Es noticia
Soy cubano y esto es lo que aprendí criándome entre huracanes
  1. Mundo
Gestión de la DANA

Soy cubano y esto es lo que aprendí criándome entre huracanes

Si bien pudiera vincularse al más elemental populismo comunista, la gestión cubana de los desastres naturales tiene elementos que podrían tenerse en cuenta

Foto: La ONU busca movilizar 33 millones de dólares para afrontar los estragos de Óscar en Cuba.
La ONU busca movilizar 33 millones de dólares para afrontar los estragos de Óscar en Cuba.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

¿Qué hay que hacer para enfrentarse a un desastre natural de gran intensidad? ¿Quién debe manejar y administrar los recursos? ¿Qué debe esperar la ciudadanía de su clase política? España ha sufrido su mayor tragedia en décadas y las preguntas anteriores no han tenido una respuesta clara. Ver a tantas personas damnificadas y el altísimo nivel de devastación me han recordado a mi país. En Cuba, desde muy pequeño, asumes la enorme probabilidad que existe de que tu barrio termine como Paiporta.

En noviembre de 2001, el huracán Michelle arrasó la provincia de Matanzas y murieron cinco personas. Torres de alta tensión de decenas de metros quedaron reducidas a escombros cerca de mi casa. “Ahora se convirtieron en pelotas de fútbol”, trató de explicarme mi padre. Era el primer episodio sobre esos fenómenos que siempre nos obligaron a buscar refugio en casa de amigos o familiares. Mi casa tenía techo de fibrocemento y pasar un huracán allí era muy peligroso.

Michelle tocó tierra en Cuba con vientos superiores a los 240 kilómetros por hora y provocó la evacuación de 700.000 personas. La escasez crónica de alimentos, el transporte deficitario o la precariedad de muchas viviendas, problemas casi perennes en la isla durante las últimas seis décadas, no impiden que los cubanos se protejan de los huracanes. El sábado 2 de noviembre, por ejemplo, se evacuaron municipios completos de la provincia de Guantánamo ante la inminencia de fuertes lluvias. Como informamos en El Confidencial hace casi dos semanas, el huracán Óscar dejó ocho muertos y dos desaparecidos en Guantánamo porque un apagón nacional había impedido que muchos se informaran y prepararan.

El régimen de La Habana ha capitalizado el enfrentamiento a estos fenómenos meteorológicos desde que en octubre de 1963 el huracán Flora dejara 1.126 muertos. Fidel Castro decidió crear entonces la Defensa Civil, “que se concibe como un sistema integrado por todas las fuerzas y recursos de la sociedad y del Estado”, según la enciclopedia oficial, “con la función de proteger a las personas y sus bienes, la infraestructura social, la economía y los recursos naturales”. Dicha entidad se activa ante desastres naturales y se vincula al Ejército bajo las órdenes directas del gobierno nacional.

El enfrentamiento a desastres en Cuba contiene elementos que podrían tenerse en cuenta en España

La profundísima crisis que atraviesa la sociedad cubana, agudizada en el último lustro y reportada por este diario, evita que la mayor isla del Caribe pueda ser un referente en muchos aspectos para otros países. Sin embargo, el enfrentamiento a desastres que ha liderado el régimen cubano contiene elementos que podrían tenerse en cuenta en situaciones como la que vive España en estos momentos. Incluso la ONU ha reconocido la eficacia que ha logrado La Habana en contextos de devastación.

Un elemento ampliamente cuestionado por los damnificados de Valencia ha sido la falta de información. En Cuba la primera acción de la Defensa Civil es declarar la Fase Informativa mucho antes de que un fenómeno atmosférico pueda representar un peligro inminente para la población. El lunes, por ejemplo, se estaba formando una tormenta a miles de kilómetros de la isla, en el Caribe colombiano, y ya 11 provincias cubanas tenían que monitorizar su evolución.

