Es noticia
La semana del colapso total en Cuba: sin luz, alimentos ni combustible tras el huracán Óscar
  1. Mundo
Empiezan algunas protestas en La Habana

La semana del colapso total en Cuba: sin luz, alimentos ni combustible tras el huracán Óscar

“Vino el huracán y muchas personas ni sabían. Nos cogió de imprevisto”, cuenta a El Confidencial una guantanamera damnificada

Foto: Unos cubanos en La Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)
Unos cubanos en La Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Mientras un colapso energético sumió a Cuba en la oscuridad, el huracán Óscar ha dejado al menos siete muertos en el extremo oriental de la Isla. En varias provincias del país se han registrado protestas antigubernamentales, la población sufre una grave escasez de agua y alimentos, y la falta de comunicaciones genera una desinformación que empeora el panorama. El Confidencial conversa vía telefónica con cuatro cubanos de diferentes zonas del país para constatar los efectos de esta situación, una especie de tormenta perfecta que va desde la falta de combustible a la desaparición de la ayuda económica china y que se ha exacerbado este último verano. Ahora la compañía eléctrica confirmó la vuelta de la luz tras cuatro días de apagón, pero un 30% de la isla sigue sin electricidad.

“Estamos regular, un poco estropeados por el paso del huracán Óscar”, cuenta Ilcia Labañino Paumier, una mujer de 64 años residente en la provincia de Guantánamo. “Hay muchos techos y casas derrumbadas, se cayeron muchos árboles. Esto ha sido un desastre, porque vino (el huracán) y muchas personas ni sabían que llegaba por problemas que tenemos con la corriente. Nos cogió de imprevisto. Llevamos cuatro días sin luz”, dijo antes de que volviera la luz.

Labañino vive en El Jamal, un poblado con casi 8.000 habitantes del municipio Baracoa, hacia el sureste. “Nosotros estamos un poco lejos del mar —explica la guantanamera—, pero en la ciudad (la homónima Baracoa) sí hubo penetraciones del mar. No hemos podido saber mucho más porque no tenemos servicio eléctrico. Lo poco que yo tenía en la nevera lo he perdido. Ahora estoy cocinando con carbón (vegetal) porque no tengo gas licuado para utilizar mi cocina”.

Los municipios costeros del extremo oriental guantanamero recibieron durante la madrugada de este lunes el embate de Óscar, un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson que se había formado días antes en el Atlántico central. Este fenómeno ha dejado “afectaciones fuertes en (los municipios) Baracoa, Maisí e Imías, con inundaciones inéditas”, dijo en la red social X Miguel Díaz-Canel, el líder del Partido Comunista que controla a Cuba.

Foto: Montones de basura en La Habana, Cuba. (Reuters/Norlys Perez)

Pocas horas más tarde, Díaz-Canel agregó: “Emergencia en Imías y San Antonio del Sur. Según datos preliminares, hay siete fallecidos en terrenos históricamente secos. Se realizan rescates en esos municipios guantanameros, donde hay zonas aún inaccesibles”.

Además de las inundaciones, la destrucción de viviendas termina siendo el principal problema para los afectados por estos fenómenos meteorológicos. Los materiales de construcción no se consiguen con mucha facilidad en Cuba, pero Labañino y su familia tratan de ingeniárselas: “El aire me llevó dos tejas (de fibrocemento) del techo de la casa. A la casa de mi hermano también se le fue un lado de la cubierta. Lo estamos remendando. Algunas tejas se perdieron completamente porque se destrozaron”.

placeholder Una familia cubana caminando por La Habana Vieja en pleno apagón. (Foto: Marcel Villa)
Una familia cubana caminando por La Habana Vieja en pleno apagón. (Foto: Marcel Villa)

La situación no es precisamente mejor en el resto de Cuba mientras Óscar se aleja de su costa noreste debilitado a tormenta tropical. Desde la ciudad de Camagüey, cabecera de la provincia homónima, el periodista independiente José Luis Tan Estrada explica a El Confidencial: “En algunas zonas del país han puesto a ratos la corriente, pero aquí en Camagüey llevamos sin luz desde el viernes. Ahora ha sido general el apagón, pero aquí llevamos más de un mes con apagones de 15 horas diarias como promedio. Somos de las provincias que más han sido afectadas”.

