Más de 100 arrestos y 50 agentes heridos: ¿qué hay tras los disturbios de extrema derecha en UK?
La campaña de noticias falsas creada tras el apuñalamiento en Southport —donde murieron tres menores— desata una oleada de protestas violentas en todo el país
La marea de manifestantes de ultraderecha inunda las arterias del centro de Londres arrojando latas de cerveza y botellas de vidrio. Mientras unos realizan saludos nazis y tiran bengalas a la puerta de Downing Street, otros atacan la estatua de Winston Churchill frente a Westminster. Las escenas se replican en otras partes del país, como Hartlepool y Manchester por segunda noche consecutiva. Todo queda destruido a su paso. Escaparates de tiendas, ventanas de mezquitas e incluso fachadas de casas particulares. Queman cubos de basura y también coches de policía mientras gritan "queremos recuperar nuestro país" y portan carteles, e incluso camisetas, con el lema de "Nigel Farage para primer ministro, Tommy Robinson titular de Interior".
El primero es el populista Nigel Farage —protagonista del Brexit y amigo íntimo de Donald Trump— que tras varios intentos ha conseguido finalmente asiento en Westminster con su nueva formación, Reform UK. El segundo es el fundador de la Liga de Defensa Inglesa (EDL), al que se cree huido del país para no enfrentarse a los juicios pendientes que tiene por delitos de odio.
La mayoría absoluta de Keir Starmer en las últimas elecciones del 4 de julio del Reino Unido contrarrestó la tendencia de declive de la centroizquierda en muchas economías occidentales. Se analizó como una especie de excepción ante el número creciente de votantes en países como Francia, Italia y Alemania que han abrazado a la extrema derecha. Pero cuando apenas lleva un mes en Downing Street, el nuevo primer ministro se enfrenta a una grave crisis por los disturbios, cada vez más violentos por parte de los ultras. Hay ya más de 100 detenidos y más de 50 agentes heridos. Y se espera que la cifra incremente, ya que para los próximos días se han convocado más protestas en ciudades como Liverpool, Nottingham, Leeds, Belfast o Bristol. El lugar de encuentro, frente a las mezquitas.
El desencadenante ha sido la gran tragedia ocurrida el lunes en la tranquila localidad costera de Southport (noroeste de Inglaterra) cuando un joven de 17 años —por motivos que aún se desconocen— entró con un gran cuchillo en un centro donde se realizaban clases de baile para niños, asesinando a tres menores. Cuando apenas habían comenzado sus vacaciones, Bebe King, de seis años, Elsie Dot Stancombe, de siete y Alice Dasilva Aguiar, de nueve, perdieron la vida. Otras ocho personas, entre ellos menores, siguen hospitalizadas. Algunos en estado crítico.
If you're doing Nazi salutes outside Downing Street you have no right to claim you are patriots, or that you are speaking for Britain. I can think of little that is, in fact, more *anti-British* than the fucking Nazis. We literally fought a world war against that shit. pic.twitter.com/J3svlr8Cjx
— Diamond Dave Wonfor (@DDWonfor) July 31, 2024
Este jueves, el detenido sonreía a la gente antes de sentarse en el banquillo donde se tapaba luego la cara en la primera comparecencia ante la justicia, acusado de tres asesinatos, diez intentos de asesinato y de posesión de un cuchillo de cocina con hoja curva. Aunque en un principio, al ser menor de edad, no podía ser identificado, en redes sociales comenzaron a circular noticias falsas que apuntaban a que era solicitante de asilo y estaba fichado por servicios de inteligencia, lo que provocó las primeras manifestaciones.
Y las actividades de los radicales no han hecho más que incrementarse cuando, este jueves, el juez, debido a que el detenido cumple el 7 de agosto los 18 años, daba autorización para publicar su nombre. Se trata de Axel Muganwa Rudakubana. A pesar de nacer en Cardiff, desde hace tiempo vive en Banks.
