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"Es más peligrosa la calle que el cielo, en los refugios estamos seguros": año nuevo en Tel Aviv
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"Irán va a arder, ya verás"

"Es más peligrosa la calle que el cielo, en los refugios estamos seguros": año nuevo en Tel Aviv

Los vídeos de las defensas antiaéreas destruyendo los proyectiles se acumulan en los móviles de los israelíes, que recuperan la normalidad a la espera de acontecimientos

Foto: Un vehículo dañado por un misil iraní en Tel Aviv. (Reuters/Nir Elias)
Un vehículo dañado por un misil iraní en Tel Aviv. (Reuters/Nir Elias)
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Israel vivió el día después del ataque iraní en aparente normalidad. Al menos las calles de Tel Aviv, la principal urbe del país, presentaban un ritmo parecido al de un día cualquiera, si acaso condicionado porque el país celebra Rosh Hashaná, el año nuevo del calendario judío.

En los móviles de los israelíes se acumulan y comparten los vídeos de las defensas antiaéreas interceptando los cohetes lanzados por el régimen de los ayatolás. Las mismas imágenes se repiten una y otra vez en todos los aparatos, podría ser el mismo vídeo, de hecho. Muestran la lluvia de decenas, tal vez cientos, de proyectiles iluminando el cielo oscuro de Israel.

La tecnología militar y la costumbre de que casi todas las edificaciones de Israel cuenten con un refugio redujo a cero las bajas humanas en uno de los mayores desafíos lanzados desde Teherán, junto al que llevaron a cabo en abril con características y consecuencias similares. Solo se conoce la muerte de un ciudadano palestino en Cisjordania que tuvo la mala fortuna de que le cayó encima uno de los misiles interceptados cuando paseaba por la calle.

Foto: La base Miguel de Cervantes en Marjayún, en el sur del Líbano, en una foto de archivo. (EFE / Noemí Jabois)

Hay vaticinios para todos los gustos a esta hora sobre cuál será el siguiente paso. “Irán va a arder después de las vacaciones, ya verás”, dice Tzion. Tiene 57 años y es conductor de autobuses en Tel Aviv. Presume de que se llama como Jerusalén, por el monte Sion.

"Dios está conmigo"

Pelo cano, complexión atlética, nació en Israel en el seno de una familia rusa y afirma que el martes no pasó miedo. Se encoge de hombros cuando se le pregunta por la lluvia de misiles y responde con una sonrisa. “Dios está conmigo, no soy religioso, pero Dios está conmigo”, añade.

Tiene prisa por agotar su turno para llegar a casa a celebrar Rosh Hashaná. Tiene que ayudar con los preparativos. La tradición marca que se cena manzana con miel o mermelada para dar la entrada a un año dulce. Antes de irse, se lamenta de una última hora en su móvil que informa de la muerte de siete soldados en la incursión en Líbano. Minutos después, la cifra asciende a ocho fallecidos.

Las palabras de Tzion sobre lo que le espera a Irán son una adaptación del mensaje que emitió el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Avisó que el país chií, y su principal antagonista en la región, pagará por el error de haberles atacado.

Foto: El sistema israelí de defensa antiaérea Cúpula de Hierro intercepta misiles disparados desde el sur del Líbano. (EFE / EPA / ATEF SAFADI)

La celebración del año nuevo judío relajó los habituales atascos en Tel Aviv. La festividad, que dura hasta el viernes, propicia reuniones familiares y cenas generosas que se pueden ver interrumpidas en cualquier momento si suenan las alarmas. Las sirenas obligan a buscar el refugio más próximo, a ser posible que no se tarde más de 90 segundos en llegar.

Israel es hoy un país con varios frentes abiertos: Gaza, Líbano, Irán, Yemén... El mundo se encoge ante la perspectiva de que el ataque iraní desate una guerra directa en la región. La lluvia de misiles está presente en las conversaciones.

De Ucrania a Tel Aviv

Al conductor de autobuses le sorprendió muy cerca el atentado también de este martes en una estación de tren en Jaffa, muy cerca de Tel Aviv. Varios hombres armados, que luego fueron abatidos, abrieron fuego contra la gente. Mataron a seis personas. Cuando llegó Tzion, la zona ya estaba tomada por uniformados.

“¿Has visto el vídeo?”, pregunta Mila, 30 años. Saca su móvil para mostrar las imágenes del ataque. “El tren siguió la marcha con cadáveres dentro del vagón”, se estremece. El israelí medio es un voraz consumidor de noticias. En la programación televisiva abunda la oferta de canales con información las 24horas. Recuerdan la cifra de días que el país lleva en guerra desde el atentado del 7 de octubre.

Desde hace un tiempo ese consumo casi compulsivo de alertas, avances informativos y noticias de última hora se ha trasladado a los móviles. Mila es de origen ucraniano y llegó hace dos días de ver a su familia en aquel otro país en guerra, hoy en segundo plano. Su madre vive en la zona del Donbass, invadida por Rusia. Dice que a ella le dan más miedo los atentados como el de Jaffa que la lluvia de cohetes. “Es más peligrosa la calle que el cielo, con los refugios estamos seguros”.

Lo que dice Mila lo comparten muchos de sus compatriotas consultados por este periódico. Israel obliga a que la mayoría de edificaciones cuenten con un búnker de seguridad. Los hay mejores y peores, más equipados y más precarios. En las horas previas al ataque, unos vecinos que en su casa no tienen sala acorazada se acercaron a la de Mila a pedir un hueco ante las noticias de un ataque inminente de Irán. Iban con los perros.

Mila dice que ella no celebrará el año nuevo, cuenta que no tiene ganas de festejar nada en estas condiciones. “Excepto mi cumpleaños”, matiza con la única sonrisa de toda la conversación. A esa hora, uno de los canales de televisión israelí rotula su programación con el mensaje de "año nuevo, esperanza nueva".

Foto: (Fuente: Reuters)

El martes, los israelíes estuvieron en los refugios durante algo más de una hora, es el mismo tiempo en el que permaneció cerrado el espacio aéreo del país. Al terminar, el aeropuerto internacional de Ben Gurion, en Tel Aviv, restableció su funcionamiento.

Prácticamente, todas las compañías europeas han suspendido sus vuelos a Israel durante los próximos días. Siguen operando las de Israel, como ELAL, aunque estos días siguen un trayecto distinto al habitual antes de aterrizar. De este modo da el pueblo judío la bienvenida al año 5785 de su calendario.

Israel vivió el día después del ataque iraní en aparente normalidad. Al menos las calles de Tel Aviv, la principal urbe del país, presentaban un ritmo parecido al de un día cualquiera, si acaso condicionado porque el país celebra Rosh Hashaná, el año nuevo del calendario judío.

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