Ribera calienta motores en Bruselas antes de desembarcar en la Comisión Europea

La transición ecológica como combustible para un nuevo impulso para la construcción europea. El discurso de Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno a cargo de Transición Ecológica, ante la reunión anual de Bruegel, el think tank económico de referencia en Bruselas, es más el de un miembro del Ejecutivo comunitario que el de un ministro de un Gobierno nacional. La española ha participado en el evento en la capital comunitaria solamente unos días antes de que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, explique la estructura de su futuro colegio de comisarios, en el que todo el mundo espera que Ribera juegue un papel importante.

Objeto de muchas de las miradas, de las conversaciones, preguntas y apretones de manos, Ribera ha estado acompañada de cerca por Miguel Gil Tertre, un experimentadísimo funcionario europeo, economista jefe de la dirección general de Energía, respetado en todos los círculos de Bruselas. En los últimos meses, ha estado trabajando en el informe encargado por Von der Leyen al italiano Mario Draghi, ex primer ministro y antiguo presidente del Banco Central Europeo (BCE), que ahora será el jefe del gabinete de Ribera.

La española ha desvelado que ya ha hablado con Von der Leyen, que está entrevistando a todos los candidatos antes de dar a conocer qué cartera entregará a cada uno y quiénes serán sus vicepresidentes. “He estado hablando con la presidenta como casi todos los compañeros”, ha señalado Ribera ante los medios de comunicación antes de entrar en su evento. La vicepresidenta ha rechazado también dar una fecha sobre su salida del Gobierno: “En principio, lo que toca a nivel europeo es respetar el privilegio de la presidenta para ver cómo reparte las carteras y en Madrid, de vuelta en el Gobierno doméstico, seguir trabajando en lo que nos toca hasta que el presidente hasta que decida que se haga ese cambio”.

Ribera — y Moncloa — espera una vicepresidenta en la próxima Comisión Europea. Eso no garantiza un poder especial. En la anterior legislatura, dos de los tres vicepresidentes han estado controlados de cerca por Von der Leyen y su círculo de colaboradores más cercanos, que tienen una importante tendencia a controlar y centralizar todos los procesos. La gran pregunta, más que el rango, será qué cartera específica obtendrá Ribera, que es muy respetada en Bruselas por su experiencia en asuntos de clima y también de energía, habiendo sido una de las ministras más destacadas en las reuniones del Consejo de Energía durante la crisis energética que se produjo tras el inicio de la guerra de Ucrania.

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EFE EC

La española rechaza hacer cábalas y evita comentar las “quinielas” que se están publicando, la última en el periódico alemán Die Welt, en el que se señala que Ribera recibiría una vicepresidencia a cargo de Transición Digital, Social y Climática. Energía, que podría haber sido una cartera interesante para ella, probablemente vaya a parar a Jozef Síkela. El checo ha sido ministro de Industria (con competencias de energía) de República Checa, y que, como Ribera, durante la presidencia checa del Consejo se ganó un buen pedigrí en la gestión de la crisis energética. Clima, como cartera suelta, es demasiado vaga, así que en Bruselas muchos apuntan a que Ribera y Moncloa estén peleando por una cartera que permita compaginar algunos elementos de clima, energía e industria, con un enfoque en una transición justa, que es uno de los asuntos que más interesan a la vicepresidenta, que hizo algunas referencias a ello durante el evento de Bruegel.

“Hay que relajarse. (La presidenta de la Comisión) está terminando de organizar las cosas y viendo cuál es el perfil de cada uno de nosotros (los distintos candidatos a comisarios), de qué manera encajan las distintas familias políticas y las distintas prioridades”, ha señalado Ribera. La realidad es que la decisión de qué cartera se entrega a cada comisario no se toma en el vacío: los Gobiernos de todos los Estados miembros presionan a Von der Leyen para obtener un puesto que encaje con sus prioridades estratégicas.