Exteriores niega que los detenidos sean "del CNI" y que España quiera "desestabilizar" Venezuela
Diosdado Cabello ha anunciado en una rueda de prensa la detención de dos ciudadanos españoles, dos estadounidenses y un checo, implicados en una supuesta operación terrorista
Exteriores desmiente rotundamente que los dos españoles detenidos en Venezuela por el régimen de Maduro tengan ninguna relación con los servicios de inteligencia, como aseguraba el gobierno de Venezuela. Fuentes oficiales del ministerio han asegurado que: "España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela. El Gobierno ha constatado que los detenidos no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal. España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela".
El ministro del Interior de Venezuela y uno de los "hombres fuertes" de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, anunciaba en una rueda de prensa la detención de dos ciudadanos españoles, además de dos estadounidenses y un checo, implicados en una presunta operación que tenía como objetivo llevar a cabo actos "terroristas", ha declarado el ministro.
La Embajada de España en Venezuela ha solicitado tener acceso a los dos detenidos para verificar sus identidades y su nacionalidad y, de ser ciudadanos españoles, conocer de qué se les acusa exactamente y que puedan recibir toda la asistencia necesaria. Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran que se "velará en todo momento por la protección y los derechos de cualquier español detenido en Venezuela".
Los españoles han sido identificados como José María Badoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme. Durante la intervención de Cabello se han mostrado fotografías de prontuario de ambos, con un cartel identificativo mostrando su presunto número de pasaporte e identificados como de nacionalidad española.
Según el ministro venezolano, en la operación fueron incautadas más de 400 armas y algunos de los capturados buscaban llevar a Venezuela "un grupo de mercenarios" con el propósito de asesinar al mandatario Nicolás Maduro, y a otros dirigentes del chavismo. Los detenidos presuntamente tendrían contacto con varios "comanditos" relacionados con figuras de la oposición detenidas y a las que se acusa de intentar atentados contra figuras del chavismo.
ÚLTIMA HORA | Gobierno confirma detención de dos ciudadanos españoles por "vínculos con actos terroristas en Venezuela".
— AlbertoRodNews (@AlbertoRodNews) September 14, 2024
"Estos ciudadanos españoles aparecen con vínculos directos con Américo De Grazia y Carlos Chancellor". https://t.co/Nx10Srq8vB pic.twitter.com/zX5rDa8l1j
La detención de estos dos españoles se produce en un momento tenso entre Caracas y Madrid tras las elecciones del 28 de julio en Venezuela. El pasado jueves, el ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, anunció su decisión de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, para una amonestación en protesta por las "insolentes, injerencistas y groseras" declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien se había referido al Gobierno de Nicolás Maduro como una "dictadura". También llamó a consultas a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez.
En aquel entonces el Gobierno español, por boca del ministro de Exteriores José Manuel Albares, intentó desescalar el incidente diplomático después de que España acoja desde hace una semana al líder venezolano Edmundo González Urrutia, ganador de las elecciones presidenciales según las actas presentadas por la oposición. Una decisión que no fue vista con malos ojos desde el chavismo. En una intervención en RNE la mañana del viernes, Albares se refirió a la llamada a consultas y amonestación del embajador español en Caracas como "decisión soberana" de cualquier país, sin declararlo entonces de manera categórica como una crisis diplomática, e incidió en que desde el Ministerio continúan "trabajando para tener las mejores relaciones posibles con el pueblo de Venezuela".
Sin embargo, no es la primera vez que el Gobierno de Venezuela acusa a España de participación o cercanía al terrorismo. En 2015, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó al Gobierno de Mariano Rajoy, de "apoyar al terrorismo" en el país, así como de formar parte de una "conjura internacional" para derrocarlo. "Desde España se financia y se apoya logística, política y diplomáticamente, se utiliza todo el poder del Gobierno español para apoyar la conspiración y tratar de derrocar el Gobierno (…) de Venezuela". La acusación se ha repetido en varios momentos de tensión en la relación España-Venezuela.
Pese a todo, Venezuela no ha llegado por el momento a romper relaciones ni diplomáticas ni comerciales con España. Desde las elecciones venezolanas, Caracas ha roto relaciones diplomáticas con Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. No ha roto relaciones comerciales con ninguno. El elemento económico es clave en la crisis venezolana, cuya economía y sociedad pasan por uno de sus peores momentos, por lo que el Gobierno no puede permitirse esa ruptura comercial. En el caso español, sería un "brindis al sol", saliendo Venezuela mucho peor parada que España, pese a las inversiones españolas en hidrocarburos.
Exteriores desmiente rotundamente que los dos españoles detenidos en Venezuela por el régimen de Maduro tengan ninguna relación con los servicios de inteligencia, como aseguraba el gobierno de Venezuela. Fuentes oficiales del ministerio han asegurado que: "España desmiente y rechaza rotundamente cualquier insinuación de estar implicada en una operación de desestabilización política en Venezuela. El Gobierno ha constatado que los detenidos no forman parte del CNI ni de ningún otro organismo estatal. España defiende una solución democrática y pacífica a la situación en Venezuela".