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La segunda oleada de explosiones manda un mensaje de pánico a Hezbolá (y Líbano): "Os controlamos"
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Terror ante un ataque inminente

La segunda oleada de explosiones manda un mensaje de pánico a Hezbolá (y Líbano): "Os controlamos"

La población libanesa vive las explosiones de los 'buscas' como una ofensiva más que incrementa el miedo y la psicosis a vivir un ataque inminente por parte de Israel

Foto: Hezbolá celebra el funeral por los cuatro muertos en la explosión de un buscapersonas en Líbano. (EFE/Wael Hamzeh)
Hezbolá celebra el funeral por los cuatro muertos en la explosión de un buscapersonas en Líbano. (EFE/Wael Hamzeh)
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Los buscas fueron solo la primera parte. Un día después de que explotaran centenares de dispositivos beeper en Líbano, provocando la muerte de 12 personas y más de 3.000 heridos, ha sido el turno de los walkie-talkies. Decenas de dispositivos utilizados por miembros de Hezbolá han explotado en varias ciudades del Líbano y las autoridades han reportado que otras 25 personas fallecieron, víctimas de los nuevos estallidos. La milicia, al igual que el Gobierno del Líbano, acusa directamente a Israel.

Los 37 muertos en total (la mayoría, milicianos de Hezbolá, aunque también niños) no significan un gran golpe operativo contra una milicia con miles de miembros y que controla grandes feudos dentro del país árabe. Sin embargo, sí mandan un mensaje claro: no importa lo que te intentes preparar, Israel ya introdujo su larga mano hace meses. Temerosos de que los teléfonos móviles fueran demasiado vulnerables a una interceptación israelí, el líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, ordenó apoyarse en sistemas más rudimentarios. Tanto los buscapersonas como los walkie-talkies fueron adquiridos por Hezbolá hace unos cinco meses, y según la reconstrucción que se está investigando, Israel logró plantar los explosivos antes de que fueran introducidos en Líbano.

El golpe se siente ahora, pero Israel ya estaba allí, y puede llegar hasta el último bolsillo del Líbano. Y, aún más claro tras la segunda oleada de explosiones (que llegaron a producirse incluso en un funeral de varios miembros de Hezbolá fallecidos el martes), en cualquier momento.

"[El ataque] Puede mandar un mensaje disuasorio, basado en ‘somos muy superiores a lo que vosotros os podéis llegar a imaginar y os tenemos a todos muy controlados’”, afirma Gerard Dotti, experto en relaciones internacionales especializado en Oriente Medio y Hezbolá, a El Confidencial. Así, los ataques, que en la práctica han matado a menos de un 1% de todos los aparatos cargados con explosivos, es más bien parte de la campaña de advertencia y amedrentamiento contra Hezbolá. Una manera de hacer entender a Hezbolá que las fuerzas israelíes no están debilitadas por la guerra en Gaza y que tienen la capacidad de hacer este tipo de operaciones cuándo y cómo quieran. “Hezbolá puede replantearse todo el equilibrio de fuerzas que creen que imperaba”, añade Dotti.

Foto: Explosiones este miércoles en Sidón (Líbano). Reuters/Hassan Hankir

Pero el mensaje va más allá de Hezbolá y da de lleno a un país que se siente al borde de la invasión.

Con este escenario de fondo, la población libanesa, que cree que puede ser atacada por Israel en cualquier momento, se hunde cada vez más en una espiral de psicosis y miedo. En Beirut y en las ciudades del sur son cientos las personas que, según fuentes locales, viven con ansiedad ante el temor de que Israel pueda ejecutar un ataque inminente o "preventivo" en el país, a través de cualquier tipo de medio.

Si desde el inicio de la guerra en Gaza las opciones eran bombardeos y ataques con drones contra las poblaciones del sur del país y los barrios donde Hezbolá se hace fuerte, o una invasión terrestre en el peor de los escenarios, lo extravagante de un ataque a través de buscas, walkie-talkies e incluso paneles solares explosivos hace que cualquier elemento pueda ser susceptible de una agresión de Israel.

