Es noticia
Les prohíben hablar y deciden cantar: cómo las mujeres afganas desafían la opresión talibana
  1. Mundo
La UE ha denunciado la 'ley del silencio'

Les prohíben hablar y deciden cantar: cómo las mujeres afganas desafían la opresión talibana

Las redes sociales se llenan de vídeos de mujeres afganas reivindicando su derecho a hablar en público. "Los talibanes han silenciado mi voz, mi rostro, mi mirada y mi presencia. Ven y sé mi voz por última vez", cantan

Foto: Dos mujeres caminan por el mercado en imagen de archivo. (EFE/Moncho Torres)
Dos mujeres caminan por el mercado en imagen de archivo. (EFE/Moncho Torres)

Tener un trabajo, practicar un deporte, viajar solas y hablar en público se ha vuelto imposible, inadecuado e incluso absurdo para las mujeres afganas. Ahora, ante la nueva ley de moralidad que prohíbe el sonido de las voces de las mujeres en público, ellas han decidido no quedarse calladas. "Nuestra voz no es aurat (privada) y tentadora, tus ojos fabrican tentaciones" o "mi rostro no es tentación, tus ojos fabrican tentaciones", son algunas de las frases que canta una decena de mujeres en redes sociales, muchas de ellas con el rostro cubierto, como protesta ante la opresión a la que se ven sometidas desde que hace tres años los talibanes llegaron al poder en Afganistán.

En los videos aparecen en solitario o en grupos, reivindicando su derecho a hablar o a mostrar su rostro en público. "Los talibanes han silenciado mi voz, mi rostro, mi mirada y mi presencia. Ven y sé mi voz por última vez y di: Mujeres, vida y libertad", se escucha en otro fragmento. Desde el inicio del régimen, unas hermanas afganas han desafiado a los talibanes bajo el burka. Se ha convertido en un fenómeno musical sin identidad, pero reconocidas por difundir el poema de la difunta Nadia Anjuman, escrito en protesta contra la primera toma de poder de los talibanes en 1996. "Nuestra lucha comenzó bajo la bandera de los talibanes y contra los talibanes", dice la hermana más joven.

A tres años de la llegada de los talibanes al poder en Afganistán, las limitaciones impuestas se endurecen, especialmente para las mujeres. El régimen talibán ha adoptado restricciones de su anterior gobierno (1996-2001), esta vez con un paquete legislativo que comprende 35 artículos que afectan directamente la vida cotidiana de las mujeres. Además de limitar su capacidad para cantar, recitar o hablar en la vía pública, también se exige que las mujeres se cubran completamente su cabeza si viajan en taxis públicos y que estén acompañadas por un pariente masculino si recorren más de 72 kilómetros. Las instrucciones también establecen que los taxistas deben negarse a transportar pasajeras que no cumplan con estas normas y que dejen de poner música mientras conducen, ya que es considerada “anti islámica”.

Muchas de las prohibiciones relacionadas con la vestimenta se han implementado durante los últimos tres años, pero esta ley supone la primera base legal para imponer su cumplimiento. "De acuerdo con la norma, el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio está obligado a ordenar el bien y prohibir el mal (…) y también es responsable de la paz y la fraternidad entre la gente", dijo el portavoz del Ministerio de Justicia de Afganistán, Barkatullah Rasooli, en una declaración difundida por el canal local Tolo News.

La lista es larga, cada faceta de la vida de una mujer en Afganistán ha sufrido transformaciones radicales. La educación se ha convertido en una idea inalcanzable. Las aulas ahora están cerradas para niñas y jóvenes. La participación pública y los pensamientos de igualdad son limitados. El espacio político y laboral se ha reducido; las mínimas oportunidades sociales para las mujeres han desaparecido y la libertad de movimiento autónomo también ha sido severamente restringido.

