Rutte avisa a los 'morosos' de la OTAN: "El 2% en defensa no es suficiente. Trump va a empujar y con razón"
Trump llegó a asegurar durante la campaña que EEUU no defendería a cualquier país de la OTAN que no cumpliera con el umbral mínimo de inversión en defensa y que incluso animaría a Vladímir Putin a atacarlos
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, visitó el jueves la base letona de Ādaži, a pocos kilómetros de la capital Riga, para presenciar el día final de las maniobras Resolute Warrior. Estos ejercicio militares liderados por Canadá con otra docena de socios -y una destacada presencia española- sirvieron para mostrar el poder de fuego e interoperabilidad de las fuerzas aliadas en un momento de incertidumbre en la defensa europea.
El mensaje del alto funcionario ante la inminente segunda presidencia de Donald Trump fue claro: "Si quitamos el gasto en defensa de EEUU, Europa está ahora en un promedio del 2% y, simplemente, no es suficiente".
Esto es un claro aviso a los ocho morosos de la OTAN, empezando por España, farolillo rojo en inversión militar del espacio euroatlántico. Pero también países como Italia, Canadá o Portugal, que siguen lejos del umbral del 2% del PIB al que se comprometieron los aliados hace ya una década. España, con apenas un 1,28% en 2024, ni siquiera tiene esa meta cerca; y aunque el Gobierno aspira a cumplir con la Alianza en 2029, las prórrogas presupuestarias alejan al país cada vez más de ese objetivo.
Trump llegó a asegurar durante la campaña que EEUU no defendería a cualquier país de la OTAN que no cumpliera con el umbral mínimo de inversión en defensa y que incluso animaría a Vladímir Putin a atacarlos. Aunque los observadores circunscriben esta amenaza al tono propio de un mitin electoral, el solo hecho de que el magnate neoyorquino pusiera en duda públicamente el espíritu del Artículo 5 del Tratado de Washington (una agresión contra uno es una agresión contra todos) ha puesto a muchas capitales europeas nerviosas.
"El 2% no será suficiente", insistió Rutte a un grupo de periodistas internacionales. "¿A qué nivel hay que llegar? Tendremos que debatirlo en la OTAN. Trump dio un impulso al debate en defensa en su primer mandato. Y, sin duda, Trump nos empujará a hacer más, a compartir más peso del gasto en defensa. Y con razón. Estados Unidos todavía supone el 50% de la economía de la OTAN", agregó el secretario general, quien también mencionó la necesidad de aumentar la producción de material militar para reabastecer arsenales.
Todo está conectado
De fondo, impregnando todo el debate, la guerra en Ucrania. Tanto el presidente electo, como algunos de sus nominados a los puestos clave de la seguridad y defensa nacional, se han referido al apoyo estadounidense a Kiev en términos bastante ambiguos. No está claro el apetito del próximo inquilino de la Casa Blanca por seguir mandando dinero y armas a un teatro de operaciones que parece alejarse de sus intereses estratégicos, más centrados en Asia-Pacífico y Oriente Medio.
Sin embargo, Rutte enfatizó que, pese a la retórica y las polémicas, Washington seguirá siendo un aliado comprometido con la causa en Europa oriental.
"Miren lo que está pasando en este momento. Hay soldados norcoreanos activos en Rusia y ayudando en su esfuerzo de guerra contra Ucrania. Y Moscú está pagando con tecnología militar, de misiles. Esto es una gran amenaza no solo para Europa, sino para Japón, Corea del Sur y Estados Unidos. China también está ayudando a Rusia a esquivar las sanciones, e Irán está proporcionando drones. Rusia también está pagando esta tecnología, lo que permitirá a Irán mantener su negativa influencia sobre Oriente Medio", avisó el líder político de la OTAN.
"Así que Rusia, Corea del Norte, China e Irán están trabajando juntos. Estados Unidos entiende esta situación y sabe que la OTAN no solo defiende Europa y EEUU, también trabajamos juntos para que el Indo-Pacífico y el Atlántico sigan siendo seguros. Estamos conectados", aseveró.
El ex primer ministro neerlandés también espera jugar la baza personal en su relación con el impredecible político republicano, quien llegó a abandonar una cumbre de la OTAN en Londres en 2019 después de que se publicara un video en el que varios líderes, como el canadiense Justin Trudeau, parecía que se estaban burlando de él.
"Estoy deseando trabajar con Donald Trump. Trabajé cuatro años con él en mi anterior cargo y tenemos una excelente relación de trabajo. Hará todo lo necesario para defender EEUU y sabe que la OTAN es parte integral de su defensa", dijo Rutte, quien ya tuvo un primer contacto telefónico con el presidente electo para felicitarle por la contundente victoria electoral.
Guerrero determinado
Rutte llegó a Letonia para asistir al último día de las maniobras Resolute Warrior (guerrero determinado), que se han llevado a cabo del 1 al 14 de noviembre. En estos ejercicios con fuego real han participado más de 3.500 efectivos de 13 países, más de 1.000 vehículos de combate y operaciones y se han simulado varias operaciones de combate bajo una estructura única de Comando, Control y Comunicaciones (C3).
Esta demostración corona la transformación del grupo de combate que lideraba Canadá en Letonia desde 2017 en la Brigada Multinacional Letonia de la OTAN (MNB-LVA), con una presencia permanente de más de 3.000 soldados aliados con sus respectivos equipos. Las perspectivas de sus responsables es que este grupo se consolide y aumente en 2025 y 2026.
"Espero que Vladímir Vladímirovich Putin haya visto estas maniobras, porque demuestran que estamos preparados para enfrentar cualquier amenaza, defender nuestro territorio y ganar", dijo ante un grupo de soldados que participó en los ejercicios. "Viendo esta excelente demostración, me siento más seguro".
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, visitó el jueves la base letona de Ādaži, a pocos kilómetros de la capital Riga, para presenciar el día final de las maniobras Resolute Warrior. Estos ejercicio militares liderados por Canadá con otra docena de socios -y una destacada presencia española- sirvieron para mostrar el poder de fuego e interoperabilidad de las fuerzas aliadas en un momento de incertidumbre en la defensa europea.