🔴 The 17-year-old charged with murdering three young girls at a Taylor Swift themed holiday club in Southport can be named as Axel Muganwa Rudakubana, after reporting restrictions were lifted
— The Telegraph (@Telegraph) August 1, 2024
More: https://t.co/x8gyRJOkXk pic.twitter.com/fn4PoShsFF
Sus padres son de Ruanda, un dato que no puede ser más simbólico. El polémico Plan Ruanda para deportar a los solicitantes de asilo llegados por rutas irregulares —declarado ilegal en su primera versión por la justicia— fue la pieza clave del anterior ejecutivo conservador. Los laboristas, sin embargo, lo cancelaron nada más llegar a Downing Street. Ahora, el auge de extrema derecha ante la inmigración se ha convertido el primer gran desafío para un primer ministro que, debido a su etapa anterior como fiscal general del Estado, tiene que demostrar que es capaz de recuperar "la ley y el orden".
Starmer ha anunciado este jueves la creación de una nueva unidad policial para atajar la situación, asegurando que tomará "todas las medidas necesarias" para salvaguardar las calles del país. "No vamos a permitir el miedo y el odio en nuestras comunidades. No son protestas, son desórdenes violentos", dijo el premier, recalcando que los que estaban pagando el precio de la desinformación son los padres y madres de las víctimas que "merecen justicia" y tiempo para pasar el duelo.
Por su parte, Nigel Farage, líder de Reform UK, no hace otra cosa que defenderse de las acusaciones de que avivó las llamas de los disturbios con un video publicado en X pocas horas después de la tragedia de Southport. En la grabación, cuestionaba por qué el crimen no estaba siendo tratado como "relacionado con el terrorismo" y sugiriendo que se estaba ocultando la "verdad" sobre la identidad del sospechoso. "Sólo estoy haciendo preguntas porque me sorprende que cada vez que sucede algo atroz nos dicen que no es terrorismo o que es problemas de salud mental, para que nuestras cabecitas no tengan nada de lo que preocuparse", aseguró el nuevo diputado de la Cámara de los Comunes en el programa que tiene en GB News (considerada la Fox News británica).
Ni los laboristas, ni antes los conservadores, han podido detener el ascenso de un político que se distancia repetidamente de la extrema derecha, al tiempo que adopta algunos de sus temas de conversación más populares.
La viceprimera ministra Angela Rayner asegura que Farage no debería "avivar estas noticias falsas en internet", mientras que Brendan Cox —viudo de la diputada laborista Jo Cox, asesinada por un representante de extrema derecha mientras defendía la permanencia en la UE durante la campaña del Brexit— fue mucho más allá. En una entrevista con Times Radio, aseguró que Farage no es más que "un Tommy Robinson en traje", una referencia al fundador de EDL. Farage dijo que tal comparación estaba "por debajo del desprecio".
El líder de Reform UK se ha mantenido alejado de Robinson durante mucho tiempo, e incluso abandonó su antiguo partido, el UKIP, en 2018 por la "fijación" de Robinson con él. Con todo, críticos y analistas, defienden que sus comentarios confieren una especie de legitimidad parlamentaria a opiniones que antes se habrían mantenido al margen de la política británica. En las últimas elecciones de julio, pese a que el sistema electoral del Reino Unido hace especialmente complicado la entrada de nuevas formaciones en la Cámara de los Comunes, Reform UK consiguió el 14% de los votos y obtuvo cinco diputados, lo que hace ahora más difícil descartarlo como una figura marginal.
Harry Quilter-Pinner, director ejecutivo del think tank Institute for Public Policy Research, señala que "el populismo de extrema derecha tiene éxito cuando convence a una buena parte de la mayoría de que la política dominante no les está dando resultados, de que no funciona y de que es necesario algo más radical". "Lo más importante en lo que deben pensar los progresistas en el Reino Unido es en cómo volver a un punto en el que la gran mayoría de la gente sienta que la política dominante sirve a sus intereses", añadió.
