Nueva presidencia, más de lo mismo: Sheinbaum resucita los "agravios de España" de AMLO

En la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como nueva presidenta de México habrá una silla vacía. A la espera de un giro radical de los acontecimientos, España no acudirá a la ceremonia del próximo 1 de octubre, después de que el rey Felipe VI haya sido excluido de la invitación. La polémica llegó a su punto más alto con el comunicado del ministerio de Exteriores de España, que tildaba de "inaceptable" la postura del próximo Gobierno mexicano y prometía que el país no participaría en el evento "a ningún nivel".

El origen del conflicto es una carta que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que exigía al rey disculpas a los pueblos indígenas de México por los abusos cometidos durante la conquista. La monarquía no respondió en ese momento ni lo ha hecho cinco años después.

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"Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales", apuntaba Sheinbaum en un comunicado difundido este miércoles. "Hasta el momento, esta circunstancia no ha sido aclarada, ni respondida de forma directa al gobierno de México", rezaba el documento.

El reconocimiento de esos abusos denunciados por México se ha convertido en el centro de un conflicto diplomático que lleva renqueando las relaciones desde 2019. La futura mandataria confirmó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí que había sido invitado, pero el comunicado de Exteriores dejaba claro que no enviará ningún representante a la ceremonia a la que sí han sido invitados líderes polémicos como el venezolano Nicolás Maduro y el presidente ruso, Vladímir Putin.

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En el momento de la publicación de la carta, la mayoría de analistas políticos mexicanos apuntaron que los ataques verbales formaban parte de una estrategia retórica para su electorado. Esta nueva polémica ha vuelto a encender el debate que había vuelto a resurgir con la “pausa diplomática” con España que decretó López Obrador en febrero de 2022. Y, al menos por ahora, el comunicado de Sheinbaum indica que continuará en la misma senda política. “Se está dejando fuera de la ecuación al jefe de Estado de España y eso es lo que no han entendido los mexicanos, tampoco lo entendió AMLO cuando envió la famosa carta”, afirma Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano y catedrático emérito de Historia de América en UNED, en entrevista con El Confidencial.

Malamud interpreta la exclusión del rey Felipe VI a la toma de posesión como una “pataleta infantil” porque la monarquía española no respondió a la disculpa que exigió el presidente mexicano. “Me parece algo fuera totalmente de lugar, ajeno a las normas diplomáticas. No invitar al jefe de Estado es negar la estructura institucional que se ha dado en España y que se ha escogido de forma constitucional. Eso es algo que corresponde a los españoles y al pueblo español y no al gobierno mexicano”, añade.

Opinión

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Las palabras de Claudia Sheinbaum, las primeras como próxima presidenta de México, alimentan la idea de que la científica de profesión se alimentará de las medidas del todavía mandatario. "Me comprometo a guardar el legado de López Obrador", dijo Sheinbaum en su mitin de cierre de campaña el pasado junio.

Durante los meses de la campaña, la entonces candidata a la presidencia convirtió en una costumbre las alusiones a su predecesor y lo describió como "el mejor presidente de la historia". AMLO, el acrónimo por el que es conocido en México, es el líder del partido Morena del que ella forma parte y Sheinbaum sabe que una gran parte de los votos que obtuvo en las elecciones fueron gracias al apoyo del mandatario.

Las propuestas de Sheinbaum se caracterizan por un continuismo de sus políticas, como las medidas de austeridad con una mirada social. Algunos analistas han planteado la pregunta de si esta continuidad seguirá a lo largo de su sexenio. “La incógnita es si querrá ‘matar al padre’ y tomar distancia de López Obrador en los próximos años. En muchos sistemas políticos latinoamericanos, donde el nuevo presidente es un protegido de su mentor, al final se acaban distanciando. Es lo que habrá que ver en este caso”, plantea Malamud.

Andrés Manuel López Obrador seguramente quiera seguir teniendo un fuerte protagonismo dentro del nuevo Gobierno capitaneado por una política conocida por su carácter mesurado y algo tímido que tanto se aleja del carisma del todavía mandatario. “Es posible que AMLO, con su afán de protagonismo, su fuerte liderazgo y su conducta populista, no esté dispuesto a ceder demasiado terreno”, continúa el investigador del Real Instituto Elcano.

La 'polémica' lista de invitados

Claudia Sheinbaum, al igual que López Obrador, no ha perdonado a la monarquía española que no se disculpara por lo que califican de abusos cometidos durante la conquista. Pero sí ha invitado, según afirma por razones protocolarias, a presidentes como Vladímir Putin, sobre quien pesa una orden de arresto dictada por el Tribunal Penal Internacional.

La propia Sheinbaum ahondó en declaraciones posteriores a la prensa en los argumentos del próximo canciller, recalcando que "se invitó a todos los países con los que México tiene relaciones", si bien semanas después terminó justificando excepciones con respecto al presidente de Ecuador, Rafael Noboa, y a la jefa de Estado de Perú, Dina Boluarte. Quito rompió relaciones con México y Lima degradó su representación después de varios encontronazos diplomáticos.

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La presidenta electa dijo a finales de julio que ni el ecuatoriano ni la peruana están en la lista, "obviamente", porque México "no está de acuerdo con la política que se ha tenido" tanto en Ecuador como en Perú, matizando los argumentos protocolarios previamente esgrimidos en el caso de Putin.

La lista de invitados preliminar incluye a, principalmente, presidentes de América Latina. Entre ellos se encuentra el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el cubano Miguel Díaz-Canel, el colombiano Gustavo Petro, el boliviano Luis Arce, el chileno Gabriel Boric, el dominicano Luis Abinader, la hondureña Xiomara Castro o el guatemalteco Bernardo Arévalo. Hasta ahora, no se ha comunicado la presencia de ningún líder europeo en activo.

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Por el momento, Sheinbaum no ha rebajado la tensión con España, pero ha limitado los ataques verbales que protagonizó el líder del partido Morena. España ha intentado calmar las aguas, como cuando negó que la "pausa" en las relaciones fuera una postura oficial. Sin embargo, hasta momento, López Obrador nunca había llegado tan lejos como para sugerir una posible paralización de las relaciones entre ambos países "Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben", apuntó.

Por ahora, parece poco probable que la exclusión del rey Felipe VI derive en una crisis diplomática o en una pausa de las relaciones. “Son muy profundas y no cambiarán tan rápido pero, sin duda, este tipo de acontecimientos influyen”, sostiene Carlos Malamud. “Por ejemplo, en la relación con los españoles residentes en México y los mexicanos en España. Cada vez son más las relaciones con las empresas en ambas direcciones y podrían verse afectadas por medidas de este tipo”, concluye.