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Hoy sabemos que armamento indio se envía a Ucrania vía Europa, y fue España quien levantó la liebre
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Equilibrista de las relaciones

Hoy sabemos que armamento indio se envía a Ucrania vía Europa, y fue España quien levantó la liebre

Todavía no lo sabíamos, pero la crisis con el barco que iba-o-no a Israel fue la primera prueba pública de que munición de origen indio se estaba enviando a Ucrania vía países europeos

Foto: Munición de origen indio en una fotografía compartida por el 36 batallón de infantería de marines ucraniano (Fuerzas Armadas de Ucrania)
Munición de origen indio en una fotografía compartida por el 36 batallón de infantería de marines ucraniano (Fuerzas Armadas de Ucrania)

El pasado mayo, la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) denunciaba públicamente que el buque Borkum, que pretendía hacer escala en Cartagena, llevaba presuntamente armamento a Israel, inmerso desde hacía meses en su dramática invasión de Gaza. Políticos de primera línea de Unidas Podemos, antiguos miembros de la coalición de gobierno, se hicieron eco de la denuncia, presionando a Moncloa para que negara el atraque al buque y, en un objetivo más maximalista, suspendiera la exportación y/o tráfico de armas a Israel desde España.

El gobierno siempre negó que el destino del buque, cargado de 80.000 proyectiles de mortero de 120 mm y 50.000 de 125 mm, fuera Israel, pero la presión fue tal que, para justificarse, filtraron el documento de carga que establecía varios datos clave. Que el material militar venía de un fabricante de armas indio, salió del puerto de Chennai y que el destino de la munición era el Ministerio de Defensa checo. El ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, lo dio por válido en un tuit en el que criticó la posición de los de Podemos, que insistían erre que erre en que las armas todavía podían acabar en Israel, ya que el documento recoge que el material se podía reexportar con la autorización del país emisor, India.

Esto podría haber quedado en un episodio algo rocambolesco si el tipo de munición no hubiera llamado la atención de la jauría de nuevos analistas de fuentes abiertas (OSINT) y de defensa ojo avizor. Aunque gracias a la donación de gran cantidad de material militar Kiev ha empezado a necesitar munición más propia de países de la OTAN (con calibre 155 mm), la munición de 120 mm es la clásica utilizada por los países exsoviéticos. En aquel momento, mientras el Borkum renunciaba finalmente a su escala en Cartagena, República Checa lanzaba su 'Iniciativa de munición', por la que buscaban proyectiles de artillería hasta debajo de las piedras, fuera de la Unión Europea e incluso entre actores no estatales, para suplir la agónica escasez del en el frente ucraniano que provocó, entre otras, la caída de Avdiivka.

Aunque había algunos candidatos obvios, Praga intentó siempre mantener en secreto de sus fuentes de munición, adquiridas con fondos conjuntos de la OTAN. En el confuso y gris mercado de las armas, más cuando Rusia también andaba buscando munición para reponer los arsenales que vaciaba a gran velocidad sobre Ucrania (la encontró en Corea del Norte), es mejor mantener la discreción. Si se mostraran las cartas, no se pueden descartar tampoco intentos de sabotaje de los materiales comprados, como ha probado en sus propias carnes Hezbolá con la explosión masiva de sus buscas, comprados hacía más de cinco meses.

Este periódico se puso en contacto con el Ministerio de Defensa checo, que confirmó la veracidad del contrato filtrado por el Gobierno de España. Varios expertos checos en seguridad aseguraron que no tenía sentido sospechar de que el cargamento fuera a acabar en Israel, sino, efectivamente, en Ucrania. Un extremo más tarde confirmado por funcionarios españoles a la agencia Reuters.

Todavía no lo sabíamos, pero aquella fue la primera prueba pública de que armamento de origen indio se estaba enviando a Ucrania vía países europeos.

Este jueves, la agencia de noticias Reuters publicó una investigación exclusiva en la que prueban que proyectiles de artillería vendidos por fabricantes de armas indios han sido desviados por los clientes europeos hacia Ucrania, y que Nueva Delhi no ha intervenido para detener este comercio, a pesar de las protestas de Moscú.

Foto: Un niño camina frente a un tren de transporte petrolero en las afueras de Nueva Delhi, India. (Reuters/Anushree Fadnavis)

Hasta el momento, India se había mantenido en un difícil equilibrio. Sin cerrar la puerta a Rusia —el pasado julio, Narendra Modi visitó Moscú y selló su encuentro con Vladímir Putin con un abrazo de oso, desde el inicio de la guerra ha comprado ingentes cantidades de petróleo ruso a precio de saldo para revenderlo a los socios europeos y se ha negado a unirse a las sanciones, aparte de que Rusia ha sido durante décadas el principal mercado de armas para Nueva Delhi, ahora un poco más tensionado—, tampoco se ha alejado de Occidente. Autonomía estratégica, según Nueva Delhi.

