Trump en la Casa Blanca: ¿Se volverá Marruecos de nuevo a envalentonar como sucedió en 2020?
El rey Mohamed VI se alegra de la reelección del candidato republicano y le agradece de nuevo que hace cuatro años reconociese la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental
Donald Trump fue, en diciembre de 2020, el primer líder de un país democrático que reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Su regreso a la Casa Blanca enardece al palacio real marroquí. Su victoria electoral coincide además con el 49 aniversario de la famosa Marcha Verde que permitió al rey Hassan II adueñarse de esa colonia española.
En su mensaje de felicitación a Trump, el rey Mohamed VI de Marruecos le expresó su gratitud por ese reconocimiento que tachó de “gesto memorable” que selló un vínculo aún más sólido. Fue “un hito y un punto de inflexión, reflejo de la verdadera profundidad de esta relación especial y secular, que abre la perspectiva de una cooperación aún mayor y de una asociación estratégica más amplia”, escribió el monarca en su telegrama.
Es posible que Trump no supiese en un mapa donde estaba el Sáhara Occidental, pero su yerno, Jared Kushner, quería que Marruecos se incorporase a los llamados Acuerdos de Abraham mediante los cuales varios países árabes normalizaron sus relaciones con Israel. El precio que puso Rabat para establecer relaciones diplomáticas con Tel Aviv fue el reconocimiento de que el Sáhara es marroquí. Trump lo pagó sin titubear.
Esa iniciativa de Trump está en el origen de la crisis que Marruecos desencadenó con España y también de las tensiones que generó con otros países europeos como Alemania. El mismo día en que Trump anunció en la red social X ese reconocimiento, el 10 de diciembre de 2020, el Gobierno marroquí suspendió, alegando razones sanitarias, la cumbre que una semana más tarde iba a celebrar con el español.
Los verdaderos motivos de la cancelación eran de otra índole. La diplomacia marroquí quería que en el comunicado final de la cumbre el Gobierno español renunciara a su aparente neutralidad y diera un paso en la misma dirección que Trump sin llegar quizás tan lejos, según recuerdan fuentes diplomáticas. Tuvo que esperar 15 meses más para conseguirlo cuando, el 14 de marzo de 2022, el presidente Pedro Sánchez escribió una carta al rey Mohamed VI alineándose con la solución que propugna el monarca para resolver el conflicto.
Cuando el monarca alauí señala en su telegrama de felicitación del miércoles que anhela “una cooperación aún mayor y de una asociación estratégica más amplia” lo primero que debe de tener in mente son las tareas que dejó Trump pendiente a su sucesor, Joe Biden, y que este no cumplió: la apertura de un consulado de EEUU en Dajla (antigua Villa Cisneros) y que las maniobras militares African Lyon, que efectúan los ejércitos marroquí y estadounidense, abarquen al Sáhara Occidental.
Desde una perspectiva española se teme, tras la victoria de Trump y el espaldarazo del presidente Emmanuel Macron a Mohamed VI, que la diplomacia marroquí vuelva a envalentonarse como lo hizo a finales de 2020. España es la antigua potencia colonial y los gestos que pueda hacer revisten especial importancia a ojos de Rabat. El primero que reivindican las autoridades marroquíes es que le transfiera el control del espacio aéreo del Sáhara Occidental, que desde 1975 se efectúa desde Las Palmas. El siguiente sería que el Gobierno español emule a Trump y Macron.
En el análisis que hacen las cancillerías de las consecuencias de la victoria de Trump sobre el Magreb se esgrime otra hipótesis, muy poco probable, pero altamente preocupante. El Frente Polisario libra una guerra de muy baja intensidad contra Marruecos desde la franja oriental del Sáhara Occidental, una quinta parte del territorio, que controla. Con Trump en la Casa Blanca quizás haya llegado el momento para el Ejército marroquí de apoderarse de todo el territorio. ¿Cómo reaccionaría entonces Argelia, el valedor de la guerrilla saharaui?
Abdelaziz Rahabi, profesor y exportavoz del Gobierno argelino, no cree que Trump vaya más allá de lo que ya fue en 2020. “EEUU ha alcanzado el límite y el asunto del Sáhara Occidental no es para nada una prioridad en su agenda diplomática”, comenta al teléfono. La franja oriental del desierto es además “la menos útil”, recuerda. “No hay agua ni minerales”.
El marroquí profesor Aboubakr Jamai, decano de la rama en España del American College of the Mediterranean, opina que la diplomacia norteamericana pondrá a partir de ahora “aún más trabas para la autodeterminación” de los saharauis desde su puesto de miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que cada año en octubre aprueba una nueva resolución sobre el conflicto.
Donald Trump fue, en diciembre de 2020, el primer líder de un país democrático que reconoció la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Su regreso a la Casa Blanca enardece al palacio real marroquí. Su victoria electoral coincide además con el 49 aniversario de la famosa Marcha Verde que permitió al rey Hassan II adueñarse de esa colonia española.
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