Von der Leyen interviene para salvar la nueva Comisión tras la ofensiva del PP contra Ribera
La presidenta de la Comisión Europea reúne a los líderes socialdemócratas, liberales y populares en el Parlamento Europeo con el objetivo de desatascar el nuevo Ejecutivo comunitario
La guerra total en el Parlamento Europeo después de que este martes el Partido Popular Europeo (PPE) pusiera a la socialista española Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y candidata a ser vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, en su diana política ha obligado a Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, a tomar las riendas de la situación. Los populares europeos han forzado retrasar la decisión sobre la española, y como el acuerdo con socialistas y liberales era que debían tratar a los seis candidatos a vicepresidentes ejecutivos como un paquete, toda la decisión ha quedado pospuesta.
Este miércoles, Von der Leyen ha tratado de atajar la cuestión. Primero, su portavoz ha asegurado que “nada ha cambiado” respecto a la confianza de la alemana en los candidatos para formar su próximo colegio de comisarios. Más tarde, Von der Leyen ha reunido a Manfred Weber, presidente del PPE, Iratxe García, presidenta de los socialdemócratas europeos (S&D) y Valérie Hayer, líder de los liberales europeos Renew Europe, con el objetivo de desbloquear las conversaciones. “Ribera es la designada por las autoridades españolas para el puesto de comisaria, el Parlamento Europeo tiene un proceso de audiencias que sigue en marcha y la presidenta ha otorgado por supuesto su confianza a la señora Ribera”, ha señalado Mamer.
¿Por qué requiere esta situación de la intervención de Von der Leyen? El PPE tiene los números para tumbar a Ribera si así lo quiere, apoyándose en su particular “mayoría alternativa”, con los grupos ultraconservadores y de extrema derecha. Pero en los socialdemócratas europeos, que se han reunido este miércoles por la mañana, deslizan que en caso de rechazar a la vicepresidenta española ellos usarán el voto final, en el que el Pleno debe confirmar al colegio de comisarios al completo, para tumbar la propuesta, algo que sería inédito en la historia de la política comunitaria.
El PPE puede tener mayoría para rechazar a Ribera, pero es una cosa y otra es necesitar apoyarse en grupos como los de la francesa Marine Le Pen o la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) o los portugueses de Chega para poner en pie el Ejecutivo comunitario, sobre todo porque muchos de esos grupos no van a votar nunca a Von der Leyen, que encarna todo a lo que se oponen en política europea.
La “crisis Ribera”
Todo estalló este martes, a media mañana, cuando el PPE decidía apostar por retrasar sin fecha, aunque orientativamente hacia la semana que viene, la evaluación que las comisiones parlamentarias debían hacer de Ribera. No el examen, pero sí el sentido de la decisión, si la aprobaban o la rechazaban. Horas antes PPE, socialdemócratas europeos (S&D) y liberales de Renew Europe, el núcleo duro de la mayoría que sostiene a Von der Leyen y que la eligió en julio, habían acordado tratar a los seis candidatos a vicepresidentes de manera conjunta por la noche del martes, y, en caso de que la cosa se atragantara, hacerlo el miércoles por la mañana. Pero, según fuentes populares españolas, tras una llamada entre Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP español, y Weber, del PPE, el alemán apostaba por retrasar todo más allá del miércoles, enfureciendo a los socialdemócratas.
La decisión llegaba incluso antes de que Ribera se pusiera ante los eurodiputados de las comisiones que le debían examinar. Fue una sesión muy tensa, con gritos, con algunos abucheos, aplausos entusiastas a uno y otro lado. En la reunión el PP mostró sus cartas: la idea de que Ribera pueda en el futuro verse salpicada por un procedimiento judicial debería ser suficiente para rechazarla. Algunos miembros alemanes del PPE tomaron el testigo de sus colegas españoles, y pidieron a Ribera que diera explicaciones sobre qué haría en caso de verse imputada. “Ha preferido estar escondida para salvar su sillón europeo, y por eso estoy segura de que la historia y quizás los jueces por su inacción e incompetencia”, aseguró Dolors Montserrat, portavoz del PP español en la Eurocámara.
En privado, los populares españoles consideran que su apuesta es un éxito seguro. Por el momento porque el foco pasa a Bruselas y se levanta durante unas horas de la gestión de Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, y además porque el retraso de la decisión sobre Ribera abre la puerta a que pueda ocurrir algo que acabe haciendo descarrillar su nombramiento, aunque no son específicos sobre qué debería pasar para lograr que finalmente no sea confirmada.
“Renew Europe, como actor responsable y constructivo, que busca una UE fuerte, unida y eficaz, pide a todos los actores que vuelvan a la mesa, que vuelvan a ser responsables y que eviten un colapso político. Una parálisis política ingobernable y disfuncional perjudicará los intereses de todos”, ha explicado Hayer en un comunicado. “Bajo la irresponsabilidad de su jefe de grupo, Manfred Weber, el conservador Partido Popular Europeo rompió el histórico acuerdo proeuropeo y democrático entre los grupos conservadores, socialdemócratas y liberales de esta cámara”, ha criticado en un comunicado S&D.
Ribera, como el resto de candidatos a comisarios y vicepresidentes ejecutivos de la Comisión Europea, necesita una mayoría de dos tercios en las comisiones que le examinan para poder salir adelante. Si no sale con esa mayoría, en última instancia, puede ser aprobada por mayoría simple. Pero en todos los casos depende de los votos del PPE, que tiene la llave para la aprobación de todos los comisarios antes de llegar a la votación final, cuando el Pleno debe aceptar o rechazar el colegio de comisarios al completo.
Nadie está del todo seguro hasta dónde está dispuesto a llegar el PPE. Weber tiene una pésima relación con Von der Leyen, y también con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, con el que tuvo un tenso choque durante un debate en el Parlamento Europeo a finales de 2023. Los de Feijóo tampoco tienen una buena relación con Von der Leyen, que consideran que sistemáticamente se ha alineado con el líder socialista, y señalan que están dispuestos a ir lejos, que no le deben nada a la exministra alemana. Pero el PPE es un grupo formado por delegaciones nacionales de los distintos partidos populares europeos, muchos de los cuales, como los polacos, croatas, griegos, portugueses o austriacos, tienen a candidatos a comisarios.
La guerra total en el Parlamento Europeo después de que este martes el Partido Popular Europeo (PPE) pusiera a la socialista española Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y candidata a ser vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, en su diana política ha obligado a Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario, a tomar las riendas de la situación. Los populares europeos han forzado retrasar la decisión sobre la española, y como el acuerdo con socialistas y liberales era que debían tratar a los seis candidatos a vicepresidentes ejecutivos como un paquete, toda la decisión ha quedado pospuesta.
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