El pasado enero, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Randhir Jaiswal, llegó a afirmar en una rueda de prensa que India no había vendido ni enviado munición de artillería a Ucrania. Por eso la información de que desde hace más de un año los principales fabricantes de armas y munición indios han estado proveyendo indirectamente a Ucrania añade una nueva capa al análisis geopolítico: muestran un nuevo acercamiento de India a Occidente, incluso pese a las quejas de Moscú, consciente de este intercambio y que habría puesto el grito en el cielo.

En números absolutos, desconocidos (Reuters solo hace una estimación de los enviados totales a un par de países de Europa, pero no queda claro si parte de los cargamentos se quedan en territorio comunitario), la munición de origen indio utilizada en Ucrania no representará un gran porcentaje. Pero en un contexto de hambre militar en el frente y en el que se mide cada gesto, India dio un interesante paso.

Foto: Militares del ejército ruso se encuentran cerca de un centro de reclutamiento móvil con un tablero que contiene información sobre pagos. (Reuters / Sergey Pivovarov)

Aunque la investigación de Reuters sea la primera investigación exhaustiva, más allá de las pistas que daba el desliz Borkúm español, se podía documentar la presencia de ojivas de artillería indias en Ucrania en imágenes, quizá naífs, de algunos batallones ucranianos. Como unas fotografías publicadas el pasado 26 de julio por el 36 batallón de Infantería de Marines de Ucrania, en las que se les ve operando con munición de 125 mm. Es un ejemplo que ha podido documentar El Confidencial, pero habrá más.

El Kremlin habría presentado quejas a Nueva Delhi en al menos dos ocasiones, según ha podido saber Reuters: en la visita de Narendra Modi a Moscú y en una reunión en julio entre el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo indio. El ruso presionó a su homólogo sobre las municiones indias utilizadas por los ucranianos, algunas estaban fabricadas por empresas estatales indias, según una fuente del gobierno indio con conocimiento directo del encuentro.

En la investigación de Reuters, es un funcionario español (y otro indio) quien confirma que la munición india está llegando a Ucrania a través de dos países europeos, Italia y República Checa. ¿Recordáis el Borkum? Registros de aduanas disponibles de manera pública recogen que, a fecha del 27 de marzo, Munitions India (una de las tres grandes empresas armamentísticas del país) había enviado 10.000 rondas de proyectiles de mortero de 120 mm y 125 mm, por un valor de más de 9 millones de dólares, desde Chennai al Ministerio de Defensa checo. El mismo camino que iba a hacer el Borkum antes de verse envuelto en una polémica española.

Reuters amplía la investigación a otros registros aduaneros. En los dos años anteriores a la invasión de febrero de 2022, tres importantes fabricantes de municiones indias (Yantra, Munitions India y Kalyani Strategic Systems) exportaron solo 2,8 millones de dólares en componentes de municiones a Italia y la República Checa, así como a España y Eslovenia, que Reuters incluye por ser países que, por su localización y disposición, han participado en las cadenas de suministro para Ucrania. Entre febrero de 2022 y julio de 2024, la cifra había aumentado a 135,25 millones de dólares.

Aunque la investigación señala que el Gobierno indio es consciente de esta reexportación de sus municiones a Ucrania ("una fuente del gobierno indio aseguró que Nueva Delhi estaba siguiendo la situación"), no queda claro si esa reexportación a través de países europeos, que necesitaría oficialmente su firma para un nuevo "usuario final" se ha hecho así o sí, como sugerían los expertos checos consultados más arriba por este diario, se hacía de manera encubierta y sin documentos y solo el acuerdo tácito de India. Lo que sí que parece es que "India no ha tomado ninguna medida para restringir el suministro a Europa".

El pasado mayo, la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) denunciaba públicamente que el buque Borkum, que pretendía hacer escala en Cartagena, llevaba presuntamente armamento a Israel, inmerso desde hacía meses en su dramática invasión de Gaza. Políticos de primera línea de Unidas Podemos, antiguos miembros de la coalición de gobierno, se hicieron eco de la denuncia, presionando a Moncloa para que negara el atraque al buque y, en un objetivo más maximalista, suspendiera la exportación y/o tráfico de armas a Israel desde España.

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