El déficit de generación eléctrica había aumentado durante las últimas semanas en Cuba debido a la escasez crónica de combustibles y al creciente deterioro de la red de termoeléctricas. “Los apagones a veces llegaban hasta las 20 horas ininterrumpidas —continúa Tan—, ponían la luz a la 1:00AM y la quitaban a las 5:00AM. Ahora llevamos cuatro días sin corriente y la comida se ha echado a perder. Es muy poco lo que se puede conseguir de comida porque además los precios están elevadísimos y más en estos días. Tuvimos que cocinar todo lo que teníamos como si no hubiese un mañana. En la provincia hace un mes que no hay gas licuado y sin electricidad solo queda utilizar leña o carbón. Un saco de carbón cuesta casi un salario mínimo”.

placeholder Bolsas de basura en la Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)
Bolsas de basura en la Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)

La casi inexistente oferta de alimentos en los mercados estatales se une a que el Gobierno cubano no tiene los productos que debía garantizar en la canasta familiar regulada. “Hace más de tres días que (las autoridades) no venden leche para los niños —explica Tan, a pesar de que Camagüey es uno de los territorios de mayor masa ganadera—. Tampoco han vendido más pan en las bodegas, algo de lo que dependen muchas personas. Hay un apagón de todo tipo que afecta desde los servicios hasta internet. Las personas están descontentas, desesperadas, y ya no creen en lo que dicen las autoridades”.

Colapso total de los cubanos

Tan considera que la sociedad cubana está pasando por un “colapso total” y que el gobierno no tiene cómo sacar a los ciudadanos de la crisis. “Si (las autoridades) tuvieran la voluntad de arreglar esto —amplía el periodista de 28 años— dejarían de invertir en hoteles para destinar el dinero a infraestructuras necesarias. Yo no pierdo la fe ni la esperanza, porque esta dictadura no puede durar 65 años más”.

placeholder Cubanos caminando por La Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)
Cubanos caminando por La Habana Vieja. (Foto: Marcel Villa)

El hastío descrito por Tan se ha canalizado a través de varias protestas a lo largo de toda la Isla. Como ha sucedido en los últimos años, la falta de electricidad se ha convertido en un catalizador para que los cubanos expresen su rechazo hacia las políticas impuestas por el Partido. Según varios videos y fotografías publicadas en X por el periodista independiente cubano José Raúl Gallego, han ocurrido protestas en los municipios habaneros de Arroyo Naranjo y Centro Habana, además de en Manicaragua, provincia de Villa Clara.

En el barrio de San Leopoldo, en Centro Habana, los manifestantes corearon “Díaz-Canel singao”. Esta última palabra es un término coloquial cubano que significa lo mismo que “hijo de puta” en España. Desde las históricas protestas del 11 de julio de 2021, esa consigna ha servido para cuestionar la gestión del Gobierno. De acuerdo con el bosquejo realizado por el medio independiente DIARIO DE CUBA, gritos similares se escucharon también en los municipios capitalinos Guanabacoa, Habana del Este, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre, Marianao y La Habana Vieja.

placeholder Un jóven caminando. (Foto: Marcel Villa)
Un jóven caminando. (Foto: Marcel Villa)

El fotorreportero independiente Marcel Villa, quien ya ha colaborado anteriormente con El Confidencial, recorrió en la noche del domingo el barrio de Jesús María en La Habana Vieja: “Eso estaba caliente ahí, me sentí bastante inseguro con la cámara. En la calle Bélgica, donde se reúnen muchos vagabundos, había un ambiente muy malo. Allí vi a muchos borrachos y drogados, había violencia y trifulcas. Cada poco escuchaba un grito o un golpe. Las luces que vi eran de motos y celulares. Algunos de los pocos que tienen generadores privados ponía algún bombillo alumbrando hacia la calle, pero casi todo estaba oscuro”.

El panorama descrito por Villa en La Habana Vieja responde también a que ese es el municipio más densamente poblado de toda la Isla (21.000 habitantes por kilómetro cuadrado). Todas esas personas viven en edificaciones con avanzados estados de deterioro (muchas datan del siglo XIX o principios del XX), y que ahora no cuentan con los servicios mínimos. “La gente estaba cocinando con leña en la calle —describe Villa—. Algunos sitios privados o vecinos con dinero hicieron ajiacos para repartir. Muchos no tienen nada porque lo perdieron todo debido a la falta de refrigeración. El agua es otro problema, yo mismo tuve que meterme en la cisterna con un cubo para poder cocinar y bañarme”.

