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Tras las huellas de los 'busca' de Hezbolá: el rastro de los 3.000 terminales apunta a una empresa húngara
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Los taiwaneses se desmarcan

Tras las huellas de los 'busca' de Hezbolá: el rastro de los 3.000 terminales apunta a una empresa húngara

Imágenes de los busca permiten identificarlos como del modelo AR-924, producido por la empresa taiwanesa Gold Apollo, quien se ha distanciado de su producción y apunta a una oscura compañía húngara

Foto: La empresa taiwanesa Gold Apollo, marca de los 'busca' (EFE/Ritchie B.Tongo)
La empresa taiwanesa Gold Apollo, marca de los 'busca' (EFE/Ritchie B.Tongo)

La escala del ataque, masiva. El modus operandi, de una novela de ciencia ficción. La planificación, digna de las fantasías de los servicios secretos más clásicos. Este martes, a las 3.30pm hora local, cientos de aparatitos buscapersonas (beepers o pagers, en inglés) explotaban casi al unísono en distintas localizaciones de todo el Líbano, llegando incluso a Siria e Irak. El ataque, cuyo objetivo eran operativos relacionados con el grupo libanés Hezbolá, deja de momento un saldo de 11 muertos y casi 3.000 heridos, muchos de gravedad. En el contexto de umbral de guerra abierta entre Hezbolá e Israel, hay pocas dudas de que la mente tras el ataque son los servicios secretos de Tel Aviv. La pregunta ahora es, ¿cómo lo han llevado a cabo?

Lamiéndose las heridas de su "mayor fallo de seguridad", un duro golpe psicológico más que operativo, Hezbolá afirmó que ha lanzado una "investigación científica y de seguridad" sobre las causas de las explosiones, además de asegurar que Israel recibiría "su justo castigo". El primer rastro pasa por una marca taiwanesa, una confusa empresa húngara y una científica medio italiana. Esto es lo que se sabe.

El Confidencial ha hablado con varios expertos para intentar explicar la parte más técnica del modus operandi: cómo lograr hacer estallar de manera remota cientos de buscapersonas. Aunque sin acceso directo a los beepers afectados los analistas deben especular, parece haber consenso en que para generar las explosiones como las que se ha podido registrar en varios vídeos de cámaras de seguridad en supermercados, resulta necesario algo más que un simple calentamiento de la batería. Los aparatos tuvieron que ser equipados con entre 10 y 20 gramos de explosivos colocados dentro. Un extremo más tarde confirmado por varias fuentes de seguridad estadounidenses, citadas por el New York Times.

A principios de año, el líder de Hezbolá, Hassán Nasrallah, limitó el uso de teléfonos inteligentes para las comunicaciones entre los miembros del grupo, por miedo a ser pinchados por Israel. Hezbolá se inclinó entonces por el uso de tecnología considerada más arcaica, pero más difícil de hackear. Es decir, los busca. En los últimos meses, el grupo, muy numeroso y que permea prácticamente todas las capas de Líbano, ha tenido que adquirir miles de estos aparatos para sus miembros.

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El hecho de que este ataque necesitara introducir explosivos dentro de los aparatos implican no solo que Israel era consciente de este giro en las comunicaciones de Hezbolá, sino que logró meterse en la cadena de producción y suministro de los mismos desde hace meses.

Imágenes de los busca permiten identificarlos como del modelo AR-924, producido por la empresa taiwanesa Gold Apollo, a quien también señalan las fuentes citadas por el diario estadounidense. Hezbolá habría efectuado un pedido de un lote de 5.000 buscapersonas a esta compañía en febrero-marzo, y habrían entrado en el Líbano desde hace meses. De esos 5.000, unos 3.000 explotaron este martes, según una fuente de seguridad libanesa a la agencia Reuters.

La empresa taiwanesa pronto ha querido desmarcarse. A pantalla completa en el mismo landing de su página web, la empresa ha publicado un comunicado en el que señalan que la producción y diseño de los buscapersonas AR-924 dependía de una segunda compañía húngara, a la que identifica como Bac Consulting. Habría sido esta empresa intermediaria la responsable de los modelos específicos adquiridos por Hezbolá.

"Gold Apollo Co., Ltd. ha establecido un acuerdo a largo plazo con BAC CONSULTING KFT. (SZONYI UT 33/A., 1142 BUDAPEST, HU, de ahora en adelante, referida como BAC). De acuerdo con el acuerdo de cooperación, autorizamos a BAC a usar nuestra marca registrada para ventas de productos en regiones designadas, pero el diseño y la producción de los productos son solamente responsabilidad de BAC", asegura la empresa taiwanesa.