Esto tendrá un enorme impacto en las mujeres y las niñas. Dificultará el estudio en universidades alejadas de su hogar y detendrá a aquellas que huyen de la violencia doméstica”, dijo Heather Barr, funcionaria de la división de derechos de la mujer de Human Rights Watch, al Washington Post. “Se trata de otro paso hacia la reclusión de niñas y mujeres en sus propios hogares y una señal de que podrían producirse más violaciones de este tipo”.

Las instituciones internacionales tampoco se han quedado de brazos cruzados. Amnistía Internacional, Naciones Unidas y la Unión Europea han denunciado la también conocida ley del silencio, asegurando que ven este paso con "consternación" y que supone un nuevo obstáculo para la normalización de relaciones entre Afganistán y la comunidad internacional. "A pesar de este desolador contexto, mujeres y defensoras de los derechos humanos tanto dentro como fuera de Afganistán se organizan, intentan coordinar protestas, se reúnen y se manifiestan, tratando de resistir y defender su libertad. Muchas siguen recordando al mundo que la búsqueda de la justicia y la dignidad nunca puede ser silenciada por completo, y nos piden a la comunidad internacional: 'Hablen de nosotras, no nos olviden", dicen desde Amnistía Internacional.

Desde Human Righs Watch piden al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas crear urgentemente un organismo internacional: "Es necesario reunir y preservar pruebas de las graves violaciones de los derechos humanos cometidas en Afganistán, en particular las cometidas contra mujeres y niñas", insiste Fereshta Abbasi investigadora en Asia en HRW.

Ante estos señalamientos, el régimen talibán ha atribuido a la "arrogancia" las denuncias internacionales a la ley adoptada la semana pasada y ha criticado la "ignorancia" hacia la sharía, a la que el régimen integrista se aferra para seguir recortando derechos y libertades en Afganistán. Ante las críticas de gobiernos extranjeros, el principal portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, afirmó en una entrevista con el canal de televisión chino CGTN que si los "no musulmanes" están interesados en la reforma, deberían primero "informarse" sobre los valores islámicos.

Foto: Una mujer afgana trabaja en una fábrica de piñones en Kabul. (EFE/Samiullah Popal) Opinión
TE PUEDE INTERESAR
Gritemos por las afganas, que ellas no pueden
Verónica Fumanal

Las nuevas leyes de moralidad también imponen algunas restricciones a los hombres. La BBC explica que se les exigirá que cubran su cuerpo desde el ombligo hasta las rodillas cuando están fuera de sus casas, ya que estas partes del cuerpo se consideran awrah, es decir, partes del cuerpo que tanto hombres como mujeres deben cubrir y que no deben ser visibles en público. Tampoco se les permite peinarse de una manera que vaya en contra de la sharía. Así, el régimen talibán ha prohibido a los barberos de varias provincias afeitar o recortar las barbas. La ley de moralidad también prohíbe a los hombres usar corbata.

De acuerdo con los talibanes, las normas impuestas durante las últimas semanas están en concordancia con la sharía islámica. El Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, uno de los órganos de gobierno más activos del país, ha informado que el año pasado la policía de la moral detuvo temporalmente a más de 13.000 personas, aunque no identificaron los presuntos delitos ni el sexo de los detenidos.

Tener un trabajo, practicar un deporte, viajar solas y hablar en público se ha vuelto imposible, inadecuado e incluso absurdo para las mujeres afganas. Ahora, ante la nueva ley de moralidad que prohíbe el sonido de las voces de las mujeres en público, ellas han decidido no quedarse calladas. "Nuestra voz no es aurat (privada) y tentadora, tus ojos fabrican tentaciones" o "mi rostro no es tentación, tus ojos fabrican tentaciones", son algunas de las frases que canta una decena de mujeres en redes sociales, muchas de ellas con el rostro cubierto, como protesta ante la opresión a la que se ven sometidas desde que hace tres años los talibanes llegaron al poder en Afganistán.

Afganistán
El redactor recomienda