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PPE y socialistas preparan el terreno para romper el bloqueo provocado por la 'crisis Ribera'
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a las puertas de un posible acuerdo

PPE y socialistas preparan el terreno para romper el bloqueo provocado por la 'crisis Ribera'

Los grandes partidos de la Eurocámara ya preparan el terreno para aterrizar un acuerdo que desbloquee la aprobación de Teresa Ribera y permita la puesta en marcha de la nueva Comisión Europea

Foto: Teresa Ribera interviene en Bruselas para la confirmación de su candidatura a la Comisión Europea, el 12 de noviembre. (EUROPA PRESS)
Teresa Ribera interviene en Bruselas para la confirmación de su candidatura a la Comisión Europea, el 12 de noviembre. (EUROPA PRESS)
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La desescalada está en marcha. El Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas europeos (S&D) están ya encontrando un terreno común que permita a todo el mundo salvar la cara y que la Comisión Europea eche a rodar el próximo 1 de diciembre. El bloqueo que los democristianos europeos, instigados por el Partido Popular español, habían presentado a la actual vicepresidenta del Gobierno español Teresa Ribera como candidata a ser vicepresidenta ejecutiva a cargo de Transición Justa, Limpia y Competitiva además de estar a cargo de Competencia, está empezando a levantarse. Mientras, los socialistas suavizan su discurso respecto a Raffaele Fitto, candidato a ser vicepresidente ejecutivo a cargo de Reformas y Cohesión.

Para dar la luz verde final quizás sean necesarios algunos movimientos más, aunque sean cosméticos. Peter Liese, eurodiputado alemán del PPE, al que los españoles han situado como una referencia mientras ha mostrado su oposición a la candidata española, ya ha expresado que estaría "dispuesto a apoyar a Ribera" si se compromete a tener "en cuenta los intereses de los agricultores" y promete "que dialogará con la industria y que no continuará una política que ha fracasado". "Queremos mantener el Pacto Verde y los objetivos climáticos, pero debemos ajustarlos, reducir la burocracia y comunicar mejor", aseguraba en un comunicado.

Este martes por la noche se ha producido una reunión entre los presidentes del PPE, Manfred Weber, los socialdemócratas europeos (S&D), Iratxe García, y liberales de Renew Europe, Valérie Hayer, con el objetivo de intentar cerrar un pacto. “En este momento no hay acuerdo entre los grupos políticos, tenemos que hablar sobre la valoración de los socialistas europeos sobre Fitto”, ha asegurado el líder popular después de una reunión de dos horas y media con los líderes de la delegación del PPE antes de su encuentro con Hayer y García.

El acuerdo entre las formaciones es necesario para desbloquear la situación y sobre todo para garantizar que el colegio de comisarios al completo sea aprobado por el Pleno de la Eurocámara en una votación el próximo 27 de noviembre. Eso permitiría que la nueva Comisión Europea esté en marcha el 1 de diciembre. Si se llega a un pacto en Bruselas en las próximas horas, cuando está prevista una reunión de la Conferencia de Presidentes que debería ayudar a cerrar el asunto, esa votación debería ser un trámite.

Ribera, Fitto y los otros cuatro candidatos a vicepresidentes ejecutivos serían aprobados, así como Oliver Verhelyi, candidato húngaro a comisario raso, y luego se acudiría al Pleno para la votación definitiva de todo el paquete del colegio de comisarios.

Foto: El primer ministro de la India, Narendra Modi, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. (Reuters/Pilar Olivares)

Además, fuentes parlamentarias explican que el PPE, S&D y los liberales de Renew Europe están trabajando en un acuerdo que sirva de "hoja de ruta para la legislatura". Ese documento escrito se ha convertido en una obligación para algunas de las formaciones después de los últimos días, en los que la confianza ha caído a mínimos, y la legislatura europea acaba de empezar. Sin embargo, los populares aseguran que están en contra de cualquier acuerdo por escrito.

El PPE ha mostrado ya en varias ocasiones que está dispuesto a llegar a acuerdos con la "mayoría alternativa", es decir, con todas las formaciones que están a su derecha, desde los ultraconservadores de Conservadores y Reformistas (ECR), hasta los partidos de extrema derecha integrados en Patriotas por Europa (PfE) y los Soberanistas (ENS), el grupo donde se encuentra Alternativa para Alemania (AfD). S&D y Renew quieren garantías de que no se arriesgan a cinco años en los que el PPE les vaya a estar presionando con la posibilidad de pactar con todos los grupos de su derecha para obligarles a hacer concesiones.

