El PPE exige un compromiso de dimisión de Ribera en el caso de una imputación por la DANA
Los populares europeos exigen que Ribera se comprometa a dimitir en caso de una imputación por la gestión de la DANA como requisito para desbloquear su análisis
El Partido Popular Europeo (PPE) está empezando a poner precio a poner fin con la “crisis Ribera”, aunque fuentes socialistas apuntan a una ruptura mucho más profunda, que marca “un antes y un después” en la política de la Eurocámara. La bancada liderada por el alemán Manfred Weber ha señalado que se abriría a plantearse aceptar a la vicepresidenta del Gobierno para el cargo de vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Transición Justa, Limpia y Competitiva si cumple con dos condiciones: dar explicaciones antes ante el Congreso de los Diputados y comprometerse a dimitir en caso de imputación a raíz de la gestión de la DANA.
Fuentes populares europeas matizan mucho sus palabras: no son las condiciones que llevarían automáticamente a una aprobación de Teresa Ribera, explican, sino simplemente las condiciones para sentarse a analizar su candidatura. Este martes la española se sometió a una audiencia ante una serie de comisiones parlamentarias que debían analizar su idoneidad para el cargo en la Comisión Europea, pero la sesión descendió en un cruce de reproches, con los eurodiputados españoles del PPE insistiendo en el riesgo de que en el futuro Ribera se pueda ver imputada y con la todavía vicepresidenta del Gobierno subrayando que la responsabilidad del envío de las alertas era del Gobierno de la Comunidad Valenciana dirigido por el PP.
Esa es la clave de bóveda de la estrategia del PPE ahora mismo, impulsada por su delegación española: transmitir la idea de que Ribera puede verse imputada en cualquier momento por el desastre de la DANA. Confiesan que se trata de una estrategia de desgaste, y que incluso si al final Ribera queda aprobada llegará a Bruselas quemada. Eric Mamer, portavoz de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha asegurado que la alemana mantiene su confianza en Ribera y que “nada ha cambiado”. "Ribera es la designada por las autoridades españolas para el puesto de comisaria, el Parlamento Europeo tiene un proceso de audiencias que sigue en marcha y la presidenta ha otorgado por supuesto su confianza a la señora Ribera”, ha añadido Mamer.
Fuentes socialistas critican que el PPE haya incluido a Raffaele Fitto, candidato a vicepresidente ejecutivo de la Comisión para Cohesión y Reformas, dentro de la ecuación, adoptándolo como si fuera popular, cuando se trata de un político de Fratelli d’Italia, el partido de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, encuadrada dentro del grupo ultraconservador de los Conservadores y Reformistas (ECR). Recuerdan que el acuerdo respecto a las vicepresidencias incluía a PPE, socialdemócratas y liberales, pero no a ningún miembro de ECR, por lo que piden que el rango Fitto sea reducido a comisario raso, porque de lo contrario sería romper el acuerdo entre estas fuerzas políticas. Fuentes populares responden considerando que ese ataque a Fitto sería la única ruptura del acuerdo.
Operación de desgaste
Génova apuesta a intentar tumbar a Ribera, pero eso son palabras mayores y lo saben, así que este martes celebraban como una victoria el hecho de que el PPE decidiera retrasar la votación sobre Ribera, cuya aprobación por parte de las comisiones parlamentarias depende completamente del voto favorable de los democristianos europeos. Como consecuencia, socialdemócratas y liberales de Renew Europe, los dos otros grandes partidos de la conocida como “mayoría proeuropea”, forzaron a retrasar la decisión sobre los otros cinco vicepresidentes ejecutivos que se sometieron al examen de la Eurocámara.
Lejos de calmarse las cosas han empeorado este miércoles. Von der Leyen ha intervenido para intentar poner fin a una crisis que está poniendo en riesgo que el próximo colegio de comisarios pueda ser aprobado antes del 1 de diciembre, que era el objetivo en Bruselas. La alemana se ha reunido con Manfred Weber, presidente del PPE, Iratxe García, presidenta de S&D y Valérie Hayer, presidenta de Renew Europe. “No ha habido acuerdo”, coinciden fuentes de todos los partidos involucrados. Fuentes populares se muestran especialmente escépticas sobre la posibilidad de alcanzar un pacto a corto plazo.
Fuentes socialistas europeas buscan también mantener firme su posición, señalando que si Von der Leyen y el PPE quieren pasar por encima de Ribera y quieren mantener a Fitto como vicepresidente ejecutivo, algo que aceptan de hecho los eurodiputados socialistas italianos del PD, aunque no otras delegaciones, puede optar por la “otra mayoría”, en referencia a la suma del PPE con ECR y los partidos de extrema derecha, los Patriotas por Europa (PfE) y los Soberanistas (ENS). “No es una cuestión española”, aseguran fuentes socialistas, que insisten en asegurar que se ha producido una ruptura más profunda que ha partido de la posición popular respecto a Fitto.
La realidad es que Fitto es un rehén. Los socialistas pueden dejarle pasar, pero si le están apuntando es porque saben que es de las pocas herramientas con las que cuentan para presionar al PPE para que no tumbe a Ribera. Los populares hasta ahora afirmaban lo contrario: eran los socialistas los que amenazaban a Fitto, y si él deja de tener problemas Ribera no tenía por qué tenerlos. Eso era hasta este martes al mediodía. Ahora, además de liberar a Fitto, exigen estas dos nuevas condiciones a Ribera, dar explicaciones en el Congreso y comprometerse a dimitir en caso de ser imputada.
Todo el mundo duda cuán lejos está dispuesto a llegar el PPE y hasta qué medida el resto de eurodiputados populares de otros países con comisarios designados cuya toma de posesión el 1 de diciembre ahora está pendiendo de un hilo están dispuestos a seguir a Weber hasta el final. El político alemán tiene muchas cuentas pendientes con Von der Leyen, con la que tiene una muy mala relación desde 2019, y también con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, con el que tuvo un encontronazo en el Pleno del Parlamento Europeo a finales de 2023. Tiene mucho poder dentro del PPE y quiere ser un jugador importante en la política de Bruselas, pero este movimiento es el más arriesgado que ha hecho hasta ahora.
El Partido Popular Europeo (PPE) está empezando a poner precio a poner fin con la “crisis Ribera”, aunque fuentes socialistas apuntan a una ruptura mucho más profunda, que marca “un antes y un después” en la política de la Eurocámara. La bancada liderada por el alemán Manfred Weber ha señalado que se abriría a plantearse aceptar a la vicepresidenta del Gobierno para el cargo de vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Transición Justa, Limpia y Competitiva si cumple con dos condiciones: dar explicaciones antes ante el Congreso de los Diputados y comprometerse a dimitir en caso de imputación a raíz de la gestión de la DANA.
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