Un vecino de Centro Habana aseguró bajo condición de anonimato a esta redacción que la inseguridad que se vive ahora mismo en La Habana ha generado el acuartelamiento de un grupo de estudiantes en una escuela. “Los muchachos de la sede de la Escuela Nacional de Arte que está en la esquina de las calles Zanja y Aramburu, tienen prohibido salir. No pueden salir de sus residencias ni a comprar comida para que no les ocurra nada si hubiese alguna protesta”, explicó el vecino.

Para poder comunicarse y compartir las fotografías expuestas en este texto, Villa tuvo que recorrer varios municipios habaneros para encontrar una zona con cobertura donde pudiera conectarse a internet a través de los datos móviles. “Quizás ese apagón de internet se debió a la falta de electricidad, pero también pudo tumbarla el Gobierno. La Habana que yo vi el domingo se me parecía a la Isla Tortuga de la película Piratas del Caribe. Las calles estaban muy oscuras y llenas de marginalidad”, concluye Villa.

Foto: Un grupo de niños en las calles de La Habana. (Marcel Villa)

En la ciudad de Cárdenas, la segunda más poblada de la provincia de Matanzas, tantas horas de apagón también han precarizado la vida cotidiana. “La situación en Cuba no tiene nombre”, declara bajo condición de anonimato a El Confidencial una joven. “La mayoría de la gente está cocinando con leña, porque un saco de carbón está a 2.500 pesos. Algunos vecinos que tienen plantas eléctricas cobran para cargarle el teléfono a las personas, otros lo hacen de gratis. La comida se echa a perder toda. Una vecina mía botó casi 70 libras de pescado. Hay muchos lugares sin agua”.

Un 'oasis' en los hoteles para turistas

Este testimonio se refiere a los pocos oasis de normalidad que suelen quedar en Cuba: los hoteles para turistas extranjeros. El paso de los huracanes por la Isla genera prolongados cortes de electricidad en territorios donde existen grandes plantas hoteleras, pero esas instalaciones están equipadas con grupos electrógenos para que no les falte la electricidad bajo ninguna circunstancia. En medio del actual apagón general, la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia aseguró que sus clientes alojados en Cuba “no tienen problemas con el suministro de electricidad y agua, pues todo sigue funcionando como de costumbre”.

Buena parte de los mejores hoteles de la Isla son administrados por las cadenas españolas Meliá e Iberostar, gigantes que garantizan en esas instalaciones productos y servicios muy codiciados por los cubanos. Los trabajadores de esos hoteles se las ingenian para surtir al mercado negro desde quesos o jamones, hasta champús o toallas. La demanda de todo cuanto se pueda extraer de estos oasis turísticos se dispara en contextos como el actual.

“Otros están cargando hielo para sus casas desde los hoteles de Varadero en que trabajan, solo así se puede subsistir”, explica la joven cardenense de 30 años residente en el reparto Fructuoso Rodríguez.

“Agua fría ya casi nadie tiene”, continúa. “He visto a niños llorando porque están locos por tomar agua fría. De verdad que es horrible la situación. Un camión cisterna vino a distribuir agua ayer aquí al barrio, pero supongo que la consiguió alguien particular porque no creo que el Estado lo haga”.

Al momento en que se redacta este texto la gran mayoría del territorio cubano permanece sin electricidad. Ahora, durante la madrugada, ha vuelto.

Mientras un colapso energético sumió a Cuba en la oscuridad, el huracán Óscar ha dejado al menos siete muertos en el extremo oriental de la Isla. En varias provincias del país se han registrado protestas antigubernamentales, la población sufre una grave escasez de agua y alimentos, y la falta de comunicaciones genera una desinformación que empeora el panorama. El Confidencial conversa vía telefónica con cuatro cubanos de diferentes zonas del país para constatar los efectos de esta situación, una especie de tormenta perfecta que va desde la falta de combustible a la desaparición de la ayuda económica china y que se ha exacerbado este último verano. Ahora la compañía eléctrica confirmó la vuelta de la luz tras cuatro días de apagón, pero un 30% de la isla sigue sin electricidad.

Cuba
El redactor recomienda