El bloqueo, que comenzó cuando Weber tras reunirse con Alberto Núñez Feijóo, presidente popular español, decidió apoyar a la delegación de Génova en la Eurocámara y no emitir el dictamen necesario después de que Ribera se enfrentara a su audiencia ante varias comisiones parlamentarias el pasado 12 de noviembre, ha empezado a irritar a demasiada gente.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y la persona que otorgó a Ribera el puesto de vicepresidenta ejecutiva, reunió la semana pasada a Weber junto a la líder de S&D, García, y a la de Renew Europe, Hayer, con el objetivo de desbloquear la situación.

Ni siquiera dentro del PPE todo el mundo está cómodo. Esta Comisión Europea es muy mayoritariamente popular, con solamente un puñado de miembros de otros partidos, por lo que el bloqueo de su inicio, o incluso el riesgo de que pudiera ser rechazada en el Pleno por una falta de apoyos, no es algo que interese a los principales gobiernos populares europeos, como el de Polonia, Grecia o Austria. Weber, que tiene una pésima relación con Von der Leyen, está explorando hasta dónde puede apretar a la presidenta de la Comisión Europea, pero sabe que en algún momento tiene que ceder. Ese momento, salvo sorpresa, será este miércoles, durante la Conferencia de Presidentes.

Hacia el fin de la 'crisis Ribera'

El PP español se ha movido hacia posiciones defensivas, sabiendo que el nombre de Ribera finalmente estará ahí. Eran conscientes desde el primer momento en el que lanzaron su ofensiva con el apoyo de Weber. Sabían que era muy probable que la española no se derrumbara y que tuvieran que aceptarla. Pero el objetivo era desgastarla, mantenerla durante unos días en duda y minar su nombre en Bruselas, como confesaban fuentes populares.

Durante su audiencia varios eurodiputados del PPE le acusaron de errores a raíz del desastre de la DANA en Valencia, el tono fue bronco y la delegación española hizo referencia en varias ocasiones al riesgo de que en el futuro Ribera se pudiera ver salpicada por un proceso judicial.

De hecho, en un punto de la semana pasada, fuentes populares europeas llegaron a poner dos exigencias sobre la mesa: que Ribera compareciera ante el Congreso de los Diputados antes de recibir su visto bueno, y que se comprometiera a dimitir en caso de verse imputada. En el lado socialista, la segunda de esas exigencias se veía como una provocación y como una búsqueda de crear un clima favorable a asumir que ese sería un escenario probable. La primera de las condiciones ya se iba a cumplir casi por defecto, ya que Ribera había solicitado ya hablar ante el Congreso antes de su audiencia ante la Eurocámara.

Foto: Teresa Ribera. (EFE/OLIVIER HOSLET)

Génova ya está preparándose para ese acuerdo en Bruselas que va a dejar al PP español en una posición debilitada. Sí, han conseguido retrasar el visto bueno a Ribera durante unos días, pero sus colegas europeos finalmente van a aprobar a la actual vicepresidenta del Gobierno.

Feijóo ha anunciado que su partido irá hasta el final, y que también votará en contra del colegio de comisarios al completo, a pesar de que se trata de un equipo formado fundamentalmente por comisarios del PPE. El sentido de su voto en todo caso no sorprende. Hace tiempo que el PP español ha dado por perdida su relación con Von der Leyen, a la que consideran mucho más cercana al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que se ha visto en la cumbre del G20 en Brasil, que con ellos.

La desescalada está en marcha. El Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas europeos (S&D) están ya encontrando un terreno común que permita a todo el mundo salvar la cara y que la Comisión Europea eche a rodar el próximo 1 de diciembre. El bloqueo que los democristianos europeos, instigados por el Partido Popular español, habían presentado a la actual vicepresidenta del Gobierno español Teresa Ribera como candidata a ser vicepresidenta ejecutiva a cargo de Transición Justa, Limpia y Competitiva además de estar a cargo de Competencia, está empezando a levantarse. Mientras, los socialistas suavizan su discurso respecto a Raffaele Fitto, candidato a ser vicepresidente ejecutivo a cargo de Reformas y Cohesión.

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