La 'mano de hierro' que dividió Perú: muere el expresidente Alberto Fujimori a los 86 años
Fujimori abandonó en diciembre la cárcel de Lima en la que cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad después de que el Constitucional restituyera su indulto humanitario
La prensa local había grabado a Alberto Fujimori hace un par de semanas saliendo de una clínica. Supuestamente, estaba allí para un simple chequeo. Este miércoles, saltaron todas las alarmas cuando un sacerdote salió de su residencia. Horas después, la familia Fujimori confirmaba que el expresidente peruano que más ha dividido el país había fallecido en su residencia de Lima a los 86 años tras "una larga batalla contra el cáncer". "Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá", publicó su hija y heredera política Keiko Fujimori, en la red social X.
Minutos antes, el abogado de Fujimori, Elio Riera, se adelantó a la familia y escribió su propia despedida al exmandatario en la red social X. "Señor presidente, gracias por todo. Descanse en paz. Su legado perdurará en la historia", expresó Riera, que lo representaba en un nuevo juicio oral por la matanza de Pativilca perpetrada en 1992. "Su amistad para mí será eterna. Recordaré siempre sus palabras: logramos el objetivo. Hasta pronto mi gran amigo", agregó el letrado.
Según fuentes del periódico local El Comercio, el expresidente sufrió una caída en junio pasado y fue operado de la cadera. A partir de ese momento, su estado de salud se fue deteriorando por las consecuencias de los tratamientos de quimioterapia que sufrió para luchar contra un cáncer de lengua. Horas antes del anuncio de su fallecimiento, su entorno fue preparándose para el peor escenario. "El presidente está luchando (...) Vista la situación actual y como consecuencia de las informaciones (que circulan acerca de su salud) pedimos que se restrinjan las visitas y reiteramos nuestro agradecimiento (por el interés en Fujimori)", dijo el legislador de Fuerza Popular y médico personal del exgobernante, Alejandro Aguinaga.
Los restos serán velados en el Museo de la Nación hasta el próximo sábado, anunció la familia del exmandatario. "Esperamos a todos quienes quieran despedirse de él personalmente. Agradecemos su apoyo y grandes muestras de solidaridad en estos momentos tan dolorosos", anunció Keiko Fujimori. "Su amor y sabiduría siempre vivirán en nuestros corazones. Estoy orgulloso de ti, daría mi vida una y mil veces por ti", escribió en redes sociales.
Fujimori ha fallecido 10 meses después de abandonar la cárcel de Lima en la que cumplía una condena de 25 años por delitos de lesa humanidad, después de que el Tribunal Constitucional restituyera el indulto humanitario que le otorgó en 2017 el entonces gobernante Pedro Pablo Kuczynski. La decisión, que fue adoptada contra las órdenes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, polarizó el país.
A pesar de las violaciones de los derechos humanos durante su gestión, de su época en la cárcel y de su gobierno con mano de hierro, Alberto Fujimori ha conseguido mantener una lealtad incuestionable entre sus seguidores. El legado autocrático del político ha conseguido perdurar también mucho más allá de los años 90 y su hija Keiko es la líder del movimiento de derecha Fuerza Popular. Hasta ahora, sin embargo, no ha conseguido llegar al Palacio de Gobierno después de presentarse en tres ocasiones como candidata.
Los más fieles al expresidente sostienen que logró acabar con el partido comunista revolucionario Sendero Luminoso y que supo frenar una hiperinflación que azotaba Perú. Por el otro lado, sus detractores lo definen como un dictador que cometió abusos generalizados y cuyo Gobierno estuvo marcado por una corrupción rampante. Sus 10 años de mandato estuvieron salpicados por varias matanzas, incluida las de Barrios Altos y La Cantuta, que le sirvieron una condena de prisión, así como por las esterilizaciones forzadas a miles de mujeres y hombres, en su mayoría indígenas.
"Murió negándose a reconocer los graves crímenes que cometió durante su reinado de diez años, desde graves violaciones de los derechos humanos hasta corrupción masiva", dijo Jo-Marie Burt, profesora de ciencias políticas en la Universidad George Mason, a The Guardian. "Algunos pueden elogiarlo por sus políticas de estabilización económica o por poner fin a la insurgencia de Sendero Luminoso, pero el daño que causó a la vida cívica, el cinismo que infundió en el sistema político, su justificación arrogante del asesinato para lograr sus fines, es el oscuro legado que Perú aún no ha abordado por completo", añadió.
Los últimos meses de Fujimori
Desde que salió de la cárcel en diciembre pasado, el exmandatario ha estado lejos de mantenerse en las sombras. Su regreso fue como influencer en Twitter y TikTok en un intento por limpiar su imagen. "Estimados amigos: para ampliar mi defensa expuesta en las audiencias judiciales, en las que se dispone obviamente de un tiempo limitado, he decidido reabrir mis redes sociales oficiales", anunció en marzo pasado.
El siguiente paso fue afiliarse al partido de Keiko. Fue precisamente este movimiento el que volvió a dividir al país cuando su hija anunció que Fujimori se presentaría a las elecciones de 2026. "Es él quien debe llevar la batuta. Yo dejaría que sea mi padre el líder de esa plancha presidencial", dijo.
Al menos legalmente, podría haberlo hecho. A pesar de que las leyes no permiten que una persona acusada de delitos de lesa humanidad pueda optar a un cargo público, el Congreso peruano aprobó recientemente una ley para borrar el expediente de todos aquellos señalados por estos crímenes si fueron cometidos antes de 2002, cuando entró en vigencia en Perú el Estatuto de Roma.
La prensa local había grabado a Alberto Fujimori hace un par de semanas saliendo de una clínica. Supuestamente, estaba allí para un simple chequeo. Este miércoles, saltaron todas las alarmas cuando un sacerdote salió de su residencia. Horas después, la familia Fujimori confirmaba que el expresidente peruano que más ha dividido el país había fallecido en su residencia de Lima a los 86 años tras "una larga batalla contra el cáncer". "Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. Gracias por tanto papá", publicó su hija y heredera política Keiko Fujimori, en la red social X.