El terror como arma de guerra

Antes de estos ataques, Israel ya realizaba diferentes ofensivas que tenían como único objetivo aterrorizar a la población libanesa. Durante el mes de agosto, varios cazabombarderos ultrasónicos israelíes sobrevolaron la capital libanesa, rompiendo la barrera de sonido hasta en tres ocasiones. La consecuencia lógica fue conseguir aterrorizar a los habitantes de la ciudad, quienes, asustados por el elevado ruido que produce alcanzar esta velocidad, huyen a buscar refugio ante el temor de que les pueda caer una bomba. El sonido que se genera al realizar esa aceleración es similar al sonido de una bomba cayendo.

"Sientes cómo la tierra tiembla. Se rompen los cristales. Afecta sobre todo a las personas que cuentan con alguna vulnerabilidad, como embarazadas o enfermos cardiacos. En las mujeres embarazadas de dos o tres meses se producen abortos espontáneos", relata una periodista que ha trabajado varios años en la región. "Todo esto lo hacen para generar terror entre su población".

Foto: Un prisionero palestino es recibido por amigos y familiares tras ser liberado de una cárcel israelí, en el marco de un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros entre Hamás e Israel. (DPA/Ayman Nobani)

Los aviones militares israelíes han violado el espacio aéreo libanés más de 22.000 veces entre 2007 y finales del año 2022, según el portal AirPressure.info, que monitorizaba estas incursiones aéreas. No solo han abarcado zonas del sur del Líbano, sino que se extienden hasta Biblo, Beirut y otras regiones del norte. Esta iniciativa cesó su trabajo en 2023, por lo que no hay datos actualizados de las incursiones desde el inicio de la invasión de Gaza.

El think tank Tahrir Institute for Middle East Policy (TIMEP) detalla que, además de los cazas, "el constante zumbido de los aviones no tripulados israelíes sobre las zonas del sur del Líbano sirve como un recordatorio constante de la vigilancia persistente y el peligro que representan" para la población.

Junto con este tipo de estrategias aéreas, Israel ha usado otras tácticas de presión contra la población como llamadas telefónicas a civiles que, según los funcionarios libaneses, estarían realizadas por Israel con el objetivo de obtener información sensible bajo pretextos de hacerse pasar por responsables de encuestas, personal humanitario o trabajadores de los servicios públicos. Otra de las formas ha sido el reciente lanzamiento de octavillas en varias ciudades del sur del Líbano, advirtiendo a los civiles sobre el riesgo que representa Hezbolá en su área o incluso lanzando órdenes de evacuación, similar a lo que hizo en la Guerra de 2006. Paralelamente, Israel ha alterado el GPS en todo Líbano, lo que afectaría tanto a sistemas militares como civiles.

Foto: Cientos de operativos de Hezbolá hospitalizados tras estallar sus 'buscas' (Reuters/Mohamed Azakir)

En declaraciones para TIMEP, la psicóloga Lara Sheehi detalla que el objetivo principal de este tipo de guerra es la demostración de poder. "Para los ciudadanos se traduce que en cualquier momento pueden ser atacados", indica. Por ello, "la gente en Líbano vive en un estado constante y normalizado de hiperestimulación y ansiedad, esperando inconscientemente que algo suceda en cualquier momento”.

“Las personas que viven en Líbano no sufren trastorno de estrés postraumático (TEPT), ya que siguen viviendo bajo la amenaza de un ataque en cualquier momento. Esto significa que un enfoque convencional psicológico de sus miedos no se sostiene, ya que puede dar la ilusión de que han superado el 'trauma' o la posibilidad de un ataque”, afirma. Otro aspecto físico que en ocasiones consigue pasar por alto son los continuos dolores de cabeza y el insomnio al que se somete la población como consecuencia de los constantes zumbidos de los aviones no tripulados y los cazas israelíes.

Escalada ¿sin retorno?

Las últimas explosiones han incrementado todavía más la tensión en la frontera entre Israel y el Líbano y entre sus habitantes, donde más de 100.000 civiles de ambos lados han sido desplazados. Además, más de 1.700 viviendas han sido destruidas y varias hectáreas agrícolas han sido quemadas por Israel. La región está inmersa, desde los ataques de Hamás del 7 de octubre, en un intercambio de misiles y fuego de artillería que amenaza con escalar hacia una mayor ofensiva.

