¿Cómo sobrevivieron un bebé y 3 niños en la selva de Colombia durante 17 días? Lo que se sabe tras su accidente

El pasado 1 de mayo, el vuelo HK 280, que cubría la ruta entre Araracuara y San José del Guaviare, Colombia, desapareció del radar. Minutos antes de perder contacto, el piloto reportaba fallos en el motor. En la avioneta viajaban cuatro niños y tres adultos, Herman Mendoza Hernández, copiloto y director de la fundación de profesionales indígenas Yetara; Magdalena Mucutuy Valencia, de 33 años y madre de los niños; y el piloto Hernando Murcia Morales.

Como informan fuentes locales, las labores de búsqueda comenzaron enseguida, sabedores de la dificultad de las mismas al tratarse de una zona selvática, con árboles gigantes y de difícil acceso. No fue hasta el día 16 de mayo cuando los equipos de rescate encontraron la avioneta, con el frontal destruido y con los cuerpos sin vida de los tres adultos. Sin embargo, ninguno de los cuatro niños estaba en el lugar del accidente, y había indicios de que habían abandonado la zona a pie.

Los niños, de la etnia uitoto, son Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ronoque Mucutuy, de 11 meses. Con tan cortas edades y habiendo un bebé en el grupo, los equipos de rescate intensificaron la búsqueda. Las lluvias de esos días y los animales salvajes anunciaban lo peor, pero los rastreadores, con ayuda de perros, encontraban diferentes objetos personales repartidos por la selva, como un camino de migas de pan a seguir.

Los hallazgos de la “operación esperanza”

Los equipos de rescate hallaron a su paso, en medio de la selva, ropa, zapatos, un biberón, coleteros y un par de tijeras infantiles. Además, había indicios de que los niños se habían guarecido en un pequeño refugio hecho con palos y ramas. Además, los restos de fruta mordisqueada eran prueba de que habían buscado alimentos y que había, al menos, un superviviente. Por otra parte, los rescatadores portaban un altavoz donde iban reproduciendo un mensaje grabado de la abuela de los pequeños, en el que les instaba a “dejar de moverse” para ser encontrados.

Fue la tarde del 17 de mayo cuando, tanto el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, como la Asociación de Bienestar Familiar, anunciaban el hallazgo de los cuatro niños, sanos y salvos. A falta de confirmación por parte de las Fuerzas Militares de Colombia, encargadas del rescate, estaríamos ante un auténtico milagro y ejemplo de supervivencia a tan corta edad. Cabe destacar que la tribu uitoto se especializa en vivir en armonía con la naturaleza, en cazar y en recolectar frutos.

Supuestamente, se encontró a los niños en un caserío cerca de Cachiporro, se estima que a unos 60 kilómetros del lugar del accidente. La teoría es que las dos hermanas mayores de 13 y 9 años cuidaron de los pequeños de 4 años y 11 meses, e intentaron salir de la selva y encontrar refugio y adultos. De momento, no se sabe nada más de los cuatro niños ni de los motivos del viaje, pero se espera que puedan reunirse con su familia pronto.