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¿Ha comenzado la contraofensiva? Kiev tantea una nueva fase de la guerra que no anunciará
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Señales de movimientos en ucrania

¿Ha comenzado la contraofensiva? Kiev tantea una nueva fase de la guerra que no anunciará

Más allá de los reportes rusos y ucranianos, existen múltiples evidencias que apuntan a que las fuerzas de Kiev han lanzado ataques tangencialmente más intensos que los de las semanas anteriores

Foto: Soldados ucranianos disparan un misil antiaéreo cerca de la línea de frente en la región de Donetsk. (Reuters/Yevhenii Zavhorodnii)
Soldados ucranianos disparan un misil antiaéreo cerca de la línea de frente en la región de Donetsk. (Reuters/Yevhenii Zavhorodnii)

Tras semanas de goteo constante de operaciones ucranianas, este lunes llegó la tormenta. Desde primera hora de la madrugada, los canales de Telegram rusos, el epicentro de información sobre la invasión, se inundaron de publicaciones sobre presuntos ataques ucranianos en múltiples puntos de Donetsk, la región oriental de Ucrania controlada casi al completo por Rusia. Lejos de apagarse, los reportes continuaron multiplicándose a lo largo de la jornada, con cerca de una decena de localidades involucradas en distintos puntos de la línea del frente. Y en un contexto de expectativa constante sobre una posible contraofensiva ucraniana, muchos interpretaron este aluvión como un pistoletazo de salida.

El Ministerio de Defensa del Kremlin, uno de los primeros en pronunciarse, aseguró que Kiev había lanzado dos brigadas mecanizadas al sur del frente de Donetsk y que habían sido repelidas. Más adelante, Alexander Khodakovsky, comandante de una de las principales milicias prorrusas del Donbás, afirmó que Ucrania había lanzado una operación con decenas de vehículos blindados en Velyka Novosilka y Novodonetske, dos pequeñas localidades al suroeste de la capital regional. También agregó que las fuerzas de Kiev estaban intensificando sus esfuerzos en el área de Vuhledar, donde los soldados rusos habrían avistado, por primera vez, los tanques Leopard II cedidos por las potencias occidentales.

Otros reportes —entre ellos, uno del propio Yevgueni Prigozhin, fundador del Grupo Wagner— parecían confirmar que las fuerzas ucranianas habían recuperado territorio en los suburbios del noroeste de Bajmut, la ciudad capturada el mes pasado por Rusia tras más de 10 meses de asedio. También hubo indicios de combates en dirección a Soledar, al norte de la urbe, y de bombardeos en Klishchiivka y Kurdyumivka, al sur.

Por su parte, la viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, anunció que sus tropas estaban llevando a cabo “acciones ofensivas en el frente oriental”, aunque sin querer confirmar la contraofensiva a gran escala. “A pesar de la fuerte resistencia y los intentos del enemigo por mantener las líneas y posiciones ocupadas, nuestras unidades avanzaron en varias direcciones durante la lucha”, aseguró en su canal de Telegram. Maliar citó un avance de entre 200 y 1.600 metros hacia Orikhovo-Vasylivka, en el noroeste de Bajmut, y de entre 100 y 700 metros hacia Ivanivske, en el oeste de la misma ciudad.

Más allá de los reportes rusos y ucranianos, existen múltiples evidencias que apuntan a que las fuerzas de Kiev han lanzado ataques tangencialmente más intensos que los de las semanas anteriores. “Los reportes que hemos visto este lunes definitivamente apuntan a que [Ucrania] ha multiplicado sus esfuerzos en términos de tropas involucradas. Durante las últimas semanas, habían utilizado unidades más pequeñas y ahora se habla de batallones completos”, apunta Oliver Imhof, analista alemán de estrategia y datos de inteligencia militar abierta, en entrevista con El Confidencial. Fuentes dentro del Ejército ucraniano también confirmaron a este periódico que han sido movilizados a zonas estratégicas, listos para ser desplegados en combate.

Foto: Escenas de destrucción total en la ciudad de Bajmut (Maxar)

¿Ha comenzado, entonces, la ansiada contraofensiva? La pregunta no es fácil de contestar. En primer lugar, porque no parece existir un consenso real sobre qué constituye tal contraofensiva. “Es una cuestión de cómo uno lo defina. Algunos consideran que la contraofensiva comenzó hace semanas, cuando empezamos a ver un incremento en los ataques ucranianos. Otros podrían decir que empezó este lunes, con los considerables movimientos sobre el terreno”, señala Imhof. A esto se añaden aquellos que no la darán por comenzada hasta que no se eche toda la carne en el asador.

