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Moscú inicia su contraofensiva en Kursk: "Fue ridículo que Rusia se demorara tanto"
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Moscú inicia su contraofensiva en Kursk: "Fue ridículo que Rusia se demorara tanto"

Los blogueros rusos afirman que las tropas de Moscú han recuperado 10 localidades tomadas por Ucrania en la región fronteriza de Kursk

Foto: Soldados ucranianos cerca de la frontera con Rusia. (Reuters/Thomas Peter)
Soldados ucranianos cerca de la frontera con Rusia. (Reuters/Thomas Peter)
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El pasado 6 de agosto, Ucrania sorprendió con una incursión fronteriza que nadie esperaba. En pocos días, logró tomar el control de más de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso y de 100 asentamientos de la región de Kursk. Pero quizá haya sido igual de sorprendente la respuesta de Vladímir Putin a la ofensiva de Kiev.

La operación militar tiene una gran importancia militar pero también simbólica porque, en el momento en el que los soldados ucranianos cruzaron la frontera, estaban cruzando también una de las líneas rojas de Putin. Se esperaba que el presidente ruso activara las alarmas retóricas e hiciera un nuevo llamado a la sociedad rusa para que lo dieran todo por la patria.

Pero no sucedió nada de eso. Vladímir Putin calificó la incursión fronteriza como "una provocación a gran escala" y, recientemente, como un "fracaso". Marcó también en el calendario el día 1 de octubre como la fecha límite que ha dado a su Ejército para que recupere todo el territorio tomado por las tropas de Kiev. No ha sido hasta este miércoles, un mes y medio después de la incursión fronteriza, que ha empezado la contraofensiva rusa en Kursk.

Así lo han confirmado varios blogueros militares prorrusos, así como el general Apti Alaudinov, responsable de varias unidades que combaten en la región rusa. "Nuestra situación es buena... nuestras unidades han pasado a la ofensiva. Ayer y hoy [por este miércoles], en total, fueron liberados unos 10 asentamientos de la región de Kursk", afirmó.

Foto: Un tanque que fue evacuado de territorio ruso. (EFE/Nikoletta Stoyanova)

Por su parte, Sergei Lavrov, dijo que las fuerzas ucranianas estaban "siendo expulsadas gradualmente" del territorio, y "serán expulsadas completamente, no puede haber ninguna duda al respecto", dijo a la agencia de noticias RIA Novosti.

Ucrania ha confirmado el inicio de los ataques en Kursk y el presidente Volodímir Zelenski anunció que la operación se desarrolla conforme a los planes ucranianos. No ha dado más detalles, aunque varios analistas militares sostienen que las imágenes geolocalizadas han confirmado la existencia de ofensivas rusas en varias zonas del territorio. Muchas de ellas se centraron en la ciudad de Sudzha, que Ucrania tomó una semana después del inicio de la incursión. Además, se han registrado avances hacia Korenevo, una ciudad al noroeste de Sudzha.

Foto: El ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov.(EFE/Kremlin)

Según blogueros rusos, las fuerzas de Moscú han avanzado hasta 150 kilómetros cuadrados en sus últimas operaciones. No obstante, todavía no se ha podido verificar de forma independiente el alcance de la contraofensiva. "Las fuerzas rusas comenzaron a contraatacar a lo largo del borde occidental del saliente ucraniano en la región de Kursk y, según se informa, tomaron varios asentamientos al noreste y al sur de Korenevo el 10 y 11 de septiembre. El tamaño, la escala y las perspectivas potenciales de los contraataques rusos del 11 de septiembre en la región de Kursk no están claros y la situación sigue siendo fluida", sostiene el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra.

El posible objetivo de los soldados rusos, continúa el informe, sería romper la pinza ucraniana para evitar que sus hombres se queden atrapados en una "caldera", antes de iniciar una contraofensiva más organizada y con más tropas implicadas.

¿Dónde estaban los rusos?

La estrategia militar del Kremlin es la más significativa que se ha tomado desde el inicio de la incursión. En las últimas semanas, la respuesta se ha caracterizado por ser moderada y el ataque ucraniano en Kursk ha tenido una importancia limitada en los medios de comunicación de Rusia. La estrategia recuerda a otras implementadas por las autoridades rusas para intentar desvirtuar o enterrar las malas noticias.