Al mismo tiempo, los laboristas se enfrentan a cada vez más demandas para tomar medidas drásticas que contrarresten la desinformación en plataformas de redes sociales como X (antes Twitter). La Ley de Seguridad Online, introducida por los conservadores, está aún en proceso de implementación, pero no legisla para la eliminación de contenidos específicos. Más bien, se trata de hacer que las plataformas rindan cuentas de manera más amplia, un punto que los funcionarios del regulador Ofcom han tratado repetidamente de recalcar a los parlamentarios. Aunque no tiene planes actuales, el Partido Laborista podría intentar legislar más en esta área.
Según el experto Dominic Kennedy, que lleva investigado a la extrema derecha durante décadas, los responsables de los disturbios son la llamada extrema derecha "online" o "post organizacional". En lugar de movimientos al viejo estilo como el Frente Nacional, el Partido Nacional Británico y la Liga de Defensa Inglesa (EDL), se trata de individuos que responden provocativamente en las redes sociales a los acontecimientos que aparecen en las noticias. Sus mensajes, que pueden no llegar a violar las leyes de libertad de expresión, actúan como silbatos para los seguidores descontentos que se toman la ley por sus propias manos.
Tras el ataque en Southport, fue Channel 3 Now quien el mismo lunes comenzó a informar —falsamente— que el agresor era un solicitante de asilo, incluido en una lista de vigilancia de servicios secretos. Sólo tomó 24 horas para que las mentiras se tradujeran en violencia, lo que la convirtió en una de las campañas de noticias falsas más rápidas y eficaces en el Reino Unido en la era de las redes sociales.
Andrew Tate, el influencer misógino, dijo a millones de seguidores que "cuando los invasores masacran a tus hijas, no haces absolutamente nada". Tommy Robinson, exlíder de la ultraderechista Liga de Defensa Inglesa, pidió al gobierno "cerrar nuestras fronteras y deportar a todos estos tipos equivocados", y luego añadió: "¿Qué se necesita para que estés lo suficientemente enojado como para hacer algo sobre esto?". Anthony Fowler, ex boxeador olímpico, obtuvo cuatro millones de visitas cuando acusó a un "chico sirio" de atacar a las niñas. En un entorno online ya febril, la noticia se volvió viral y fue amplificada por cuentas de alto perfil, incluida la emisora estatal rusa RT. Fue difundido en Facebook, X y canales de extrema derecha en Telegram.
Los orígenes de Channel 3 Now, cuya IP es propiedad de dos personas en Pakistán, son intrigantes. Hace doce años, su cuenta de YouTube solo compartía videos de carreras rusas sobre el hielo, antes de transformarse hace, cinco años, en un canal dedicado a historias de clickbait usando el nombre Fox 3 Now. Fue demandado por Fox Media Corp y cambió de nombre por Channel 3 Now, registrado ahora en Lituania. Las operaciones rusas a menudo generan noticias en países con menos escrutinio por parte de los medios de comunicación, según Logicically, una empresa que combate la desinformación.
Tech Against Terrorism, un grupo creado por la ONU que lucha contra la desinformación online, advirtió que la "cadena de eventos podría ser un reflejo de los esfuerzos de desinformación de los estados-nación que alimentan el extremismo para desestabilizar al Reino Unido".
La marea de manifestantes de ultraderecha inunda las arterias del centro de Londres arrojando latas de cerveza y botellas de vidrio. Mientras unos realizan saludos nazis y tiran bengalas a la puerta de Downing Street, otros atacan la estatua de Winston Churchill frente a Westminster. Las escenas se replican en otras partes del país, como Hartlepool y Manchester por segunda noche consecutiva. Todo queda destruido a su paso. Escaparates de tiendas, ventanas de mezquitas e incluso fachadas de casas particulares. Queman cubos de basura y también coches de policía mientras gritan "queremos recuperar nuestro país" y portan carteles, e incluso camisetas, con el lema de "Nigel Farage para primer ministro, Tommy Robinson titular de Interior".
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