Austria ha perdonado ya 'el caso Ibiza': la ultraderecha lidera sondeos para ganar las próximas elecciones
El eje anti Unión Europa contaría con un nuevo socio. Los sondeos dan a la extrema derecha del FPÖ un 27%, justo por delante del Partido Popular Austriaco ÖVP (25%)
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La borrasca Boris dejó carteles electorales sumergidos en las inundaciones a su paso por Austria, unos días antes de las elecciones parlamentarias que se celebran este domingo. No es la única tormenta que se avecina. Para muchos austriacos parece inevitable que la extrema derecha de Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) sea la vencedora de las elecciones del 29 de septiembre. Se trataría de la primera vez que el partido ultra gana en unos comicios generales en la historia reciente de Austria.
Al menos eso es lo que responden los votantes austriacos cuando se les pregunta qué partido creen que será el ganador. David Pfarrhofer, del Instituto de Mercado de Linz en Austria, que ha planteado la misma pregunta antes de muchas elecciones al Consejo Nacional, afirma: "Aún no es seguro si el primer puesto que aparece en nuestra encuesta lo ocupará el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), pero las expectativas de una victoria electoral del FPÖ son muy altas". Como en otros países europeos, son principalmente los hombres jóvenes encuestados quienes se identifican con el FPÖ.
En los últimos sondeos previos a las elecciones, el Instituto de Mercado de Linz vaticina que la extrema derecha del FPÖ obtendría un 27%, justo por delante del Partido Popular Austriaco ÖVP (25%) y muy por delante de los socialdemócratas del SPÖ (20%). Según Pfarrhorer, la diferencia de dos puntos porcentuales con el FPÖ podría estrecharse si el ÖVP sigue transmitiendo confianza: "El 14% de las personas que inicialmente mencionaron otro partido dicen que su segunda opción es el ÖVP, lo que indica una cierta disposición a cambiar de partido".
Del caso Ibiza a liderar los sondeos
En Austria, el tiempo y una pandemia por medio, han enterrado el escándalo. El conocido como "Ibiza-Affäre", en alemán, (el "caso Ibiza") que involucró al entonces vicecanciller austriaco, Heinz-Christian Strache, líder del partido ultra FPÖ y a su segundo, ha pasado a un segundo plano. El caso estalló cuando los dos aparecieron en un vídeo filmado en secreto en el verano de 2017 en la isla, en el que se ofrecían a comprar a políticos y coberturas en medios en Austria a la supuesta sobrina de un oligarca de Rusia.
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El escándalo provocó la ruptura de la coalición de gobierno con el ÖVP. El FPÖ fue expulsado del gobierno en mayo de 2019 y esto dio lugar a nuevas elecciones. El FPÖ sufrió una pérdida significativa de diez puntos porcentuales. El ÖVP logró avances importantes e incorporó al Partido Verde al gobierno como socio de coalición. Sin embargo, el FPÖ remontó con su nuevo líder, Herbert Kickl, que lleva en el partido desde 1995 y es conocido por excesos, entre ellos, la autoría del eslogan "Wiener Blut – zuviel Fremdes tut niemand gut (Sangre vienesa – demasiados extranjeros no hacen ningún bien a nadie") o "Abendland in Christenhand" ("Occidente en manos cristianas").
¿Un nuevo socio en el eje anti-UE?
El FPÖ se encuentra en el extremo derecho del espectro político en Austria y cuenta con contactos documentados con extremistas como 'los identitarios', que flirtean abiertamente con el nacionalsocialismo y promueven la idea de que las poblaciones blancas del país están siendo reemplazadas gradualmente por inmigrantes. No se distancia lo suficiente del nacionalsocialismo, pero eso no significa que todos sus votantes simpaticen con él. Al igual que otros partidos de derechas en Europa, el tema más importante del FPÖ es la inmigración y cómo detenerla o, al menos, reducirla. Se trata de un tema muy emocional que apela a los miedos.
