Por un puñado de votos: miedo, asco y voto anticipado en Las Vegas

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Bienvenidos a la primera (y última) edición de fin de semana de esta newsletter. Faltan tres días para las elecciones, pero ya hay más de 67 millones de votos depositados en las urnas. Y hay malas noticias para los demócratas.

En Nevada, el estado que alberga Las Vegas y que es el que más vota por anticipado de todo Estados Unidos, más de 945.000 personas han depositado su papeleta, lo que representa un 46,5% de los votantes registrados. De estos nevadenses, según reportan medios locales, 320.500 aparecen registrados como demócratas, 365.000 como republicanos, y unos 260.000 como independientes o de otros partidos. Esto supone, en principio, una ventaja de casi 45.000 votos para el Partido Republicano, por lo que Kamala Harris lo tiene complicado en el estado.

Un momento, ¿qué es eso? Me informan por el pinganillo de que, por lo visto, ¡son los republicanos los que tienen que preocuparse!

Resulta que en Pennsylvania, el estado clave más importante, los demócratas están logrando una ventaja clave en el voto de personas mayores. Aunque los republicanos ganaron el voto de los mayores de 65 en las últimas cinco elecciones presidenciales, este año los demócratas aparecen dominando el voto anticipado en este grupo. Según los datos disponibles hasta este sábado, el 58% de los votos emitidos por mayores de 65 años son demócratas, frente al 35% republicano, una diferencia inesperada en un grupo que suele inclinarse por los conservadores. Hasta la vista, Donald Trump.

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¡Pero espera, aún hay más! Parece que los republicanos están logrando números récord en todo el país en lo que al voto anticipado se refiere. Kamala, fue bonito mientras duró. ¿Cómo? ¿Que han votado muchas más mujeres que hombres, un grupo demográfico que beneficia a los demócratas? Señora presidenta, nunca dudé de usted.

En fin, por si no lo habéis deducido, la lección de hoy es que lo mejor es ignorar los datos del voto anticipado. A estas alturas, estas cifras pueden hacerte creer, por igual, que una marea roja o azul se avecina, pero es más un ejercicio de astrología electoral que un análisis real.

Hay múltiples motivos por los que el voto anticipado nos da solo una foto incompleta. Refleja a quienes ya tienen más que claro su opción preferida, pero dice poco sobre los votantes menos motivados o los que deciden a última hora. Además, las comparaciones con elecciones anteriores son engañosas, ya que el contexto pandémico de 2020 alteró por completo el voto por correo. Por si fuera poco, este año, los republicanos están participando más temprano por petición directa de Trump, lo que refleja tácticas de campaña más que una ventaja real.

Un factor adicional a tener en cuenta es que un pilar de la estrategia de Harris durante esta campaña electoral ha sido el de seducir a los republicanos moderados que están descontentos con Trump. Los datos solo nos indican si una persona está registrada como republicana o demócrata, pero no a quién han votado. El papel de los votantes independientes también es un misterio y asumir que votarán 50-50 rojo y azul sería un grave error.

Así que, durante los próximos tres días, cuando veáis titulares anunciando con bombo y platillo que tal o cual candidato está acabado, recordad que el voto anticipado es solo una pieza del rompecabezas. Hasta que los últimos votantes se pronuncien, cualquier predicción en una carrera tan ajustada no es ciencia, sino mirar la bola de cristal.

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La polémica del Washington Post se ha convertido en el tema más recurrente de esta newsletter. Aquí va la última entrega de la saga: un análisis de Ramón González Ferriz sobre si los medios deben recomendar un candidato.

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¿QUÉ APOSTAMOS? Los mercados de apuestas dan a Donald Trump un 60% de probabilidad de ganar frente a Kamala Harris, en contraste con las encuestas que muestran una competencia cerrada. Aunque en elecciones anteriores estos mercados han sido buenos predictores, errores como el de 2016 con Hillary Clinton muestran sus limitaciones. Y como señala The Wall Street Journal, estas apuestas son manipulables, con múltiples indicios de que grandes inversores y un sesgo de usuarios conservadores podrían estar alterando las probabilidades a favor del candidato republicano.

ESTÁN A TOPE. A pocos días de las elecciones, una encuesta de Gallup muestra que el 77% de los demócratas están "más entusiasmados que de costumbre" con la votación, frente al 67% de los republicanos. Newsweek recuerda que, históricamente, esta medida no ha sido el mejor indicador de participación, pero sí sugiere una ventaja de Harris en la movilización en la recta final de la campaña. Los demócratas también han mejorado ligeramente en las encuestas en los últimos días, aunque todo dentro del margen de error. La carrera sigue siendo un empate.

RETÓRICA VIOLENTA. Donald Trump hizo una declaración incendiaria sobre Liz Cheney, excongresista republicana y feroz crítica de su rol en el ataque al Capitolio del 6 de enero, que ha desatado las alarmas. Durante una entrevista con Tucker Carlson, Trump se refirió a Cheney como una "radical belicista" y añadió: "Vamos a ponerla frente a un rifle y ver cómo se siente cuando las armas apunten a su cara". The Washington Post indica que este es solo el último ejemplo alarmante de cómo el expresidente emplea alegorías de violencia contra quienes se oponen a él, especialmente figuras de su propio partido.