcos registrados en el mismo período del año anterior. En total, durante 2023 se produjeron en Italia 158.000 “desembarcos”, lo que supuso un incremento del 50% respecto a los de 2022.

El descenso de 2024, en todo caso, tiene que ver con la alta presión que Meloni ha puesto en este aspecto en Bruselas. Las reuniones entre la primera ministra y Ursula von der Leyen, mandataria europea, han producido diversas reuniones y pactos con los países africanos envueltos en las rutas migratorias que afectan a Italia en el Mediterráneo central. No se ha detenido el flujo migratorio a Europa, se ha desplazado sólo a los lados, y las grandes perjudicadas son España —que, según datos del Ministerio del Interior español ha visto incrementado en el periodo de enero a octubre un 23% la llegada de inmigrantes irregulares por barco— y Grecia, que en los primeros cuatro meses de 2024 tuvo un aumento del 154%.

La “cárcel albana”

Entre las medidas que el Gobierno italiano ha tomado para parar la inmigración ilegal, la más polémica es el invento de la “cárcel” albana. El acuerdo entre ambos países prevé que los solicitantes de asilo rescatados en el Mediterráneo en Italia sean trasladados a varios centros con capacidad para acoger hasta 4000 personas en el país vecino. Será en Albania donde se procesen las solicitudes de asilo, dirigidas a ciudadanos de países considerados "seguros" (un término ambiguo). Si la solicitud es aceptada, los solicitantes podrán trasladarse a Italia. En caso de ser rechazada, serán repatriados a sus países de origen.

Foto: El barco de la marina italiana Libra, trasladando los primeros inmigrantes cuyas solicitudes de visado se procesarán en Albania en lugar de Italia (DPA/Armando Babani)

El acuerdo tiene un coste de 500 millones de euros para el periodo de cinco años entre 2024 y 2028. Algunas organizaciones recuerdan que según los propios datos del Gobierno italiano, en 2022 los gastos de manutención de los centros de detención de inmigrantes fueron de 55 millones de euros, lo que supone un coste medio de 250 euros por día y persona. En Albania esa cifra subirá hasta los 500 euros. El Ejecutivo cree, en todo caso, que con esta medida se desincentivan los desembarcos (muchos inmigrantes que desembarcan en Italia buscan instalarse en otros países dentro de la UE). Varios tribunales italianos han suspendido los primeros reenvíos de inmigrantes por considerar que los países de retorno no son seguros como dice la norma.

Más delitos y más presos

Italia no es más segura con la llegada de Meloni. En 2023, crecieron las denuncias por primera vez en el país desde 2013. En concreto, hubo un aumento del 3,8% de las demandas por delitos violentos respecto a 2022, según el índice de la Criminalidad que publica anualmente el periódico Il Sole 24 Ore. “El volumen de delitos denunciados ha recuperado los niveles anteriores y hoy supera por primera vez los de 2019. Según las cifras disponibles, en 2023 fueron perpetrados 2,34 millones de delitos, un 1,7% más que antes del covid, y un 3,8% más que en 2022”, señala el medio.

Capítulo 3 - El mundo woke conservador

Batalla contra el aborto

Meloni consiguió que en la cumbre del G7 de Hiroshima de 2023 se eliminará cualquier referencia al derecho al aborto.

Foto: El papa Francisco, durante la misa de Nochebuena en el Vaticano. (EFE/Fabio Frustaci)

Este pasado verano, el Ejecutivo de la primera ministra, que prometió no derogar la ley de 1978 que regula el derecho a la interrupción del embarazo en Italia, sacó a relucir un proyecto para dar una paga de 1.000 euros durante cinco años a las mujeres que renuncien a abortar. Por su parte, FdI Roma propuso que las mujeres que quieran abortar deberían escuchar primero el latido del feto.

Prohibido inscribir a los hijos de parejas gays

En enero de 2023, el Ejecutivo central impidió que las parejas gays puedan inscribir a sus hijos en registros civiles al introducir un concepto que establece que no se permite la filiación de un menor a progenitor o progenitora que no haya aportado material genético. Algunos ayuntamientos italianos se rebelaron ante esa norma, pero el Gobierno central apeló a la Justicia y obligó a los municipios a registrar a los niños como adoptados “en casos particulares”.