Vladímir Putin ha sido el primero en negar que la incursión haya tenido consecuencias negativas para su país o para su guerra. "El objetivo del enemigo era ponernos nerviosos y preocuparnos, trasladar tropas de un sector a otro y detener nuestra ofensiva en zonas clave, principalmente en el Donbás. ¿Funcionó? No", aseguró Putin.

En un momento crítico para las defensas ucranianas, la incursión fronteriza se posicionó como un intento de desviar a las unidades rusas de las líneas del frente para aliviar la presión sobre las tropas. Sin embargo, esta táctica no ha tenido el efecto esperado y las tropas del Kremlin han conseguido avanzar en frentes como el Pokrovsk.

Foto: Un bombardero nuclear estratégico Tupolev Tu-160 como el alcanzado por Ucrania. (Dominio Público/Robert Sullivan)

La ciudad es uno de los puntos más decisivos del Donbás porque se encuentra en el centro de muchas de las líneas ferroviarias y de carreteras de toda la región. Un asalto ruso exitoso cortaría las principales líneas de suministro para las tropas en los bastiones ucranianos que todavía resisten en el territorio.

El valor estratégico de Pokrovsk lo ha convertido en una prioridad para Rusia, incluso por delante de Kursk. Los analistas militares se han preguntado durante semanas a qué estaba esperando Putin para enviar a sus tropas a recuperar su propio territorio. El experto en inteligencia de código abierto (Osint) Uri cita a fuentes militares que sostienen la 64.ª Brigada de Fusileros Motorizados Independientes de Rusia será trasladada de Zaporiyia a Kursk.

Pero creen que no ha sido suficiente. “Fue ridículo que Rusia se demorara tanto en enviar reservas. Informar a Putin de que se habían ganado 100 metros en Donetsk era más importante que perder 1.300 kilómetros cuadrados de suelo ruso”, escribe en su cuenta de la red social X, citando a la misma fuente. “Estaban políticamente congelados, ya que restaron importancia a los ‘rebeldes a lo largo de la frontera’ y ahora tienen que luchar contra fuerzas ucranianas bien abastecidas y atrincheradas en suelo ruso”, añade.

Según los análisis de los expertos, las posibilidades que tenía Ucrania de mantener el control del territorio ruso se han reducido. Después de semanas marcadas por un discurso triunfalista en lo que respecta a Kursk, las autoridades de Kiev parecen haber rebajado el tono. Ahora, el Ejército ucraniano enfrenta el dilema de continuar manteniendo la presión en la región enemiga o en reforzar el número de tropas en la ciudad de Pokrovsk para evitar nuevos avances de las tropas de Moscú.

Ucrania no dio ninguna pista sobre sus intenciones de cruzar la frontera rusa, ni tampoco lo hizo sobre la estrategia cuando sus tropas ya estaban del otro lado. Sin embargo, la idea de que esta operación acabaría con una superioridad negociadora de Putin en un hipotético acuerdo de alto al fuego tomó impulso los días después de la incursión.

Foto: Un bombardero ucraniano Su-24. (Fuerzas Aéreas de Ucrania)

El diputado ucraniano Oleksiy Goncharenko afirmó que la incursión es tan importante porque "nos acerca mucho más a la paz que 100 cumbres de paz". "Cuando Rusia necesita contraatacar en su propio territorio, cuando el pueblo ruso huye, cuando la gente se preocupa, esa es la única manera de mostrarles que deben detener esta guerra", dijo a la BBC.

Hasta ahora, la carta a la que podía jugar el Gobierno ucraniano en unas hipotéticas negociaciones pasaba por un intercambio de tierra a cambio de paz. Ahora, había pasado a un acuerdo de "tierra por tierra", como apuntaba Andreas Umland, analista del Instituto Sueco de Asuntos Internacionales, en un análisis publicado en Foreign Policy. La gran pregunta es si Rusia conseguirá recuperar su territorio con su contraofensiva y si la incursión fronteriza ha sido solo un capítulo más de esta guerra.

El pasado 6 de agosto, Ucrania sorprendió con una incursión fronteriza que nadie esperaba. En pocos días, logró tomar el control de más de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso y de 100 asentamientos de la región de Kursk. Pero quizá haya sido igual de sorprendente la respuesta de Vladímir Putin a la ofensiva de Kiev.

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