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Venezuela no premia mártires: el exilio de González Urrutia deja la pregunta de María Corina Machado
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Tras un mes oculto

Venezuela no premia mártires: el exilio de González Urrutia deja la pregunta de María Corina Machado

Acosado por las presiones y amenazas chavistas, Urrutia se exilia en España. La pregunta ahora es para Machado, que permanece en el país como la gran esperanza

Foto: Edmundo González pide asilo político a España. (EFE/Miguel Gutiérrez)
Edmundo González pide asilo político a España. (EFE/Miguel Gutiérrez)

A primera hora de la tarde del domingo, un buen puñado de venezolanos recibían con banderas y algazaras al opositor Edmundo González Urrutia a su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, donde aterrizaba el avión de las Fuerzas Aéreas españolas que lo ha sacado de Venezuela rumbo al exilio español. Tras un mes de protestas y miles de detenidos, acoso, seguimiento y presiones, el Gobierno de Nicolás Maduro apretó aún más el lazo del líder de la oposición y ganador de las elecciones, según las actas presentadas por la oposición y validadas por múltiples estudios independientes, con una orden de arresto que finalmente rompió el dique.

Aunque no hay duda —y así lo han defendido todos los rostros públicos de la oposición— de que González Urrutia continuará luchando porque se le reconozca internacionalmente como ganador y presidente electo de Venezuela antes del 10 de enero, su salida del país, donde permanecía este último mes oculto (según se ha sabido más tarde) en la embajada de Países Bajos, es un duro golpe para la hoja de ruta de la oposición venezolana y disminuye sus opciones de presión. Y así lo ha celebrado el chavismo, aunque su posición también se tambalea y es de esperar que, con el exilio de González Urrutia, aumente la presión internacional. Para la oposición queda, sin embargo, una última gran pregunta y esperanza blanca. ¿Qué hará María Corina Machado?

Foto: Edmundo Gónzalez, el día de las elecciones en Venezuela. (Reuters/Leonardo Fernández Viloria)

La lógica tras la presión chavista es que sin el protagonista de la causa, se desactiva la misma. Así lo vendió el domingo el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, quien celebró su salida del país con una burla final. "Edmundo González Urrutia escenificó su despedida en la pista del aeropuerto de Maiquetía (...) Ahí ocurrió el capítulo final de dicha mediocre obra que desencadenó zozobra, sangre, sudor y lágrimas a espectadores inocentes". Hubo palabras también para María Corina Machado, una "actriz secundaria" en el papel de "villana".

Porque María Corina Machado, con esporádicas apariciones en protestas en las calles y una continua actividad en ruedas de prensa por videoconferencia con periodistas, políticos y su propio equipo más cercano, está todavía oculta en algún lugar de Venezuela, y es realmente la "villana" en el relato de un gobierno que ha dado ya por buenas unas actas electorales que nunca llegó a presentar y cada vez más aislado, pero por eso mismo, más violento con su represión.

Después de todo, recuerda un activista opositor que prefiere mantener el anonimato, González Urrutia dio "el difícil paso" de abanderar la candidatura de la oposición después de que a María Corina Machado se le prohibiera presentarse a ningún cargo político. Y no se le puede pedir el martirio desde un salón en Madrid. En esa línea se ha pronunciado Ramón Guillermo Aveledo, antiguo secretario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en un mensaje que pide respeto y solidaridad con González Urrutia. "Es lo sensato en nuestra condición actual. Es un hombre decente [Edmundo González] que aceptó por patriotismo, sin ambición, una descomunal tarea. A él, a Mercedes [su esposa], que está con él; a sus hijas, yernos y nietos, mi afecto agradecido".

"La salida de Edmundo González no es el fin, sino un paso necesario para proteger su integridad y mantener la lucha viva (...) Su vida corría peligro", ha defendido Machado a través de un comunicado en X, en el que denuncia el "terrorismo de estado" que ha forzado esta decisión. Por el momento ya ha adelantado que ella permanecerá en Venezuela: "Que esto quede muy claro a todos: Edmundo luchará desde afuera junto a nuestra diáspora y yo lo seguiré haciendo aquí, junto a ustedes". Pero ante la pregunta de exilio o cárcel, si se la presentan llamando a su puerta los "hombres de negro encapuchados" de los que ha hablado en alguna ocasión, nadie puede exigir una nueva capa de sacrificio. Porque ni así se aseguran la victoria: Venezuela no premia a los mártires, según la experiencia.

