Los datos de los cooperantes y diplomáticos españoles en Gaza, a la venta en la Dark Web

Los datos de cientos de ciudadanos españoles que visitaron la Franja de Gaza o trabajaron allí en años anteriores están a la venta en la Dark Web —la sección oculta de internet en la que tienen lugar numerosas transacciones ilícitas, dado su mayor grado de anonimato y las dificultades para rastrear estas operaciones—, según ha podido confirmar El Confidencial.

La base de datos, vendida al mejor postor en este espacio, contiene las fichas de aquellos españoles que solicitaron permiso para entrar en Gaza desde Israel a través del paso de Erez entre los años 2018 y 2021. Se trata de los documentos presentados ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina, un total de 311 archivos. Todas las fichas incluyen la fecha del 8 de noviembre de 2023 (un mes después del 7 de octubre), probablemente el día en el que se accedió al sistema computarizado para extraer la información.

Un alto número de estos solicitantes son cooperantes que trabajan o colaboran con la UNRWA —la agencia de la ONU para los refugiados palestinos—, el Plan de Desarrollo (UNDP), o la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). También hay diplomáticos de la Embajada de España en Jerusalén —incluido el cónsul actual, que visitó el enclave en una misión conjunta con otros delegados de la Unión Europea—, personal de servicio que se dispone a visitar el Patriarcado Latino en Gaza, proporcionar servicios consulares a ciudadanos con doble nacionalidad y funcionarios que entran para supervisar los proyectos financiados por la cooperación española AECID o por la UE. Otros perfiles incluyen a miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja, o de españoles a cargo de varias delegaciones nacionales de esta organización, como las de España y Dinamarca.

El Ministerio de Exteriores español ha sido informado de la filtración por este periódico, y fuentes oficiales han respondido que "el Ministerio aplica en su ámbito de actuación todas las medidas requeridas para la protección de los datos personales de sus empleados y colabora con instituciones de otros países para salvaguardar aquellos datos de sus empleados a los que tienen acceso".

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La mayoría de los datos personales son de valor relativamente escaso, puesto que solo incluyen elementos como los nombres y apellidos, las fechas de nacimiento y expedición de sus documentos, y la profesión. Sin embargo, en ocasiones aparece información más sensible, como la matrícula del vehículo y, en el caso de algunos oficiales y expertos en seguridad, los datos sobre las armas que portan.

La filtración no solo afecta a los ciudadanos españoles: la base de datos completa también contiene las fichas de todos los individuos que solicitaron autorización ante las autoridades palestinas para visitar Gaza en aquellos años, agrupados por nacionalidades.

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Los clientes de los criminales que las venden pueden adquirir el lote completo o por secciones, según fuentes en el sector de la ciberinteligencia, que descubrieron esta situación y alertaron de ello a El Confidencial.

Aunque no hay dudas de la intención criminal de quien haya puesto a la venta la información, la filtración de estos datos puede deberse tanto a un error humano o vulnerabilidad en el sistema electrónico de las autoridades palestinas aprovechada por un hacker, como a una filtración interesada. En un escenario donde cada vez más datos están necesariamente en la nube, no todas las administraciones están preparadas para los riesgos de seguridad que eso implica.

"Si son datos personales como el DNI [en caso de estos filtrados, son el número de pasaporte, fecha de caducidad y de expedición] o número de seguridad social son datos que, además de ser personales, son muy valiosos para los cibercriminales", explica Agnese Carlini, experta en ciberdelitos, antigua analista de Interpol y colaboradora de Incibe. La analista destaca que, con datos como esos, se podrían organizar estafas, suplantación de identidad o importantes daños reputacionales.