Macron nombra a Michel Barnier, 'azote del Brexit', como primer ministro
Dos meses después de las elecciones parlamentarias francesas, el presidente Emmanuel Macron ha nombrado finalmente a su nuevo primer ministro
Dos meses después de las elecciones parlamentarias francesas, el presidente Emmanuel Macron ha nombrado finalmente a su nuevo primer ministro. Tras vetar a múltiples candidatos de izquierda, el elegido ha sido Michel Barnier, más conocido por su puesto como jefe negociador de la parte europea en el proceso de divorcio de Reino Unido de la UE.
El pasado julio, Francia celebró elecciones adelantadas, convocadas por Emmanuel Macron tras los buenos resultados de la ultraderecha francesa de Agrupación Nacional (RN) en las europeas y en lo que se leyó como una estrategia del miedo y atraer votos de necesidad para su partido. Los resultados dieron, sin embargo, la victoria al Nuevo Frente Popular, una coalición de izquierda que agrupa desde los más radicales de La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon a los socialistas y verdes. El partido de Macron, Ensemble, logró salvar los muebles y el gran miedo, la llegada de la ultraderecha de Agrupación Nacional, quedó tercera. Quedó así conformada la nueva Asamblea francesa, que no tiene, sin embargo, la potestad para nombrar directamente al nuevo primer ministro.
Durante los últimos dos meses, con el verano Olímpico en medio, Macron retrasó la decisión de elegir a su primer ministro y líder del gobierno, con tensas negociaciones con la coalición de izquierdas, que consideraban antidemocrática cualquier candidatura que no reflejara los resultados de las legislativas.
En el sistema presidencial francés, el jefe de Estado tiene la potestad de nombrar al primer ministro sin necesidad de un voto de investidura por parte de la Asamblea Nacional. Según el artículo 8 de la Constitución, esta es una prerrogativa exclusiva del presidente, quien no está legalmente obligado a elegir a alguien del grupo mayoritario en el Parlamento, como en este caso, que ha nombrado a un integrante del partido con menos representación de todo el parlamento.
Michel Barnier, veterana figura conservadora de la política francesa (pertenece a Los Republicanos), ha sido finalmente el elegido, y no tendrá que pasar por la aprobación de la Asamblea. Macron no es nuevo en el juego de dirigir un gobierno con el Parlamento en contra, pero la duda está en si, ahora, la Asamblea tumbará todas las leyes que proponga el nuevo ejecutivo y Barnier logrará sobrevivir al otoño.
“No deja de ser chocante que se haya nombrado a un primer ministro del partido que tiene menos representantes en la Asamblea Nacional”, afirma Jaime Coulbois, investigador en el departamento de Ciencia Política de la UAM. “Es una declaración de intenciones muy clara sobre el tipo de Gobierno que quiere Macron: uno de derechas. Michel Barnier no tiene detrás, ni de lejos, una mayoría que le pueda apoyar. Solo podrá conseguir mayorías para aprobar leyes con el apoyo del partido de Macron y con la Agrupación Nacional de Le Pen. Existe la posibilidad de que este nombramiento abra la puerta a posibles pactos con la ultraderecha”, asevera.
Cuatro veces ministro en el Elíseo, dos veces comisario europeo en Bruselas y, cuando adquirió más popularidad, negociador de salida de Reino Unido de la Unión Europea; al currículum del funcionario francés de 70 años no le faltan credenciales, ahora coronadas con el jugoso —pero muy incómodo— puesto de primer ministro de Macron.
Dos meses después de las elecciones parlamentarias francesas, el presidente Emmanuel Macron ha nombrado finalmente a su nuevo primer ministro. Tras vetar a múltiples candidatos de izquierda, el elegido ha sido Michel Barnier, más conocido por su puesto como jefe negociador de la parte europea en el proceso de divorcio de Reino Unido de la UE.