La postura más controvertida del partido de extrema derecha austriaco, sin embargo, tiene que ver con la política exterior. El FPÖ se ha posicionado tradicionalmente a favor de Rusia. Si ganara el FPÖ, este supondría el mayor giro del gobierno austriaco. Una probable buena relación entre Kickl con la Hungría de Orbán y la Eslovaquia de Fico reforzaría enormemente el eje anti-UE a nivel europeo y podría llevar a que otras fuerzas críticas con la UE ganen fuerza y se unan a este eje. Es el único partido de Austria en este sentido. Si pasa a formar parte del próximo gobierno, se puede esperar un cambio en la política exterior y una suavización de la solidaridad con Ucrania.
El otro punto en política exterior es Schengen. Austria es el único país, al menos oficialmente, que tiene reservas sobre la plena adhesión de Bulgaria y Rumanía a Schengen. El veto austriaco al acceso de Rumanía y Bulgaria se produjo mucho antes de que comenzara la campaña electoral, pero sigue siendo parte del programa de seguridad del ÖVP, aunque dentro del partido hay voces en contra. El FPÖ también está a favor del veto. Si el ÖVP y el FPÖ formaran una coalición después de las elecciones, el acceso de los dos estados sería menos probable que en el caso de otras coaliciones, como entre el ÖVP, el SPÖ y Neos o el Partido Verde.
En Austria, nadie quiere formar gobierno con Herbert Kickl
¿Nos podemos fiar de las encuestas? La catástrofe de las inundaciones ha proporcionado al actual canciller federal, Karl Nehammer, del Partido Popular Austriaco (ÖVP), una alta presencia mediática, y ha logrado que mejore la simpatía por él, pero las cifras dicen, que no lo suficiente. El Partido Popular Austriaco (ÖVP) se ha distanciado claramente del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ), que está en tercer lugar, pero en los sondeos se mantiene en un 25%, aun dos puntos porcentuales por detrás del FPÖ. Comparado con las elecciones nacionales, se trataría de una pérdida considerable.
Algo a tener en cuenta es que a diferencia de lo que sucedía en los 90 con el FPÖ, cuando el votante austriaco se avergonzaba de admitir que apoyaban a la extrema derecha, hoy casi nadie en Austria tiene problema en expresar esta intención de voto, señala Pfarrhofer. Al contrario, el electorado del Partido de la Libertad está más comprometido con su elección que otros, "lo que también podría llevar a una sobre-representación en las encuestas", explica. Las expectativas respecto al FPÖ son altas, pero, por otro lado, hay pocos encuestados que lo consideren su segunda opción. Es decir, para quien el partido ultra no es su elección, lo considera completamente ‘invotable’.
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Respecto a las otras opciones. A una semana y media de las elecciones, el partido centrista, la Nueva Austria y Foro Liberal (Neos) se sitúa el cuarto partido más fuerte, con un 11% en los sondeos y una candidata fuerte a canciller. Un 9% de los votantes dicen que elegirían a la abogada Beate Meinl-Reisinger como canciller si eso fuera posible. Otro dato que muestran las encuestas es que mientras que los seguidores del FPÖ cuentan con un menor nivel educativo, entre los de Neos ocurre lo contrario, tienen más estudios. Los de Neos comparten esto con los Verdes: las personas con menor nivel educativo apenas se identifican con el pequeño socio de gobierno.
¿Posibles escenarios? Todo apunta a una coalición del Partido Popular Austriaco (ÖVP) y el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) y, si es necesario, se sumarían los Neos o los Verdes, porque en Austria, nadie quiere formar gobierno con el líder de la extrema derecha austriaca, Herbert Kickl, y es poco probable que el FPÖ lo expulse. Otra opción, aunque muy poco probable, según los últimos sondeos, es que el FPÖ gane y el ÖVP quede en segundo lugar muy por detrás, entonces el ÖVP podría expulsar a su líder Karl Nehammer, actual canciller federal de Austria y formar una coalición con el FPÖ con un nuevo líder del partido, porque Nehammer ha dicho muchas veces que no cooperará con Kickl.
La borrasca Boris dejó carteles electorales sumergidos en las inundaciones a su paso por Austria, unos días antes de las elecciones parlamentarias que se celebran este domingo. No es la única tormenta que se avecina. Para muchos austriacos parece inevitable que la extrema derecha de Austria, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) sea la vencedora de las elecciones del 29 de septiembre. Se trataría de la primera vez que el partido ultra gana en unos comicios generales en la historia reciente de Austria.