Trump tiene un "pequeño secreto" del que todo el mundo habla en EEUU... y se la ha colado a los demócratas
Mike Johnson, niega a EC que exista un complot para amañar las elecciones y explica a qué se refirió Trump con ese comentario en NYC
La mitología electoral estadounidense está llena de conceptos, rituales, parafernalia. "La sorpresa de octubre", "el oráculo Ohio", "la maldición del 'vice'"... Verdades construidas rebuscando en las estadísticas que dejan las elecciones más estudiadas, miradas y diseccionadas del mundo. Verdades hasta que dejan de serlo, que se lo digan al defenestrado 'oráculo de Ohio'. En este escenario mitológico, mientras muchos todavía esperan esa "sorpresa de octubre" que, incluso tres días antes de las elecciones, pueda cambiar el rumbo de los votos, el candidato Donald Trump jugó con el país. Un "pequeño secreto" que el magnate tenía con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y que estaría "teniendo gran impacto".
Durante su polémico mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, —donde uno de sus teloneros desató una oleada de críticas por catalogar a Puerto Rico como "una isla de basura flotante", aunque los insultos racistas y xenófobos también tocaron a palestinos, judíos y demócratas—, Trump declaró frente a 20.000 personas que tenía un "pequeño secreto" con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson.
"[...] Nuestro secreto está teniendo un gran impacto, él y yo tenemos un secreto que os contaremos cuando acabe la carrera", dijo el republicano. ¿A qué se refería Donald Trump? ¿Qué tiene entre manos con Johnson? En una campaña larguísima, pero llena de giros de guion, pareciera que los medios de comunicación todavía no se han hartado de nuevos elementos que "pueden cambiarlo todo". Primero fue el desastroso debate del entonces candidato Joe Biden, luego el intento de asesinato de Trump, la irrupción de Kamala Harris como candidata, la filtración de los comentarios de Trump alabando a Hitler, las bromas de mal gusto sobre Puerto Rico... Y ahora, esto. Los demócratas se echaron las manos a la cabeza pensando que, a lo mejor, el secreto implicaba algún tejemaneje o complot para ganar las elecciones.
La respuesta es mucho más sencilla que eso: "Es por una videoconferencia que tuvimos Trump y yo", relata el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, directamente a El Confidencial. Según ha explicado el republicano en un pequeño mitin en Louisiana, ambos mantuvieron una videoconferencia a la que se unieron medio millón de personas. Uno habló diez minutos, el otro ocho. Peccata Minuta. Pero en ese tiempo, consiguieron reunir a más de medio millón de estadounidenses online para escucharles hablar de las elecciones, el futuro del país, etc.
Este es, según el testimonio de Johnson, el pequeño secreto al que se refería Donald Trump en su polémico mitin del Madison Square Garden del pasado domingo: a la capacidad del candidato de reunir tal volumen de personas en solo una llamada. Niega así que exista ningún complot para amañar el resultado electoral.
Los medios estadounidenses llevan desde ese domingo publicando varios análisis al respecto. The Nation, por ejemplo, elucubró que podría tratarse de un plan para elegir a Trump presidente mediante "elección contingente". Esto significa que, cuando ninguno de los candidatos obtiene la mayoría electoral, es el presidente de la Cámara quien decide. En este caso, esta figura sería la de Mike Johnson, una de las personas más cercanas al republicano. El New York Times, por su parte, barajó la posibilidad de que el “secreto” tuviera algo que ver por evitar a toda costa que Kamala Harris se convierta en presidenta el 6 de enero de 2025, la fecha en que se toma posesión del cargo.
Al tratarse de los comicios más ajustados de la historia reciente de Estados Unidos, cada pequeño comentario es analizado al detalle
El gran revuelo generado es solo un ejemplo de la política del espectáculo. A escasos tres días de las elecciones, los nervios entre electores y candidatos continúan a flor de piel. Al tratarse de los comicios más ajustados de la historia reciente de Estados Unidos, cada pequeño comentario es analizado al detalle. Toda palabra y gesto se estudia y se trata de desentrañar a la perfección, como si las últimas 72 horas antes de la apertura de las urnas fueran a cambiar el sentido del voto de miles de ciudadanos.
Donald Trump lleva cuatro años intentando convencer a la población de que los resultados electorales de 2020 fueron un fraude. Él debía ser el presidente de Estados Unidos y no el demócrata Joe Biden. Muchos republicanos creyeron su mensaje. Tanto, que incluso se produjo el asalto al capitolio el 6 de enero de 2021. Esta escalada de rocambolescos sucesos ha aumentado la desconfianza en el discurso oficial. Los electores dudan de todo y de todos, y por ellos se recurre a cada pequeño comentario para tratar de descubrir esa "verdad" que, según ellos, alguien quiere ocultarles. Nada más lejos de la realidad, al menos según la explicación Johnson, ni él ni Trump tienen pensado alterar el resultado de los comicios.
La mitología electoral estadounidense está llena de conceptos, rituales, parafernalia. "La sorpresa de octubre", "el oráculo Ohio", "la maldición del 'vice'"... Verdades construidas rebuscando en las estadísticas que dejan las elecciones más estudiadas, miradas y diseccionadas del mundo. Verdades hasta que dejan de serlo, que se lo digan al defenestrado 'oráculo de Ohio'. En este escenario mitológico, mientras muchos todavía esperan esa "sorpresa de octubre" que, incluso tres días antes de las elecciones, pueda cambiar el rumbo de los votos, el candidato Donald Trump jugó con el país. Un "pequeño secreto" que el magnate tenía con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y que estaría "teniendo gran impacto".
- El 'worst case scenario': ¿qué pasa si Trump y Harris empatan en las elecciones de EEUU? Lucas Proto. Nueva York
- Por un puñado de votos: ¿será arrastrado Trump por el peor candidato republicano? Lucas Proto. Nueva York EC Diseño
- Puerto Rico, una "isla de basura flotante": el gran 'show' de Trump puede salirle muy caro Lucas Proto. Filadelfia