51 muertos y 270 heridos tras un ataque ruso en la ciudad ucraniana de Poltava

Al menos 51 personas han muerto y otras 270 han resultado heridas después de que Rusia lanzara dos misiles balísticos contra el Instituto Militar de Comunicaciones, en el que habría, según fuentes ucranianas, decenas de militares. Además de esta institución, los misiles han impactado contra un hospital de la ciudad de Poltava, ubicada en Ucrania central, y ha ocasionado graves daños en 10 viviendas. Este ataque se produce en un momento en el que el Kremlin ha intensificado sus ataques contra el país ucraniano en zonas alejadas del frente después de que Ucrania iniciara su ofensiva en Kursk hace ya tres semanas.

“Quedó gente bajo los escombros. Se ha conseguido salvar a muchos. Más de 180 personas fueron heridas. Por desgracia, muchos muertos. En este momento sabemos de 49 muertos. Mis condolencias a todas las familias y allegados”, escribió Zelenski, tras conocer las consecuencias de este ataque, considerado ya uno de los más letales. Tras estas declaraciones, el presidente ucraniano ha encargado que se lleve a cabo una investigación "completa" en el que se detallen todas las circunstancias que se han producido en esta ofensiva. Casi a medianoche, el presidente ucraniano informó que la cifra de víctimas ascendía a 51.

Según el Ministerio de Defensa ucraniano, los misiles balísticos han caído en el lugar del impacto casi inmediatamente después de que sonaran las alarmas antiaéreas, por lo que la gente que se encontraba en el lugar no ha tenido tiempo de refugiarse en sótanos o búnkeres antiaéreos.

Tras este ataque se han producido sendas críticas a la cúpula militar ucraniana por haber permitido la concentración de tantos soldados en un único edificio. Zelenski, sin embargo, reitera que este ataque se habría podido evitar si Occidente hubiese elevado su ayuda en cuanto a la entrega de sistemas de defensa antiaérea. Pero también si Estados Unidos hubiese autorizado el uso de misiles de largo alcance contra Rusia.

Mientras, el canal de Telegram ruso proguerra Rybar asegura que en el ataque murieron decenas de militares ucranianos, entre los que habría "especialistas de gran valor en comunicaciones y guerra electrónica".

Concatenación de ataques

A este último ataque le preceden una serie de ofensivas que el Kremlin ha llevado a cabo contra Ucrania durante esta última semana. El pasado 26 de agosto, los habitantes de Kiev se despertaron, una vez más, con el sonido de los misiles. Durante esa jornada, Moscú lanzó más de 200 misiles y drones que alcanzaron 15 objetivos regionales en Ucrania. Al menos siete personas murieron en este ataque.

En esos momentos, Zelenski afirmó que esta ofensiva se había convertido en una de las más grandes desde el inicio de la invasión rusa, que ya ha cumplido 30 meses. Estos ataques aéreos dejaron sin electricidad a varias ciudades, incluida Kiev. A la mañana siguiente, Moscú lanzó otro ataque en la ciudad de Kryvyi Rih, en el que murieron cuatro personas. 24 horas después, el Kremlin ejecutó otra serie de ataques a menor escala.

Esta serie de ataques se producen semanas después de que Ucrania llevase a cabo una incursión en la región de Kursk. Este ha sido considerado la primera ofensiva contra suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial. A pesar de esto, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que esta incursión no había conseguido obstaculizar el avance de las tropas rusas en la región del Donbás por lo que Ucrania no habría "conseguido su objetivo. Por el contrario, hemos logrado progresos durante un largo periodo de tiempo", afirmó. Posteriormente, Putin indicó que Rusia "hará lo que sea para hacer frente a los criminales ucranianos que han invadido Kursk".

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Alba Sanz

Tras estas ofensivas, Rusia siguió bombardeando las zonas urbanas ubicadas cerca de las líneas del frente durante toda la semana. El pasado miércoles, en otro ataque ruso, cuatro miembros de una familia ucraniana murieron en la comundiad de Izmailivka, en la región de Donetsk, según informó el fiscal estatal. Esta comunidad está ubicada a unos kilómetros al oeste de las líneas rusas y cerca de la ciudad de Pokrovsk, localidad que Moscú está tratando de capturar.

Según la Fuerza Aérea Ucraniana, la mayoría de misiles y drones fueron derribados por los sistemas de defensa aérea. Además, según la misma fuente, se desplegaron aviones de combate F-16, entregados por los aliados del país en la OTAN. Estos, empleados por primera vez en esta guerra, consiguieron interceptar tres misiles de crucero y un dron.

Durante este despliegue, uno de los cazas se estrelló en Ucrania. En este accidente murió el piloto de la Fuerza Aérea de Ucrania, Oleksiy Mes 'Moonfish', entrenado para volar este tipo de aeronaves, según las autoridades locales de Lutsk. 'Moonfish' era de los pocos pilotos que habían sido entrenados para volar este tipo de aeronaves. Fuentes estadounidenses afirmaron que este accidente se habría producido por un "error del piloto" y no por fuego enemigo. El Kremlin aun no se ha pronunciado sobre las causas que han podido provocar este accidente.