La presión europea se cierne sobre Xi Jinping para que ejerza su influencia ante Putin

¿Hasta qué punto China puede ser, en realidad, un mediador creíble? ¿Está dispuesto Xi Jinping, presidente chino, a hacer lo que debe hacer para ser considerado como tal? ¿Qué papel jugará Europa en la creciente competencia entre China y Estados Unidos? Esas son algunas de las preguntas que Emmanuel Macron, presidente galo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegaron a Pekín este jueves para reunirse con el líder del gigante asiático.

La visita ha llegado en un momento delicado en las relaciones entre la Unión Europea y China. Por un lado, por la creciente presión norteamericana para que los Veintisiete se alineen con sus posiciones más duras respecto a Pekín. Por el otro, porque el presidente chino ha mostrado cada vez más cercanía hacia Moscú a pesar de la invasión de Ucrania. Washington intenta convencer a sus socios de que el gigante asiático está considerando entregar armas al Kremlin, aunque ni la Unión Europea ni la OTAN tienen constancia de ello.

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La reunión se produce poco después de que Xi haya hecho una visita en Moscú al presidente ruso Vladímir Putin. Aunque Pekín está intentando posicionarse como un posible mediador en el conflicto en Ucrania, la realidad es que China está claramente inclinada por el lado ruso, y de hecho Xi subraya su buena relación con su homólogo ruso pero en ningún momento ha entablado contacto con Volodímir Zelenski, presidente ucraniano. "Ha sido interesante escuchar que el presidente Xi hable con Zelenski cuando las condiciones y el momento sea el correcto", ha asegurado la presidenta de la Comisión Europea durante una rueda de prensa. Von der Leyen ha subrayado la posición común de la Unión Europea por el momento: que los Veintisiete apoyan el plan de paz de Zelenski, aunque ven algunos puntos positivos en los puntos que Pekín ha puesto sobre la mesa.

"China ve la debilidad de Putin como una forma de aumentar su influencia sobre Rusia. Y está claro que el equilibrio de poder en esa relación, que durante la mayor parte del siglo pasado favoreció a Rusia, ahora se ha invertido", explicó Von der Leyen el pasado jueves durante un discurso en el que intentó dibujar una nueva doctrina hacia China apostando no por la "desconexión" con Pekín, como intenta impulsar la Casa Blanca, pero sí por una "reducción de los riesgos" en sectores económicos críticos. "La forma en que China continúe interactuando con la guerra de Putin será un factor determinante para el futuro de las relaciones UE-China", añadió Von der Leyen durante su discurso. Ese ha sido el mensaje que la presidenta de la Comisión Europea ha llevado a Pekín.

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Hasta ahora, China ha minusvalorado el riesgo de apoyar de forma explícita a Rusia en el conflicto en Ucrania. En Bruselas creen que en Pekín piensan que el peaje a pagar por sostener a Vladímir Putin no será tan alto, y por vías no oficiales y por vías públicas, como hizo Von der Leyen en su discurso, los socios europeos tratan de dejar claro al gigante asiático que ahora mismo la brújula que marca el norte de sus relaciones diplomáticas es el conflicto en Ucrania. "Armar al agresor es una violación del derecho internacional, y eso dañaría las relaciones entre la UE y China", ha explicado Von der Leyen en una rueda de prensa posterior.

Macron y Xi han celebrado además una rueda de prensa conjunta en la que han señalado la necesidad de comenzar discusiones de paz. "China favorece hablar de paz, y junto a Francia urgimos a la comunidad internacional a preservar la razón y contenerse actos que deterioren la crisis", ha asegurado el mandatario chino durante la rueda de prensa junto al presidente francés. Macron, por su parte, ha señalado que cuenta con China “para hacer que Rusia entre en razón y llevar a todas las partes a la mesa de negociaciones”.

Visitas a Pekín

Se trata también de una oferta abierta a China. Pekín quiere evitar que los Veintisiete se alineen con Estados Unidos, concentrado en volver a recuperar la ventaja tecnológica sobre el gigante asiático a toda costa. Eso incluye restricciones de exportaciones, tensiones comerciales y unas relaciones muy difíciles. Lo que señala Von der Leyen con sus palabras es que Pekín no tiene ninguna carta mejor para intentar alejar a la UE de un alineamiento total con EEUU que implicarse de forma efectiva en la cuestión de Ucrania.

En noviembre, Olaf Scholz, canciller alemán, se convirtió en el primer líder occidental en visitar a Xi Jinping tras su inédita tercera reelección. La decisión de Scholz de viajar solo, sin esperar a coordinar una visita conjunta con Macron, fue muy criticada en Bruselas, así como el hecho de que el líder alemán viajara acompañado de un gran grupo de líderes empresariales, aunque algunos de los más importantes decidieron no acudir al viaje. Sin embargo, Macron también ha viajado a China acompañado por 50 líderes empresariales del país, incluidos los de empresas energéticas y el CEO de Airbus.

"Nuestras economías están fuertemente interconectadas, pero el déficit comercial de la UE está aumentando debido a las prácticas discriminatorias", ha señalado Von der Leyen durante una reunión con el primer ministro chino. Como parte de la visita la Unión Europea y China han acordado recuperar el Diálogo Económico y Comercial de Alto Nivel para intentar abordar los desequilibrios que existen en el comercio. Durante la reunión también han abordado retos comunes como el cambio climático, y Von der Leyen también ha puesto sobre la mesa el deterioro de los derechos humanos en Pekín.