La cantidad de explosivo parece hacer necesario un diseño específico que permita colocarlo dentro del aparato, cerca de la batería, junto a un detonador. Quizá por eso la empresa taiwanesa especifica su nula participación no solo en la producción de los aparatos específicos, sino también de su diseño. "Con relación al modelo de buscapersonas AR-924 mencionado en recientes publicaciones de prensa, clarificamos que este modelo es producido y vendido por BAC. Nuestra compañía solo provee la autorización para el uso de la marca registrada, y no está involucrada en el diseño o producción de este producto", insisten.

El Ministerio de Asuntos Económicos de Taiwán aseguró el miércoles que Gold Apollo ha exportado 260.000 buscapersonas entre 2022 y agosto de 2024, en numerosos modelos. “¿Se modificó realmente este lote de productos? ¿Los produjo otro fabricante y simplemente los etiquetó con la marca Apollo? Las autoridades aún están investigando esta parte”, aseguró un portavoz del ministerio.

Foto: buscapersonas-troya-reventar-hezbola-libano

El seguimiento se hace un poco más confuso hacia la empresa húngara. Según el registro de empresas nacional húngaro, BAC Consulting Ltd. está en activo desde 2022, es decir, solo desde hace dos años, cuando el acuerdo con Gold Apollo se remonta a hace tres. La empresa, cuya actividad principal registrada públicamente es la “gestión empresarial y otros servicios de consultoría de gestión”, sería de propiedad de Cristiana Rosaria Bársony-Arcidiacono, una mujer italohúgara residente en Budapest.

Las actividades de BAC Consulting Ltd., según su página web, abarcan desde la publicación de periódicos hasta la producción de petróleo. Bársony-Arcidiacono no aparece registrada como propietaria de ninguna otra empresa. El año pasado, la empresa facturó 210 millones de HUF (532.000 EUR) y obtuvo un beneficio de 13 millones de HUF (33.000 EUR). Según los registros, durante los dos años de actividad se gastó una cantidad insignificante en gastos de personal y medio millón de euros en gastos de material.

No queda claro cómo se produjo el contacto con Gold Apollo desde hace tres años o cómo habría gestionado BAC Consulting, una empresa consultora, la producción de los beepers, por lo que es probable que haya algún actor más en la cadena de producción antes de llegar a Israel.

Contactada HVG, medio húngaro asociado a El Confidencial, ni la empresa ni la propia Bársony-Arcidiacono han respondido. Sí dio una pequeña entrevista a la cadena estadounidense NBC. El miércoles, confirmó por teléfono que su empresa colaboraba con Gold Apollo, pero preguntada específicamente por los buscapersonas y las explosiones, dijo: "Yo no fabrico los buscapersonas. Solo soy la intermediaria. Creo que os equivocáis".

El currículum de la fundadora de la compañía es ecléctico: estudió física en Italia y Londres, para después dar un giro a su carrera más enfocada a las relaciones internacionales y el desarrollo sostenible. En un currículum vitae publicado por ella misma, recoge un máster en la prestigiosa London School of Economics y la School of Oriental and African Studies (SOAS), de cuyas aulas salen muchos de los que trabajan en políticas internacionales y agencias de naciones unidas. De hecho, según asegura ella misma, habría trabajado en la UNESCO y otras compañías internacionales como asesora estratégica, enfocada en "soluciones innovativas" desarrollo sostenible, agua y energía.

Es posible seguir el rastro a sus primeros trabajos, durante su doctorado en físicas por el University College London entre 2003 y 2005. Desde 2006, su actividad es difícil de verificar online, hasta 2017, fecha de su primera publicación en un Instagram muy personal donde publica esbozos de desnudos con carboncillo sanguina.

La sede donde se registra la empresa es un edificio de viviendas, según reporta la prensa húngara y es posible verificar en Google Maps. Periodistas de la agencia húngara Telex que visitaron el edificio aseguran que no se detecta un flujo de personas relacionadas con BAC Consulting y que la oficina de correos solo entrega una carta al mes. También aseguran que hay otras empresas registradas con la misma dirección y mismo número de teléfono.

La escala del ataque, masiva. El modus operandi, de una novela de ciencia ficción. La planificación, digna de las fantasías de los servicios secretos más clásicos. Este martes, a las 3.30pm hora local, cientos de aparatitos buscapersonas (beepers o pagers, en inglés) explotaban casi al unísono en distintas localizaciones de todo el Líbano, llegando incluso a Siria e Irak. El ataque, cuyo objetivo eran operativos relacionados con el grupo libanés Hezbolá, deja de momento un saldo de 11 muertos y casi 3.000 heridos, muchos de gravedad. En el contexto de umbral de guerra abierta entre Hezbolá e Israel, hay pocas dudas de que la mente tras el ataque son los servicios secretos de Tel Aviv. La pregunta ahora es, ¿cómo lo han llevado a cabo?

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