El español al frente del 'equipo Trump' que prepara a la UE ante las elecciones en EEUU
El equipo que prepara el terreno en caso de un regreso de Trump a la Casa Blanca está liderado por un español que ha formado parte del gabinete de Vestager
Un equipo dentro de la secretaría general de la Comisión Europea está preparando el terreno ante las elecciones de Estados Unidos, de cuyo resultado dependen muchos de los debates que marcarán los próximos años para el Ejecutivo comunitario liderado por Ursula von der Leyen. Aunque su trabajo es prepararse para todos los escenarios es evidente que uno genera más dolores de cabeza que el otro, y por eso en Bruselas se ha empezado a hablar de ellos como “el equipo Trump” (Trump task force). Al frente del mismo se encuentra el español Alejandro Caínzos, según ha podido saber El Confidencial, aunque hay máxima discreción alrededor de quién forma parte del equipo, de su estructura y de su trabajo. Como todo en la Comisión Von der Leyen, el trabajo es muy vertical, con la presidenta y su oficina en la cúspide.
Caínzos viene del gabinete de Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia. La danesa ha sido probablemente, junto Von der Leyen, la figura más atlantista del saliente Ejecutivo comunitario, y ha tenido muchos intercambios con la administración americana de Joe Biden a través del Consejo de Comercio y Tecnología, que la Comisión Europea y el Gobierno estadounidense pusieron en marcha tras la victoria del actual presidente americano para tratar de reconstruir los puentes que habían volado durante los cuatro años anteriores de Donald Trump en la Casa Blanca.
Durante los últimos años Caínzos, desde dentro del gabinete de Vestager, ha trabajado de cerca en asuntos de seguridad, defensa y también aspectos como el despliegue del 5G en Europa, asuntos relevantes de la relación con Estados Unidos. Además, algunos de los conocedores de la casa, donde goza del respeto y de la confianza de la cúpula, lo identifican como un perfil atlantista, duro con China, en el que los americanos de la actual administración confían, lo que le sitúa como una figura equilibrada para liderar este equipo, que se coordina estrechamente con los Gobiernos de los Veintisiete. Dentro de la Comisión Europea hay sectores claramente más confrontacionales con Estados Unidos, mientras que algunos otros son vistos, también por Washington, como más abiertos a la cooperación y a las dinámicas americanas.
El equipo tiene un trabajo delicado. Técnicamente deben preparar a la Unión Europea para cualquier escenario posterior a las elecciones estadounidenses, pero las dos opciones presentan retos muy diferentes. Una victoria de la demócrata Kamala Harris apuntaría a un statu quo, aunque hay consenso alrededor de la idea de que incluso una victoria demócrata vendrá acompañada de un cierto distanciamiento tras los años de Biden. Pero una victoria de Trump abre la puerta a un regreso a las dinámicas de su primera presidencia, cuando el republicano identificó a la UE como un “enemigo”, estableció aranceles al acero y el aluminio europeo y amenazó con una guerra comercial total con el bloque comunitario. Y en Bruselas, aunque se mantenga la esperanza de una victoria de Harris, cada vez son más los que se decantan por una visión pesimista respecto a los resultados de las elecciones estadounidenses.
La UE no estaba preparada para todo lo que ocurrió durante aquellos cuatro años de la administración Trump. El presidente, con sus amenazas, sus métodos y su disposición a llegar hasta el final, siempre cogió a la Unión con el pie cambiado. El objetivo es que si gana esta vez la Comisión Europea, que tiene la competencia de la política comercial, sea capaz de responder rápidamente.
El candidato republicano tiene, además, una especial fijación por la economía alemana. De hecho, Berlín ya ha puesto en marcha un equipo similar dentro de su Gobierno. Tiene razones para estar preocupada. La incipiente guerra comercial entre la Unión Europea y China después de que la Comisión Europea sacara adelante sus aranceles contra los vehículos eléctricos chinos ya ha generado mucho miedo en su sector automovilístico, y si se establecen aranceles por parte de Estados Unidos, el principal mercado para esta industria alemana, podría empeorar su situación, lastrando también a la economía alemana y a la europea en su conjunto.
El grupo se diseñó este verano bajo la batuta de Ilze Juhansone, secretaria general del Ejecutivo comunitario, y ha comenzado sus trabajos tras la vuelta de septiembre. Se han incluido a algunos miembros de las direcciones generales que más se pueden ver afectados por las elecciones estadounidenses, como la dirección general de Comercio. En todo caso, el shock de una victoria de Trump tiene ramificaciones más allá de los aranceles. Uno de los miedos más extendidos en la capital comunitaria es que el candidato republicano retire el apoyo de Estados Unidos a Ucrania con el objetivo de obligar a Kiev a negociar con Rusia, un movimiento cuya secuencia, explican distintas fuentes, debilitaría al país invadido en una negociación de paz.
El objetivo del equipo es preparar un terreno de negociación con Trump desde el minuto cero. No se trata de trabajar únicamente de una mentalidad defensiva. También consiste en hacer ver a los americanos que la actual Comisión Europea está más alineada con su visión respecto al indo-pacífico y China de lo que lo estaba en 2016. Pero también de demostrar que está mucho más preparada ahora para responder a posibles andanadas de Trump. De hecho, una de las protagonistas del giro que ha hecho a la Comisión más crítica respecto a Pekín, lo que se ha traducido en aranceles a sus vehículos eléctricos, una mayor vigilancia respecto a los subsidios extranjeros y respecto a la presencia china en infraestructuras críticas en la UE, ha sido precisamente Vestager y su equipo.
Un equipo dentro de la secretaría general de la Comisión Europea está preparando el terreno ante las elecciones de Estados Unidos, de cuyo resultado dependen muchos de los debates que marcarán los próximos años para el Ejecutivo comunitario liderado por Ursula von der Leyen. Aunque su trabajo es prepararse para todos los escenarios es evidente que uno genera más dolores de cabeza que el otro, y por eso en Bruselas se ha empezado a hablar de ellos como “el equipo Trump” (Trump task force). Al frente del mismo se encuentra el español Alejandro Caínzos, según ha podido saber El Confidencial, aunque hay máxima discreción alrededor de quién forma parte del equipo, de su estructura y de su trabajo. Como todo en la Comisión Von der Leyen, el trabajo es muy vertical, con la presidenta y su oficina en la cúspide.