Kallas solamente tiene ojos para Rusia: la futura alta representante ya muestra sus cartas

Los socios latinoamericanos y árabes de la Unión Europea esperan con cierta preocupación el cambio de guardia al frente del Servicio Europeo de Acción Exterior, que durante los últimos cinco años ha estado dirigido por Josep Borrell. Su sucesora como Alta Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, la estonia Kaja Kallas, tiene poco que ver con el catalán, con su experiencia y su recorrido.

Nadie sabe exactamente qué esperar de ella, pero la asunción general es que bajo su batuta, el SEAE se centrará únicamente en Ucrania. Kallas ha saltado a los titulares del mundo entero durante su etapa como primera ministra con declaraciones rimbombantes que en ocasiones han irritado a sus socios, como cuando aseguró que la derrota de Rusia era necesaria para evitar la Tercera Guerra Mundial.

En la audiencia que Kallas tendrá que pasar ante el Parlamento Europeo, la estonia tendrá que explicar, especialmente a los eurodiputados con sensibilidad por otras zonas del mundo, como les ocurre a los españoles con América Latina, a los franceses con buena parte de África o a los portugueses con Brasil, que está dispuesta a prestar atención a otros actores más allá de Rusia. Que tiene cierto conocimiento y voluntad de trabajar en otras direcciones. En todo caso, las primeras señales no son especialmente alentadoras.

Como parte del proceso de confirmación ante el Parlamento Europeo, Kallas, como el resto de candidatos a formar parte del colegio de comisarios durante los próximos cinco años, ha tenido que enviar una serie de respuestas escritas a unos cuestionarios enviados por las comisiones parlamentarias que le examinarán el próximo 11 de noviembre. En su caso son la de Asuntos Exteriores (AFET), que es la responsable de la audiencia, junto con la de Derechos Humanos (DROI), Seguridad y Defensa (SEDE), Desarrollo (DEVE), Comercio Internacional (INTA) y Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género (FEMM), que son comisiones invitadas.

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En su misiva, Kallas no menciona ni una sola vez a Israel, a pesar de que es un asunto que domina todos los últimos Consejos de Asuntos Exteriores (CAE) que tendrá que presidir la estonia, y hace solamente cuatro menciones a Oriente Medio. Más allá de eso, la futura Alta Representante menciona solamente una vez América Latina, a pesar de que la UE celebró en 2023 una cumbre con los Estados latinoamericanos y caribeños con el objetivo de hacer más “estratégica” su relación.

Sin embargo, la ex primera ministra de Estonia, que se ha destacado como una de las voces occidentales más duras contra Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero de 2022, menciona hasta en 17 ocasiones a Rusia. Para Estonia, la amenaza de Moscú es una cuestión central en su vida política y social, y para Kallas, personalmente, es también un asunto muy sensible. La sombra del pasado soviético sigue muy presente en Tallín y de hecho la madre de Kallas fue víctima de las deportaciones a Siberia.

“La seguridad europea es algo profundamente personal para mí, como nativa de un país que lleva mucho tiempo diciendo a los demás que el sueño imperialista de Rusia nunca murió”, escribe Kallas en su respuesta al Parlamento Europeo. Así, hace hincapié en la deuda que los países del flanco este de la Unión consideran que el resto del club tiene con ellos por no haberles escuchado cuando advertían del riesgo del régimen de Vladímir Putin.

Todo el mundo espera que la confirmación de la estonia como Alta Representante consagre un giro de la política exterior enfocada fundamentalmente en la cuestión ucraniana. Su nominación va acompañada de la de Andrius Kubilius como comisario de Defensa, un título que quizás debería limitarse al de “Industria de la defensa”, ya que el lituano no tiene las competencias tradicionales en cuestión de defensa. Ambos, una estonia y un lituano, terminan de afianzar esa visión exterior y de seguridad completamente volcada hacia el este y, también, con un vínculo muy fuerte con Estados Unidos.

Porque los Estados miembros del este de la Unión Europea, que tienen la amenaza de Rusia muy presente, no se hacen ilusiones: el único garante de su seguridad son los EEUU. En sus respuestas escritas, Kallas explica que Washington “seguirá siendo el socio y aliado más importante de la UE”. De hecho, la estonia menciona en ocho ocasiones a la OTAN, el segundo actor al que hace más referencias después de Rusia, mostrando que será una Alta Representante que tendrá mucho cuidado de que su acción en ningún momento entre en conflicto con la de la Alianza Atlántica, a pesar de que el encaje entre la UE y la OTAN no siempre es sencillo.

Nada de esto es una sorpresa. La estonia intentó moverse cuando tocaba buscar a un sustituto de Jens Stoltenberg como secretario general de la OTAN, pero para Estados Unidos y otros aliados era demasiado agresiva con Moscú hasta el punto de que podía ser un obstáculo para futuras negociaciones de paz, por lo que no se llegó a considerar su candidatura.

El "rival" chino

Kallas también endurece algo más el tono hacia China, haciendo referencia a Pekín únicamente como “rival sistémico”, sin utilizar toda la definición que se acordó en 2019: que el régimen de Xi Jinping es “socio, competidor y rival sistémico”.

En todo caso, incluso en la cuestión china, la futura Alta Representante la inserta explicando que “los retos más acuciantes son el apoyo de China a Rusia”, aunque después también hace mención a “los desequilibrios estructurales entre la UE y China derivados de políticas y prácticas no comerciales”.

En sus respuestas escritas, Kallas incluye a “en parte” a China junto a Rusia, Irán y Corea del Norte en el grupo de países que “pretenden militarizar las interdependencias y explotar la apertura de nuestras sociedades contra nosotros”. “Debemos estar preparados para ello”, añade Kallas.