Los vientres de alquiler, delito universal

El Gobierno italiano ha emprendido una cruzada contra el polémico uso de los llamados vientres de alquiler en el extranjero al considerarlos un delito universal. La medida, que une a colectivos conservadores con sectores feministas, que se oponen a que el cuerpo de una mujer se pueda alquilar para gestar a un hijo para otros, era aplicada por muchos países europeos, pero sólo dentro de sus fronteras. En Italia se convierte en delito para todo tipo de parejas el poder tener hijos de esta forma en países como Estados Unidos y Canadá dónde sí está permitido este método.

Presidente o presidenta…

La izquierda italiana ataca a Meloni por hacerse llamar presidente del Consejo de Ministros, en masculino, en vez de usar el término presidenta del Consejo de Ministros. La polémica empezó en 2022 cuando el propio Palacio Chigi explicó que usar el término masculino se debía a una decisión de la propia interesada.

Nostalgia racista y antisemita de las bases de FdI

En los últimos años hay decenas de ejemplos que involucran a cargos de FdI y de sus bases con movimientos fascistas y filonazis. La serie de escándalos haría este punto muy largo. En verano pasado, un reportaje de Fanpage sobre las juventudes de FdI, Gioventù Nazionale, demostraba de nuevo que en las bases del partido hay mensajes nazis, racistas y antisemitas. Es el último ejemplo de una larga lista de escándalos parecidos. La respuesta de Meloni ha sido siempre contundente en este aspecto: “Lo he dicho y repetido decenas de veces, pero si fuera necesario lo repito una vez más: en Fratelli d'Italia no hay espacio para posiciones racistas o antisemitas, como tampoco hay espacio para los nostálgicos del totalitarismos del 1900 o para cualquier manifestación de folklore estúpido”.

Privatizaciones y recortes

El Gobierno, tras dos años de relativa calma social está viendo cómo los sindicatos y estudiantes han comenzado a manifestarse, en ocasiones de forma violenta, contra un Gobierno al que acusan de privatizar y debilitar el sector público. Hay convocada una huelga general de los sindicatos el próximo 29 de noviembre porque consideran que los presupuestos del Gobierno perjudican a la sanidad, educación y servicios públicos. La izquierda italiana quiere recuperar el control sobre el desencanto social que en los últimos diez años han tenido populistas y extremistas conservadores.

Capítulo 4 - El desmarque: holocausto, UE y Ucrania

¿Puede una líder repudiar la ideología de parte de sus propios votantes y compañeros de partido? ¿Es veraz y creíble?

Meloni se ha desmarcado de una parte del ideario fascista y de algunos posicionamientos de la extrema derecha europea. Su firme posición de apoyo a Ucrania ha ido a contracorriente de algunos colegas ideológicos europeos e, incluso, de la sensibilidad de sus propios socios de Gobierno, el ya fallecido Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, que han mostrado su cercanía con el presidente ruso Vladimir Putin.

Foto: Viktor Orbán, primer ministro húngaro, junto a su homóloga italiana, Giorgia Meloni. (Reuters)

Tampoco ha abrazado el soberanismo, como sí hizo antaño, y desde luego no ha sido una voz discordante dentro de la UE, como sí lo es el húngaro Viktor Orbán, en los grandes temas de consenso. Tiene su propia voz pero, hasta ahora al menos, no ha sacado los pies del tiesto y ha mantenido el compromiso institucional.

Luego, en temas como el holocausto judío, del que el fascismo del que proviene su formación tiene una culpa directa, ha sido categórica: “La Shoah representa el abismo de la humanidad. Un mal que también tocó profundamente a nuestra nación con la infamia de las leyes raciales de 1938. Es nuestro deber garantizar que la memoria de aquellos acontecimientos y de lo que ocurrió no se reduzca a un mero ejercicio de estilo”, dijo en 2023.

Italia parece haber estado siempre por delante del resto del mundo en los quehaceres políticos de los últimos años. Primero llegó Silvio Berlusconi, el padre ideológico de Donald Trump y de toda esa caterva de imitadores que ha tenido el milanés por todo el mundo. Luego, fue la primera gran nación donde venció y gobernó un partido antisistema, el Movimiento 5 Estrellas, entonces transversal ideológicamente, que se cimentó años atrás sobre el explícito eslogan “vaffanculo”. Y finalmente ha sido allí donde ha vencido y gobierna un partido que proviene ideológicamente del fascismo: Fratelli d’Italia (FdI).

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