Rusia pone en jaque la defensa del Donbás. ¿Le queda a Kiev un gran movimiento?
Los rusos están ya a 8 km de Pokrovsk y, por primera vez en diez años, la ciudad de Donetsk no está en el frente de guerra, mientras que algunas fortificaciones ucranianas corren el riesgo de ser embolsadas
Los mapas lo dicen, los rusos lo piensan. Pokrovsk ya no es el objetivo inalcanzable de hace medio año. Familias ucranianas huyen, lloran y suben a trenes que nadie sabe cuándo regresarán. Bajmut, Avdivka, o Chasiv Yar. Hay muchos ejemplos similares en la memoria. Algunos recientes, la lista es grande. También las dudas. ¿Están realmente los rusos en posición de tomar Pokrovsk, ciudad clave para Ucrania en el Donbás, o es un gambito del mando ucraniano? ¿Qué consecuencias tendría su caída para la defensa de la región? ¿Dónde están algunas brigadas ucranianas "desaparecidas" del frente? Mientras la atención viraba a la incursión en Kursk, el Kremlin ha avanzado decenas de kilómetros en el Donbás.
Agitada y aturdida, la principal puerta logística del Donbás aguarda a ocho kilómetros de las tropas de Moscú. Los negocios echan la persiana y se construyen rutas secundarias para seguir nutriendo la primera línea, al mismo tiempo que Kramatorsk, arteria por el norte, estrena aspersores para regar los jardines de la ciudad. Les separan 57 kilómetros en línea recta, 84 en carretera. La distancia entre dos mundos, la distancia de la guerra.
"Perder Pokrovsk sería problemático para nosotros", reconoce Barney, al mando de una escuadra de mortero en dirección Bajmut. "Desde allí al río y la región de Dnipró no hay nada, perderíamos una ruta importante. ¡Solo podrían abastecernos desde Járkov!".
Plantado desde 2023 en la misma posición, dispara ante cada avance ruso que le cantan por el walkie-talkie. Frontales con luz roja iluminan su trabajo, oculto por la noche y la maleza. A su orden, tres proyectiles de 120 mm vuelan hasta posiciones enemigas. Los asaltos, confiesa, no se han frenado en este sector desde la invasión de Kursk. Otros militares en la zona dicen lo contrario. Es el problema de las impresiones en la guerra; que cada uno tiene las suyas.
Unos kilómetros más atrás, Yevhen, el jefe médico del punto de estabilización que atiende a la brigada Barney y otras dos más, da otra perspectiva: "En verano recibíamos alrededor de 29 personas al día, con algunos picos de 40. Ahora apenas llega una docena de soldados heridos cada jornada y la mayoría no son graves". Una cachimba descansa a su lado. Médicos y enfermeros hablan bajo un árbol, fumando y riendo bajo en una noche sin pacientes.
Tampoco han cambiado demasiado las cosas en Chasiv Yar. Principal parapeto de la ciudad-hospital Konstantinivka. Nudo logístico que conecta Kramatorsk y Pokrovsk, iba a caer antes de mayo, según muchos analistas. Como tarde, el 9, Día de la Victoria de la URSS en la Segunda Guerra Mundial, que Rusia celebra. Sin embargo, las tropas de la "Z" han avanzado tres kilómetros en 182 días, con julio y agosto sin apenas progresos.
"Los ataques (como la ofensiva en suelo ruso) siempre restan algo de presión a la línea del frente en nuestro territorio", reconoció a este periódico un miembro de la brigada 24, encargada de defender Chasiv Yar, al inicio de la invasión de Kursk. Y se ha cumplido. Moscú habría desplegado 30.000 hombres para frenar la penetración. Análisis de fuentes abiertas desvelaron la semana pasada que miembros de, al menos, 22 unidades rusas se han movilizado desde Vovchansk el interior de Rusia, Jersón, Zaporiyia y Donetsk. Y, a pesar de que el mando ruso es "extremadamente reacio a retirar" tropas desde los frentes más calientes, al menos un grupo de paracaidistas habría salido de Chasiv Yar, según señaló el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
La gran pregunta entonces es por qué no ha ocurrido lo mismo con Pokrovsk.
Errores, falta de trincheras y 'el plan'
Ya no queda ni un ladrillo en el puesto de mando que acogió a este periódico bajo tierra. Tampoco siguen en pie posiciones de artillería y mortero, visitadas entre primavera y verano. En la guerra todo avanza lento hasta que se precipita. Por eso, la regla utilizada hasta ahora para medir en m² el avance ruso desde la captura de Avdivka ha dejado de ser útil para entender la situación en Pokrovsk. Rusia avanza sin resistencia y el doble de rápido que el mes pasado.
"Podemos decir que estos son los meses más difíciles de todo el periodo de nuestra estancia en el sector de Avdivka", confesó un comandante de pelotón de la Brigada 47 al medio ucraniano Slidstvo, este agosto. "Para nuestra brigada, los últimos 2-3 meses son probablemente los peores en cuanto a número de heridos y pérdidas. Antes había dos asaltos clásicos: por la mañana y por la tarde. Ahora este proceso es continuo. Nuestra infantería informa cada 2-4 horas de que está siendo atacada, y si la logística no está bien organizada, a veces ocurre que los chicos simplemente se quedan sin munición y se ven obligados a retirarse".
Pero los males no empezaron con la llegada del verano. Algunas respuestas pueden encontrarse en la falta de proyectiles y coordinación que sufría Ucrania antes de la caída de Avdivka. La caída del bastión defensivo generó una fuerte sacudida en un país bajo de moral y con problemas de reclutamiento. La dureza de los combates obligó a retiradas que rompieron la propia línea. El estado de la defensa en algunas zonas fue tan precario, que varios batallones recurrieron a la ayuda de amigos y voluntarios para cavar trincheras y establecer nuevas líneas defensivas.