Una parte de la población israelí comparte esta sensación. Algunos la ansían y otros la temen, pero creen que algo puede estar a punto de pasar. “Ahora es cuando está empezando de verdad la guerra. Es la que tendremos en el Líbano”, dice Alaya, trabajadora de una cafetería en el centro de Tel Aviv.

Foto: Israel ordena evacuar parte del norte de la "zona humanitaria" de Gaza a la altura de la ciudad de Deir al Balah (centro). (EFE/Ejército de Israel)

Es más un pálpito que un hecho que pueda comprobar, pero afirma que una gran parte de la población de la capital comparte este sentimiento. Después de las explosiones de los buscas en Líbano, se nota que el ambiente está todavía más enrarecido. “Quizá es casualidad, pero creo que todos sentimos lo mismo: que está a punto de pasar”.

Alaya hace referencia a una escalada militar entre Israel y el Líbano, después de varios indicios de que las fuerzas de Tel Aviv podrían estar preparándose para una ofensiva. El más importante fue el comunicado del Gobierno de Benjamin Netanyahu en el que declaró que el nuevo objetivo de la guerra es asegurar el regreso de los residentes de la zona norte a sus hogares. “Israel seguirá actuando para implementar este objetivo”, reza el comunicado.

Además, en unas últimas declaraciones, el ministro de Defensa, Yoav Gallant ha enfatizado más aún en esta idea tras afirmar que "Israel se abre en una nueva fase en la guerra" en un momento en el que "el centro de gravedad está virando hacia el norte".

Otro mensaje para Hezbolá

Las posturas difieren en la manera de lograrlo. Mientras una parte del poder militar cree que el primer paso es conseguir un alto al fuego en Gaza, donde los muertos superan ya los 42.000, otros creen que hay que actuar cuanto antes para asegurar el regreso de los desplazados a la zona norte de Israel. "Si llegamos a una guerra directa, aunque sea limitada, en Hezbolá sin cerrar Gaza, las posibilidades de una solución política son nulas", sostiene Israel Ziv, exjefe del departamento de operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel, a El Confidencial.

Amir Abibi, general brigada retirado del Ejército israelí, repite que la prioridad es acabar con Hamás y traer a los rehenes de vuelta a su país. Independientemente del desarrollo de esa guerra, destaca que no puede llegar el invierno sin que los soldados de Tel Aviv hayan entrado en Líbano. "Debemos conquistar todo el sur de Líbano y las posiciones de Hezbolá. Hay que tomar la iniciativa”, asegura.

Foto: Una unidad de artillería israelí al norte del país, cerca de la frontera con Líbano, el pasado 2 de noviembre. (Xinhua News/Ayal Margolin, vía EP)
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Fermín Torrano. Shtula (Israel, a 1km de la frontera libanesa)

La sensación de que algo puede pasar en cualquier momento, tanto por parte de las fuerzas israelíes como libanesas, se junta con el otro que muestra que la paciencia de la población del norte de Israel puede haberse agotado. “El Gobierno lo entiende y esta acción, tan poco después de que se actualizaran los objetivos de la guerra, envía un mensaje a Hezbolá de que el gobierno habla en serio acerca de tomar medidas más agresivas para repatriar a sus ciudadanos”, afirma el analista israelí Herb Keinon.

Y concluye: “Pero las explosiones de los buscapersonas del martes demuestran que existen otras formas no convencionales de sorprender al enemigo y obtener una ventaja táctica. Y esto nos lleva a una tercera lección: la próxima guerra nunca se libra como la anterior”.

Los buscas fueron solo la primera parte. Un día después de que explotaran centenares de dispositivos beeper en Líbano, provocando la muerte de 12 personas y más de 3.000 heridos, ha sido el turno de los walkie-talkies. Decenas de dispositivos utilizados por miembros de Hezbolá han explotado en varias ciudades del Líbano y las autoridades han reportado que otras 25 personas fallecieron, víctimas de los nuevos estallidos. La milicia, al igual que el Gobierno del Líbano, acusa directamente a Israel.

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