En 2019, el opositor Juan Guaidó reclamó la presidencia interina y fue reconocido por medio centenar de países. En aquel momento, el Gobierno de Nicolás Maduro decidió convivir durante cuatro años sin detener al político rival, que realizó decenas de entrevistas y apariciones públicas en suelo venezolano, pero manteniendo la amenaza y presiones sobre él, quien finalmente se exilió en 2023, en un callejón sin salida. Otro gran rostro de la oposición venezolana, Leopoldo López, pasó más de cinco años retenido (en la cárcel y luego, en régimen de casa-por-cárcel), siendo liberado cuando el gobierno chavista consideró que era irrelevante como para abanderar un cambio en Venezuela.

Foto: La opositora venezolana Maria Corina Machado (EFE/Archivo/Miguel Gutiérrez)

"[La de González Urrutia] Es una situación completamente distinta. En el caso de Guaidó existía un vacío de poder [la figura del Gobierno interino de Guaidó tenía una base legal y constitucional frágil], mientras que en este caso, hemos ganado unas elecciones con las reglas de la tiranía" y "tenemos las pruebas [las actas] que pueden ser escrutadas internacionalmente", afirmó la propia María Corina Machado recientemente en un encuentro online con periodistas, entre ellos El Confidencial.

El exilio de González Urrutia, un hombre de entrada edad (75 años) no es deseado, pero tampoco una sorprendente decisión, sostiene el mismo opositor consultado por El Confidencial. Según una carta del Ministro de Exteriores de Países Bajos, Caspar Veldkamp, González Urrutia pidió "de manera urgente, al día siguiente de las elecciones" protección de la embajada de ese país en Venezuela. Durante el mes de agosto, González Urrutia permaneció en la residencia del Encargado de Negocios de Países Bajos en Caracas, hasta que a principios de septiembre, fue el propio Urrutia quien pidió "continuar la lucha desde España", pese al intento de Veldkamp de que permaneciera en el país. "Edmundo González indicó que quería abandonar la residencia y el país. Hablé con él sobre la situación en Venezuela, la importancia del trabajo de la oposición y la transición a la democracia, y enfaticé nuestra continua hospitalidad. Indicó que, sin embargo, quería irse y continuar su lucha desde España", se lee en la carta, publicada en el servidor del Parlamento neerlandés.

¿Y ahora qué?

Algunos analistas consultados por El Confidencial opinan que la orden de arresto contra González Urrutia —por los cargos de usurpación de funciones en el manejo de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, conspiración, delitos de asociación y sabotaje de sistemas en el marco de la publicación en internet de actas electorales— creen que el objetivo de la orden era forzar a González a dejar el país rumbo a Madrid.

Pero en la salida del hombre que sostiene sobre sus hombros la legalidad de las esperanzas de la oposición venezolana no todo es dulce para Maduro. Como se lee en la comparación con Guaidó, el mero hecho de ordenar una orden implica que esta crisis es distinta para Maduro, en una posición más insostenible que nunca. Con la orden de arresto contra González Urrutia, da a entender que su mera permanencia en Venezuela (incluso oculto) era más costoso que su exilio. Era un hilo muy delicado: con los ánimos mucho más incendiados que en crisis anteriores, el arresto de González Urrutia podría haber inflamado nuevas y violentas protestas en el país.

Foto: El opositor venezolano Edmundo González. (EFE/Rayner Peña R.)

La oposición confía ahora en la presión internacional. Estados Unidos, México, Brasil y Colombia están intentando sentar a la mesa a Maduro para negociar una transición pacífica o una repetición electoral acordada entre el Gobierno y oposición.

Mientras tanto, María Corina Machado, quien ha pedido a España que lidere en Europa el reconocimiento de González Urrutia como presidente electo, permanece en Venezuela. Ella podría ser la próxima en recibir una orden de arresto, aunque algunos creen que el oficialismo podría andar con más tacto en su caso. "En esta ocasión, si bien Edmundo González fue el candidato, la líder es María Corina Machado, así que probablemente a quien nunca apresen es a ella, pero sí a su círculo cercano, como lo vienen haciendo desde hace meses”, consideraba un analista venezolano a este diario.

La Plataforma Unitaria, principal coalición opositora de Venezuela, emitió un comunicado este domingo tras el exilio de Edmundo González Urrutia en España. "Llamamos a todos los venezolanos dentro y fuera del territorio a mantenernos unidos y esperanzados, y a no permitir que la campaña de desinformación y desesperanza que el régimen ha desplegado cumpla su objetivo".

A primera hora de la tarde del domingo, un buen puñado de venezolanos recibían con banderas y algazaras al opositor Edmundo González Urrutia a su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, donde aterrizaba el avión de las Fuerzas Aéreas españolas que lo ha sacado de Venezuela rumbo al exilio español. Tras un mes de protestas y miles de detenidos, acoso, seguimiento y presiones, el Gobierno de Nicolás Maduro apretó aún más el lazo del líder de la oposición y ganador de las elecciones, según las actas presentadas por la oposición y validadas por múltiples estudios independientes, con una orden de arresto que finalmente rompió el dique.

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