Con el frente estabilizado, pero antes de regresar el optimismo gracias a Kursk, brigadas como la 80, la 24 o la 31, todas combatiendo en el este del país, alzaron la voz públicamente, cuestionando decisiones de los altos mandos. El frente estaba en pie de guerra.
El agotamiento también se manifestó porque las unidades que han estado luchando sin descanso desde el inicio de la ofensiva fracasada de verano, enfrentándose a oleadas de soldados rusos sacrificados para tomar cada villa del Donbás. Tan solo desde octubre, en la dirección Avdivka-Pokrovsk, Moscú ha perdido cerca de 1.400 blindados, frente a 200 ucranianos. Una proporción de 7:1, de acuerdo a las geolocalizaciones del verificador independiente y colaborador de Oryx @naalsio26.
Estos y otros factores han llevado a Ucrania al borde del colapso en más de una ocasión. Los rusos están ya a ocho kilómetros de Pokrovsk y algunas poblaciones ni siquiera han podido ser evacuadas por completo. Por primera vez en diez años, la ciudad de Donetsk (capital de la provincia homónima) controlada por Moscú no está en el frente de guerra, mientras que algunas fortificaciones ucranianas corren el riesgo de ser embolsadas. Las críticas internas, acalladas durante tres semanas por el éxito de Kursk, resurgen con fuerza dentro de Ucrania, cuestionando por qué no se reforzó el frente oriental, en lugar de "sacrificar" un centenar de vehículos en territorio ruso para frenar la sangría.
Preguntado al respecto durante la presentación de su plan para la victoria, Zelenski contestó visiblemente serio este miércoles.
—¿Antes de la operación de Kursk no había avances hacia Pokrovsk?
—Sí. — respondió tímido el periodista que lanzó la pregunta.
—¿Era más rápido o más lento? —cuestionó el mandatario, agarrando con fuerza el micrófono.
—Más o menos al mismo ritmo, según he podido ver por fuentes abiertas…
—Yo creo que era más rápido—sentenció el presidente ucraniano.
Los datos, sin embargo, contradicen su versión defendida frente a la prensa, y revelan que el avance se ha doblado en el último mes, aumentando de manera considerable las pérdidas en el sector de Pokrovsk desde el inicio del verano.
Про ситуацію на Покровську напрямку запитав в президента @francisjfarrell @KyivIndependent .
— Victoria Kravchuk (@vashaperemoha) August 29, 2024
Про ситуацію на Покровському напрямку написав @sternenko .
Маємо два Покровські напрямки, друзі. https://t.co/nmdbyY0liX pic.twitter.com/0Hq2zdFenT
En la misma respuesta, Zelenski insistió en la necesidad de llegar a la cumbre de paz en una posición de poder. "Todo terminará en un diálogo", subrayó. "Pero necesitamos tener una posición fuerte en ese diálogo".
Tal vez por eso, porque la operación en Kursk recuerda a la de Járkov, donde un segundo golpe llegó semanas después, o porque los indicios se vuelven cada vez más difíciles de ocultar, Kiev podría estar preparando una nueva sorpresa. Los propios canales prorrusos desconfían del rápido avance de los últimos días en Pokrovsk, donde, a diferencia de otras ocasiones, Ucrania se retira con poca resistencia. Este cambio de estrategia coincide con rotaciones y cambios de brigadas que no han sido anunciados, pero resultan sorprendentes si la zona realmente está a punto de caer.
Un ángel baila entre dos troncos cada vez que la puerta del refugio se abre. Es un dibujo, un recuerdo de la Navidad pasada, cuando el grupo de artilleros llegó a esta localización con la misión de frenar las acometidas de Moscú en la región de Donetsk. Las inmediaciones están destruidas, alcanzadas todas por drones, proyectiles y bombardeos aéreos. Cada vez es más difícil encontrar posiciones en las que esconderse en el Donbás. Pegados al teléfono, Sasha reconoce lo que muchos militares piensan: "Miramos con atención a Kursk, pero nos preocupa más Pokrovsk. Aunque no sabemos bien lo que está ocurriendo".
Exponer una pieza de mayor tamaño que un peón es, a veces, la única manera de confundir al rival antes de que comprenda lo que realmente está ocurriendo, en una partida de ajedrez. Una apuesta arriesgada que, de salir mal, desequilibra el enfrentamiento. A Ucrania se le dificultaría el control de una región en la que ha destruido miles de vehículos y cañones rusos y tras la que carece de defensas significativas. Kursk, Jersón, Zaporiyia, Pokrovsk… los movimientos militares se multiplican y la niebla aumenta. Hace tiempo que la guerra de información regresó a primera línea.
Los mapas lo dicen, los rusos lo piensan. Pokrovsk ya no es el objetivo inalcanzable de hace medio año. Familias ucranianas huyen, lloran y suben a trenes que nadie sabe cuándo regresarán. Bajmut, Avdivka, o Chasiv Yar. Hay muchos ejemplos similares en la memoria. Algunos recientes, la lista es grande. También las dudas. ¿Están realmente los rusos en posición de tomar Pokrovsk, ciudad clave para Ucrania en el Donbás, o es un gambito del mando ucraniano? ¿Qué consecuencias tendría su caída para la defensa de la región? ¿Dónde están algunas brigadas ucranianas "desaparecidas" del frente? Mientras la atención viraba a la incursión en Kursk, el Kremlin ha avanzado decenas de kilómetros en el Donbás.
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