La UE quiere que los países africanos acepten devoluciones de migrantes: este es el 'ranking' de quién lo hace y quién no
Un informe restringido de la Comisión analiza la escasa aceptación por los países africanos de la devolución de migrantes en situación irregular en la UE. Marruecos a la cabeza de la emigración irregular de África a la UE
Los países de donde parten los emigrantes irregulares hacia Europa no son muy proclives a readmitirlos. Aun así, hay algunos que colaboran algo más, como Gambia, y otros menos, como Malí. Argelia no es un modelo, pero hace mayores esfuerzos que Marruecos, su vecino occidental.
El Ministerio del Interior guarda celosamente el desglose por nacionalidades de inmigrantes que llegan por mar a las costas españolas y tampoco revela el porcentaje de los pocos que consigue repatriar de una manera u otra. Traslada, sin embargo, esos datos a la Comisión Europea que, a finales de julio, elaboró un exhaustivo informe reservado sobre la escasa cooperación migratoria que brindan los países africanos y de Oriente Próximo a la Unión Europea. El Confidencial ha tenido acceso a ese documento.
El análisis de la Comisión, elaborado a partir de datos de Frontex, la agencia europea de control de fronteras, recalca que Marruecos está a la cabeza de África por el número de migrantes (101.435) que entre 2015-2022 entraron irregularmente en la UE. Justo por detrás figuran en ese continente Nigeria (89.242), Túnez (71.950), Argelia (63.438), Guinea-Conakri (59.160) etcétera.
El año pasado, Marruecos, con solo 16.108 de llegadas, casi todas a España, perdió, por fin, el liderazgo africano de las entradas irregulares en la UE. Por delante se colocaron Guinea-Conakry (21.639), Senegal (18.210) y Costa de Marfil (17.910). Argelia (7.233) se situó en el décimo puesto africano.
En Oriente Próximo y Asia Central, Irak es el que lidera la clasificación durante ese septenio por el número de inmigrantes (175.944) que franquearon irregularmente las frontras europeas. Precede holgadamente a Pakistán (98.877). Los sirios son probablemente aún más numerosos, pero en su informe la Comisión los omite por varias razones técnicas. Solo entre 2015 y 2016, más de medio millón de sirios solicitaron asilo en varios países de la UE, principalmente Alemania.
El informe de la Comisión examina las restricciones puestas por los ocho principales países africanos emisores de emigración hacia España a readmitir a sus ciudadanos en situación irregular en la UE. Gambia, el más pequeño de los africanos, es el que sale mejor librado. De las 1.845 órdenes de abandono del territorio europeo que recibieron los gambianos en 2023 se ejecutaron el 37%.
Ese porcentaje récord tiene quizás truco. Hace un lustro, el Consejo Europeo modificó el código de visados de la UE para poder dar un escarmiento a Gambia después de que sus autoridades suspendieran durante un tiempo la aceptación de deportaciones. La sanción, aún vigente, consistió en alargar el plazo de tramitación de los visados, que con frecuencia han de solicitar en Dakar y no en Banjul, y subir las tasas. Aparentemente está dando resultados.
En el otro extremo se sitúa Mali, cuyos ciudadanos han sido estos últimos meses los más numerosos en desembarcar en Canarias. Zarparon mayoritariamente desde Mauritania. De las 3.415 órdenes de abandono de suelo europeo cursadas en 2023, solo se ejecutó el 4,09%. El país vive de nueva en guerra, la que la Junta militar, apoyada por los mercenarios de Wagner, libra a los grupos yihadistas y a las milicias tuareg.
Marruecos se sitúa a la cabeza de los países africanos cuyos ciudadanos (35.065) recibieron el año pasado órdenes de salida de la UE. Solo se pudieron poner en práctica el 7,87%. La colaboración de Argelia es apenas mejor. De las 32.620 órdenes formuladas en 2023, solo 3.140 argelinos (9,62%) regresaron finalmente a su país.
Argelia suspendió las readmisiones de inmigrantes con España en abril de 2022. Fue una de las sanciones que adoptó después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se alinease, mediante el envío de una carta al rey Mohamed VI, con la posición de Rabat en el conflicto del Sáhara Occidental.
Aunque el informe de la Comisión no los examina, los países africanos tienen múltiples motivos para poner trabas a la hora de aceptar devoluciones de sus ciudadanos. Emigrar es una manera de dar salida a una juventud con frecuencia descontenta y en paro o subempleada. A medio plazo acaba siendo además una fuente de divisas que, en el caso de Marruecos, equivalen al 8,5% del PIB — más que el turismo — en el de Senegal a un 9,5% y en el de Gambia rebasa el 22%.
Para doblegarles, la UE hizo un experimento piloto con Gambia imponiéndole restricciones en los visados. Francia hizo otro tanto, en el otoño de 2021, con los tres principales países del Magreb. Los marroquíes sortearon la sanción con la ayuda de los consulados de España en su país, que les expidieron visados Schengen para viajar a Francia haciendo primero escala en un aeropuerto español.
La extrema derecha europea ha barajado, a veces, en sus campañas prohibir o restringir el envío de remesas mientras esos países no flexibilicen las readmisiones. El último en hacerlo fue, en julio, Jordan Bardella, el candidato de la Agrupación Nacional a primer ministro de Francia. En una UE en la que hay libertad de circulación de capitales, la medida sería de dudosa legalidad.
Los países de donde parten los emigrantes irregulares hacia Europa no son muy proclives a readmitirlos. Aun así, hay algunos que colaboran algo más, como Gambia, y otros menos, como Malí. Argelia no es un modelo, pero hace mayores esfuerzos que Marruecos, su vecino occidental.
- Toda Europa quiere frenar la inmigración. Ni la derecha radical sabe cómo hacerlo Ramón González Férriz
- En Marruecos, la perspectiva de una Francia de Agrupación Nacional no suena tan mal Ignacio Cembrero
- Aviso a navegantes europeos: la inmigración no será el tema que marque estas elecciones María Zornoza. Bruselas