España no sufre huracanes, y riadas como la de Valencia son muy poco frecuentes (esta es la mayor en décadas). Pero la relativa calma climática conlleva a que no se tenga una sensación de peligro tan clara como en Cuba, y los protocolos de actuación y vigilancia a veces no se ajustan a la realidad. El jefe de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la Comunitat Valenciana, José Ángel Núñez, llegó a reconocer que el desastre podría deberse a la ausencia de "una cultura del riesgo", a que la alerta, emitida con retraso, "no caló en la población", o quizá los protocolos "son insuficientes o no están hechos para soportar el nuevo escenario climático".

Las grandes evacuaciones demandan recursos que solo el Estado puede garantizar

Otro aspecto determinante en el caso de Cuba ante la gestión de catástrofes es la centralización del poder. El control excesivo del régimen impide que se desarrolle la economía y viola constantemente los derechos humanos más elementales de los ciudadanos, pero el enfrentamiento a huracanes se precia de su omnipresencia y omnipotencia. Las evacuaciones, por ejemplo, una medida infalible para preservar vidas humanas, por lo general se hacen en escuelas o grandes instituciones estatales cuando tienen un carácter masivo. Esos enormes movimientos de personas demandan recursos e infraestructuras que en ocasiones solo el Estado puede garantizar.

Trasladar lo anterior a España para aspirar a una centralización de los mandos a nivel estatal y autonómico en la actuación pública con respecto a la DANA, sería cuando menos complicado debido a los cruces y señalamientos de responsabilidades entre el PSOE y el PP. Eso no aporta mucho. Solo una acción conjunta de los poderes públicos ayudará a los damnificados y agilizará la vuelta a la normalidad.

Osmani Lorenzo Amaro, un joven meteorólogo cubano asentado en EEUU, explica a El Confidencial algunas características del enfrentamiento cubano a huracanes: "Ahora está muy mal, pero unos años atrás, cuando no faltaba tanto la electricidad y de cierta forma aún se podía vivir allí, Cuba era de los mejores países de la región y del mundo a la hora de preservar vidas humanas durante estos fenómenos. En Cuba la dictadura prácticamente obliga a la gente a evacuarse. Aquí en EEUU, por ejemplo, las autoridades piden evacuar, pero mucha gente no se va y después están entre los fallecidos. Se trata de un tema político también, al régimen cubano le gusta manifestar su accionar, sobre todo de cara al exterior, y una de las mejores formas de hacerlo es sacando pecho con la gestión de los huracanes".

Si bien todo lo anterior pudiera vincularse al más elemental populismo comunista, Castro lograba aunar a la sociedad cubana

Un punto que siempre supo capitalizar muy bien el régimen cubano fue el del seguimiento mediático de los huracanes y la posterior recuperación. Fidel Castro parecía un maestro de ceremonias en los partes meteorológicos que se transmitían en cadena nacional cada pocas horas. Aunque solía convertir en un show esos espacios y hasta cuestionar el trabajo de los especialistas, su presencia lograba captar la atención de la gente y extender la sensación de peligro. Luego solía visitar de forma inmediata las zonas afectadas y en ocasiones lideraba directamente las tareas. También solía movilizar a profesionales de toda la isla para trabajar en lo que hiciera falta. Si bien todo lo anterior pudiera vincularse al más elemental populismo comunista devenido en propaganda, Castro lograba aunar a la sociedad cubana en torno al problema y agilizar la recuperación.

Esas fueron algunas de las demandas presentadas por los vecinos de Paiporta a la comitiva gubernamental que entró al pueblo cinco días después del desastre. La gente necesitaba sentir la protección del Estado español, aunque esta devenga en rédito político para uno u otro bando, cuando los cadáveres de sus familiares se descomponían dentro de casas que no tenían servicios básicos ni internet.

¿Qué hay que hacer para enfrentarse a un desastre natural de gran intensidad? ¿Quién debe manejar y administrar los recursos? ¿Qué debe esperar la ciudadanía de su clase política? España ha sufrido su mayor tragedia en décadas y las preguntas anteriores no han tenido una respuesta clara. Ver a tantas personas damnificadas y el altísimo nivel de devastación me han recordado a mi país. En Cuba, desde muy pequeño, asumes la enorme probabilidad que existe de que tu barrio termine como Paiporta.

Cuba DANA Emergencias
El redactor recomienda