Es noticia
La persecución a los opositores de Maduro llega a los adolescentes: "Es un infierno"
  1. Mundo
El silencio de los menores venezolanos

La persecución a los opositores de Maduro llega a los adolescentes: "Es un infierno"

Varón. Entre 14 y 17 años. Renta baja y con ideas contrarias al chavismo. Si cumples con estos requisitos corres el peligro de que el régimen de Nicolás Maduro convierta tu detención en una desaparición

Foto: Los cuerpos de seguridad en Caracas. (Reuters/Leonardo Fernandez Viloria)
Los cuerpos de seguridad en Caracas. (Reuters/Leonardo Fernandez Viloria)

La represión del Gobierno de Nicolás Maduro contra las manifestaciones opositoras en Venezuela es tan amplia que alcanza ya a los niños y adolescentes. Según las últimas cifras registradas por organizaciones humanitarias, al menos 58 menores de entre 14 y 17 años continúan detenidos en las cárceles del país latinoamericano tras las protestas postelectorales. Son adolescentes que vienen de barrios humildes y que están acusados de "terrorismo, conspiración e instigación al odio" por su participación en la repulsa pública al secuestro del chavismo de los resultados electorales. Algunos son incluso detenidos en sus casas, por lo que tampoco está acreditada su presencia en las marchas.

La líder opositora María Corina Machado denunció no solo la detención de estos jóvenes, casi olvidados entre los más del millar de detenidos en los primeros días de protestas, sino sobre el ensañamiento de los cuerpos de seguridad (la mayoría de las detenciones son a cargo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, SEBIN) contra estos menores. "#MaduroSecuestraNiños; ha violado sus derechos y su dignidad", denunciaba Machado en su cuenta oficial de X (antes Twitter). En aquel entonces, se estimaba en unos 100 menores de edad los detenidos. Más de un mes después, más de la mitad sigue detenida y, algunos, incluso desaparecidos forzosos.

Foto: El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pronuncia un discurso durante un mitin para celebrar los resultados. ( REUTERS/Fausto Torrealba)

Organizaciones consultadas por este diario ven un patrón en las víctimas menores que busca el Gobierno de Maduro. Jóvenes y de zonas populares o históricamente marginalizadas. "Jóvenes apartados de la capital y críticos. Este es un patrón que ya veníamos documentando", dice la abogada y encargada de campañas para las Américas de Amnistía Internacional, Clara del Campo.

Son zonas que están bajo el radar del chavismo porque pueden operar con menos rendición de cuentas. "Hay más miedo en los barrios (...), hay muchos niños en situación de desprotección que vienen de casas con poca provisión de servicios públicos, de seguridad doméstica, de acceso a la escuela, etc.", sostiene Del Campo.

Este miedo que describe la abogada emana de las consecuencias a las que se enfrentan: "Esos niños han sido acusados en su gran mayoría de terrorismo", explica.

Una vez son arrestados estos adolescentes se dirigen, después de pasar los correspondientes trámites por los calabozos, a las prisiones venezolanas. "Las condiciones son de hacinamiento, insalubridad e inseguridad y en muchos casos sin acceso a agua potable", asevera Del Campo. En la mayoría de las ocasiones, los familiares tienen que trasladarse a estos centros penales para proveer a los ciudadanos detenidos de medicamentos y comida.

Una fuente que ha pedido el anonimato explica a El Confidencial que su hijo está encerrado desde las elecciones con "casi tres mil personas detenidas". "No lo han soltado porque los tienen detenidos para negociar con la oposición", asegura esta fuente sobre la situación de los jóvenes que están en la lista de Maduro.

Incomunicación e incertidumbre

Los adolescentes que están en estos centros penales no saben cuándo se reunirán con sus familiares porque tampoco tienen una fecha aproximada de cuándo será su citación en unos tribunales específicos para los acusados por terrorismo. "Son tipos penales que no están bien definidos y que permiten que metan a uno en ese saco a cualquier actividad que atenta contra los intereses del gobierno como traición a la patria", explica la abogada.

La legislación venezolana dicta que son adolescentes todos aquellos menores de 18 años y mayores de 12 años, pero los menores pueden ser juzgados en una audiencia a partir de los 14 años. Las acusaciones por terrorismo se dictaminan en estas salas por tener un proceso de tramitación más rápido. La idea de estos juzgados es que los acusados se presenten ante el tribunal dentro de las 24 horas siguientes a su detención y posteriormente, a dos audiencias más, que en total serían 10 días desde el arresto. La organización no gubernamental denuncia que los plazos no se están cumpliendo en el marco de las detenciones por las fuerzas de Maduro. "No sabes cuándo te van a excarcelar, es una constante incertidumbre", asegura.

Foto: Protestas contra Maduro después de las elecciones presidenciales. (REUTERS / Isaac Urrutia)

Además, los menores de edad se enfrentan a estos cargos sin tener la posibilidad de decidir su defensa porque el régimen establece la asignación de unos defensores públicos. "La mayoría de la gente que ha estado detenida, ha estado en régimen de incomunicación, no les dejan visitas familiares y tampoco saben cuándo le van a presentar al tribunal para decirle: ¿de qué me acusan y de qué me defiendo?", mantiene.

Incluso pasando por estas prisiones, los adolescentes también deben cumplir con otra serie de obligaciones impuestas por el régimen de Nicolás Maduro. En primer lugar, tienen la prohibición de hablar públicamente. En segundo lugar, la política del miedo del chavismo. "Por los testimonios que hemos escuchado se genera una especie de trauma perpetuo de miedo. Se preguntan: ¿me agarrarán?, ¿me retendrán?, ¿me van a acusar?", relata.

La represión del Gobierno de Nicolás Maduro contra las manifestaciones opositoras en Venezuela es tan amplia que alcanza ya a los niños y adolescentes. Según las últimas cifras registradas por organizaciones humanitarias, al menos 58 menores de entre 14 y 17 años continúan detenidos en las cárceles del país latinoamericano tras las protestas postelectorales. Son adolescentes que vienen de barrios humildes y que están acusados de "terrorismo, conspiración e instigación al odio" por su participación en la repulsa pública al secuestro del chavismo de los resultados electorales. Algunos son incluso detenidos en sus casas, por lo que tampoco está acreditada su presencia en las marchas.

Noticias de Venezuela Latam - América Latina Nicolás Maduro
El redactor recomienda