Bienvenidos al país menos visitado del mundo: "No veo nada más que puro océano"
El 'tiktoker' Rama ha viajado hasta el que es considerado el cuarto país más pequeño del mundo para compartir con sus seguidores cómo es la experiencia de visitar el lugar con menos turistas del mundo
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Viajar a uno de los destinos más remotos del mundo es una experiencia solo apta para los más aventureros. Y existe un pequeño país insular, perdido en medio del Pacífico, que recibe apenas pocos miles de visitantes al año y que se ha convertido ya en uno de los rincones menos explorados del planeta. Llegar hasta sus costas implica una travesía de varios vuelos y horas de viaje. Sin embargo, la recompensa es poder disfrutar de un entorno paradisíaco, con atolones rodeados por aguas cristalinas y una cultura local que aún se mantiene intacta, al margen del turismo.
El 'tiktoker' Rama, conocido entre sus casi 200.000 seguidores por el contenido que publica relacionado con los viajes que realiza alrededor del mundo, ha compartido ahora cómo es viajar al que es considerado el país menos visitado del mundo: Tuvalu. Llegar hasta allí no es tarea fácil. Este pequeño país, formado por un grupo de atolones y arrecifes de coral, se encuentra perdido en medio del océano, entre Hawái y Australia. Y es precisamente este el motivo por el que el 'tiktoker' ha tenido que coger cuatro vuelos hasta llegar allí. Su viaje comenzó en Madri y pasó por Estambul, Singapur, Fiji para, finalmente, llegar a Tuvalu.
@ramilladeaventura 4 vuelos hasta el país menos visitado del mundo, Tuvalu 🇹🇻
♬ sonido original - Rama
“Espero de verdad que esta avioneta me lleve con seguridad. Tú, mira esto. Ni siquiera va lleno el avión”, comenta Rama en el vídeo mientras grababa el interior del pequeño avión en su último tramo hacia la isla. A diferencia de otros destinos turísticos más populares, Tuvalu apenas recibe visitantes, lo que convierte el trayecto hasta allí en una verdadera travesía. Los vuelos son escasos y, a diferencia de lo que ocurre en otros lugares, los aviones no están llenos de turistas con cámaras y mochilas, sino de trabajadores expatriados que se dirigen a proyectos de desarrollo en el país.
“Me sorprendió ver a varios extranjeros en el vuelo, pero hablando con el que había sentado a mi lado, comprendí que la mayoría son australianos o neozelandeses que van para trabajar en alguno de los proyectos de desarrollo que estos países tienen en Tuvalu”, explica el creador de contenido en el vídeo.
Tuvalu se encuentra a aproximadamente 4.000 kilómetros al noreste de Australia, al norte de Fiji, al sur de Kiribati y al este de las Islas Salomón. Tan solo cuenta con 25 kilómetros cuadrados y una población de alrededor de 12.000 personas, convirtiéndolo el cuarto país más pequeño del mundo.
Con apenas 2.000 visitantes anuales, Tuvalu es un lugar que parece haberse mantenido al margen de las grandes rutas turísticas. Sin embargo, esta falta de turismo masivo es, precisamente, lo que hace de Tuvalu un destino tan especial. La tranquilidad de sus playas, el ritmo pausado de la vida isleña y la amabilidad de sus habitantes ofrecen una experiencia única y distinta a la de los destinos más populares y saturados de turistas.
Además, el aislamiento geográfico y la dificultad para llegar hacen que los pocos viajeros que se aventuran a Tuvalu lo hagan por curiosidad o por el deseo de descubrir uno de los últimos lugares vírgenes del planeta. En ese sentido, el país es un verdadero refugio para quienes buscan desconectar de todo y disfrutar de un ambiente en el que el tiempo parece haberse detenido.
A pesar de su belleza natural, la realidad es que Tuvalu se enfrenta importantes desafíos. El país se encuentra en la lista de los más vulnerables al cambio climático, ya que el aumento del nivel del mar amenaza con inundar sus atolones en las próximas décadas.
Esto convierte a Tuvalu en un lugar no solo de gran interés turístico, sino también en un símbolo de la lucha contra el cambio climático. Y es que sus islas están en riesgo de desaparecer debido al aumento del nivel del mar, ya que su punto más alto está solo a unos 4.5 metros sobre el nivel del mar.
Como prevención al hecho de que el nivel del mar siga aumentando, existen planes potenciales para que los habitantes de Tuvalu se reubiquen en otros países como Nueva Zelanda. Y mientras tanto, el gobierno de Tuvalu sigue trabajando en proyectos de desarrollo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y hacer frente a los desafíos ambientales.
Aunque el turismo no es una prioridad para el país, aquellos que llegan a sus costas son recibidos con los brazos abiertos y pueden descubrir un rincón del mundo que todavía se mantiene en su forma más pura y auténtica. El turismo es muy limitado y es por ello por lo que no es una de las mayores fuentes de ingresos del país. De hecho, la actividad que más dinero aporta al país es su dominio de internet ".tv", que es popular entre las empresas de televisión y plataformas en línea. El país lo alquila y recibe importantes beneficios anuales. Además, la pesca y la agricultura son otras dos actividades esenciales.
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Viajar a uno de los destinos más remotos del mundo es una experiencia solo apta para los más aventureros. Y existe un pequeño país insular, perdido en medio del Pacífico, que recibe apenas pocos miles de visitantes al año y que se ha convertido ya en uno de los rincones menos explorados del planeta. Llegar hasta sus costas implica una travesía de varios vuelos y horas de viaje. Sin embargo, la recompensa es poder disfrutar de un entorno paradisíaco, con atolones rodeados por aguas cristalinas y una cultura local que aún se mantiene intacta, al margen del turismo.