Bienvenidos a ADX Florence, la cárcel de máxima seguridad donde EEUU tiene a sus presos más peligrosos

Oculta entre las montañas de Colorado, se encuentra una prisión estadounidense que se considera impenetrable: ADX Florence, conocida como "El Alcatraz de las Montañas Rocosas". Desde su apertura en 1994, ningún prisionero ha logrado escapar de este centro penitenciario de máxima seguridad, diseñado para alojar a los criminales más peligrosos del mundo.

ADX Florence alberga a unos 490 reclusos, entre ellos terroristas como Zacarias Moussaoui, implicado en los atentados del 11 de septiembre; el infame narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán; y asesinos en serie como Michael Swango. El centro, administrado por la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos, se ha ganado una reputación temible por su estricta vigilancia y duras condiciones de reclusión.

La rutina diaria en ADX Florence es implacable. Los presos pasan 23 horas al día en celdas individuales de apenas 2,1 x 3,6 metros, construidas casi completamente de hormigón, lo que ha llevado a algunos críticos a describir la prisión como "una cárcel que no fue diseñada para los seres humanos". De hecho, Human Rights Watch y otras organizaciones han denunciado que las condiciones de confinamiento total pueden llevar a la deshumanización y el deterioro mental de los presos.

Los niveles de seguridad en ADX Florence son extremos. El recinto se divide en varias secciones, siendo la más notoria la "H Unit", donde se alojan extremistas islámicos, y el misterioso "Range 13", una unidad tan secreta que solo ha recibido a tres presos desde su creación. Ningún detalle sobre este área especial ha sido revelado al público, aumentando el aura de misterio que rodea a la prisión.

Además, los guardias cuentan con un sofisticado sistema de control: pueden bloquear hasta 14 puertas de seguridad con solo pulsar un botón si detectan un intento de fuga. Los presos, confinados sin acceso al exterior, solo pueden recibir cartas de personas autorizadas por el penal y están limitados a una llamada telefónica al mes. Las ventanas están diseñadas para que los reclusos no puedan ver más allá del cielo, desorientándolos sobre su ubicación exacta dentro de la prisión.

A pesar de su alta tecnología y las medidas extremas de seguridad, ADX Florence ha sido objeto de controversia. Exfuncionarios han descrito la prisión como "peor que la pena de muerte", debido al aislamiento y las duras condiciones a las que son sometidos los reclusos. Aun así, muchos consideran que este complejo es necesario para contener a individuos que han demostrado ser una amenaza para la sociedad.

ADX Florence sigue siendo, hasta la fecha, la prisión más segura de Estados Unidos y del mundo. Su historia, sus medidas de control extremo y los nombres de los criminales que alberga la han puesto en el foco del público desde hace tres décadas. Sin acceso para los medios o el público, este lugar sigue siendo una fortaleza impenetrable.