Quizá la respuesta más clara a la pregunta de si la contraofensiva ha comenzado llegó durante el fin de semana y de la mano de un vídeo publicado por el Ministerio de Defensa de Ucrania. En él, múltiples soldados aparecen haciendo un gesto de silencio, con el dedo índice frente a sus labios. También incluye dos rótulos con los mensajes “Los planes aman el silencio” y “No habrá anuncio sobre el comienzo”. El mensaje desde Kiev es cristalino: no habrá ningún anuncio, redoble de tambores o fanfarria de trompetas para la salida oficial sobre las operaciones contra Rusia. Lo será cuando se vea.

Pese a que el frente se ha mantenido largamente estático en primavera (con la excepción de Bajmut), en el último mes Ucrania ha ido aumentando sus operaciones previas a una hipotética contraofensiva, cada una con un objetivo específico.

Ha aguijoneado a explosiones los depósitos de combustibles rusos —tanto en zonas ocupadas como en territorio ruso— para entorpecer las cadenas logísticas de las tropas del Kremlin y dificultar su despliegue. Ha lanzado ataques con drones sobre Moscú, llevando la guerra hasta el mismísimo Kremlin demostrando capacidad técnica pero también obligando a Rusia a admitir limitaciones de sus defensas antiaéreas sobre la ciudad. Ha acumulado pequeños avances territoriales en zonas claves de Donetsk, buscando las zonas más altas desde las que apuntalar posiciones para lanzar la hipotética contraofensiva.

Ha reorganizado sus tropas, reforzando posiciones con nuevos soldados entrenados en distintos países de la OTAN. Y quizá lo más llamativo, ha apoyado -aunque no oficialmente- incursiones de partisanos y saboteadores rusos proucranianos en territorio ruso; la última y más clave, el ataque de la legión "Libertad de Rusia" contra varias ciudades en la provincia fronteriza de Belgorod. Operaciones como estas, en la retaguardia de las tropas rusas, han forzado al Kremlin a replegar algunas de sus fuerzas para defender la frontera.

Foto: Uno de los edificios residenciales ligeramente dañados por el ataque con drones en Moscú, tras un cartel de reclutamiento militar. (EFE/Maxim Shipenkov)

Pero con los últimos ataques de este lunes, en medio de un silencio de radio, Ucrania confirma que ha cerrado ya la fase de aguantar posiciones mientras hacía acopio de material enviado por la OTAN y entrenaba a sus hombres durante la ofensiva rusa de invierno, y que ahora se acerca ya el momento de lanzar su propia ofensiva. Según analistas militares consultados por El Confidencial, los últimos movimientos encajarían en una suerte de “táctica de enjambre”, por la que Ucrania ataca —aunque no de manera masiva— en numerosos puntos a la vez del frente para determinar la posición y la fuerza de las fuerzas rusas, así como detectar oportunidades de ruptura de las líneas enemigas en sus zonas más débiles.

Uno de los actores que parecen estar más interesados en transmitir que la contraofensiva ya ha comenzado es el propio Kremlin. La Dirección de Comunicaciones Estratégicas del Ejército ucraniano alertó, horas después de que las redes de Telegram rusas se vieran inundadas por los reportes de ataques, que Rusia estaba "activando operaciones informativas y psicológicas" al "difundir información falsa" sobre la ofensiva a gran escala de Donetsk. "Para desmoralizar a los ucranianos y engañar al público (incluida su propia población), los propagandistas rusos difundirán información falsa sobre la contraofensiva, sus objetivos y las pérdidas del Ejército ucraniano. Incluso si no hay contraofensiva", agregó.

En última instancia, la mayoría de los analistas no considera que Ucrania tenga la capacidad de lanzar múltiples operaciones simultáneas a gran escala para reconquistar territorio. Detrás de las decenas de fintas, incursiones y pequeñas ofensivas existe, probablemente, un plan para ejecutar un esfuerzo masivo de operaciones combinadas en un único punto del frente. Y el día en que esta campaña realmente llegue, no será necesario que Rusia la reporte o que busquemos cómo denominarla. Estará a la vista de todos.

Tras semanas de goteo constante de operaciones ucranianas, este lunes llegó la tormenta. Desde primera hora de la madrugada, los canales de Telegram rusos, el epicentro de información sobre la invasión, se inundaron de publicaciones sobre presuntos ataques ucranianos en múltiples puntos de Donetsk, la región oriental de Ucrania controlada casi al completo por Rusia. Lejos de apagarse, los reportes continuaron multiplicándose a lo largo de la jornada, con cerca de una decena de localidades involucradas en distintos puntos de la línea del frente. Y en un contexto de expectativa constante sobre una posible contraofensiva ucraniana, muchos interpretaron este aluvión como un pistoletazo de salida.

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