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La Mañanera de AMLO: Lord Molécula frente a chayoteros, España y fifís
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Entrevista a Raúl Cortés

La Mañanera de AMLO: Lord Molécula frente a chayoteros, España y fifís

Un libro detalla las inauditas ruedas de prensa diarias de hasta tres horas con las que el mandatario ha dominado mediáticamente México

Foto: Un grupo de personas sostiene pancartas con la imagen del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. (Reuters/Luis Cortés)
Un grupo de personas sostiene pancartas con la imagen del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. (Reuters/Luis Cortés)

"Mi gratitud a las benditas redes sociales", dijo el 3 de julio de 2018 en Ciudad de México, en una abarrotada plaza del Zócalo, el recién elegido presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, AMLO. Luego, en 2019, el mandatario tabasqueño, que prometió realizar lo que él ha bautizado como Cuarta Transformación del país, manifestó "cada ciudadano es un medio de comunicación".

Es posible que entre esas dos frases se encuentre el marco que ha revolucionado las democracias y han generado una ola de lo que algunos llaman populismos, de derecha y de izquierda, que está arrasando el planeta. El ex presidente americano, Donald Trump, fue quizá, por su repercusión global, el paradigma de esta nueva política que se basa en la relación directa por las redes con los electores y la presentación de una realidad alternativa. El mexicano ha mejorado la famosa fake news del neoyorquino con una frase irrebatible: "Yo también traigo esa información, pero al revés".

Foto: El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. (EFE/Sáshenka Gutiérrez)
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Conseguir controlar el mensaje es la obsesión histórica de muchos mandatarios. AMLO ha inventado una fórmula desconocida hasta ahora en la historia. Desde el inicio de su mandato ha convocado una rueda de prensa, la Mañanera, de lunes a viernes a las siete de la mañana. El acto puede durar hasta tres horas y le sirve para fijar el "orden mediático" de la jornada. Solo contagiarse de covid a finales de enero de 2021 ha hecho que no acudiera a su cita con los periodistas y una nueva "prensa" invitada entre la que hay blogueros, influencers o youtubers.

El periodista y profesor universitario Raúl Cortés se ha pasado cuatro años escuchando y anotando lo que ocurre cada mañana allí para escribir un libro, El choque inevitable (Grijalbo), que retrata un experimento en comunicación política con escenas surrealistas de un personaje obsesionado con entrar en la historia. "Tengo la ambición legítima de pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México y lo voy a lograr", ha afirmado en el presidente en 2021.

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¿Quién es AMLO? ¿Por qué su ataque durísimo a los medios de comunicación? ¿Está obsesionado con España o la usa como cortafuegos? ¿Es un polarizador o un justo revolucionario? Todas esas preguntas ha intentado responderlas Cortés no con opiniones sino con una recolección minuciosa de frases, encuentros y desencuentros ocurridos en torno a la Mañanera.

PREGUNTA. ¿La arriesgada estrategia le ha funcionado a AMLO o ha perdido fuerza?

RESPUESTA. La audiencia que tiene la Mañanera se ha mantenido bastante estable durante el tiempo en todas las plataformas, sobre todo digitales. Él tiene una masa crítica de seguidores muy fiel.

P. ¿Se puede calificar de rueda de prensa la Mañanera?

R. No es exactamente una conferencia de prensa. En realidad, López Obrador la utiliza para hacer comunicación política. Él tiene una trayectoria política basada sobre todo en los mítines. Es un gran orador, que repite mucho las ideas. Quiere conseguir que su mensaje se quede clavado en las mentes de los ciudadanos. El otro día, en una de las conferencias, hubo una periodista, Nayeli Roldán de Animal Político, que le sacó un tema delicado y él se sintió acorralado y le contesto "ustedes, los medios, no imponen la agenda".

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P. ¿La mejor defensa es un buen ataque?

R. Él a los medios los considera sus enemigos, los identifica además con los neoliberales, los corruptos, habla de la prensa vendida. Le interesa también que exista polarización porque parte de su triunfo se basó en el hartazgo de los partidos políticos tradicionales

P. ¿Estamos ante un nuevo escenario de comunicación política?

R. Es un fenómeno global y grave. Los medios de comunicación al final somos pilares de la democracia. Se nos ha criticado en algunos casos por los vínculos con poderes políticos y económicos, pero realmente somos los más especializados en procesar la información, contextualizarla, contrastarla… AMLO es quizás uno de los ejemplos más claros de ese reality. De la jornada laboral que puede tener un presidente, entre ocho horas y doce horas, él puede llegar a dedicar tres horas a la Mañanera cada día.

P. ¿Qué puede hacer la prensa ante eso?

R. Cuando los periodistas decimos que AMLO o Trump mienten, no es que lo digamos nosotros, no es una opinión nuestra, es que los que dicen que mienten son los datos. Recuerdo a la consejera de campaña de Trump, cuando sacó aquella expresión de hechos alternativos [alternative facts], cuando le preguntaban que cómo podía ella decir que en la inauguración en la toma de posesión de Trump había habido más gente que en la de Obama cuando las imágenes mostraban que no era cierto. Los hechos son hechos o no son hechos.

Foto: El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares. (EFE/EPA)

P. ¿Se ha entrado en un peligroso relativismo?

R. Existe un preocupante nihilismo en la sociedad. Esa tendencia a decir que todos los políticos son unos ladrones, el país no funciona, nos están engañando…

La pelea con España

"Envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. La llamada conquista se hizo con la espada y la cruz", anunció en marzo de 2019 López Obrador junto a su mujer en una visita a unos restos arqueológicos mayas.

Ese es solo uno de los constantes enfrentamientos que durante este sexenio ha mantenido el mandatario mexicano con España y que tuvieron su culmen cuando en febrero de 2022, por sorpresa, soltó en una Mañanera su intención de "pausar las relaciones diplomáticas entre ambos países". Grandes empresas hispanas, especialmente energéticas, están en el constante punto de mira del presidente que esgrime, entre otras cosas, escándalos reales recientes de corruptelas protagonizados por algunas de ellas en México.

P. ¿Por qué los constantes ataques de AMLO a España?

R. Es interesante porque el abuelo de López Obrador es de Cantabria y llegó a México, según un artículo que escribieron en El País, como polizón en un barco a Tabasco. No sé exactamente la motivación personal que él pueda tener para criticar a España. Él se refiere especialmente a las empresas y al Gobierno. Y es llamativo porque en España está gobernando Pedro Sánchez y uno imaginaría que debería haber una relación menos ríspida con un gobierno progresista. Ha habido esfuerzos de parte de la Moncloa. Cuando vino aquí Pedro Sánchez le regalaron justo el acta de nacimiento de su abuelo.

P. ¿España es en ocasiones una buena cortina de humo?

R. López Obrador trata de llevar la atención de la opinión pública hacia temas que no son realmente de actualidad cuando la actualidad le está resultando incómoda. Cuando AMLO publica un vídeo en Twitter donde anuncia que ha enviado una carta al Rey de España y al Vaticano para que pidan disculpas por los crímenes de la conquista, lo hace justo después de que en un acto en un estadio de béisbol el público asistente lo empieza a silbar. Él es una persona con un enorme ego y acepta mal ser rechazado. No creo que él tenga un odio hacia España, sino que le sirve para un objetivo.

Foto: Manuel López Obrador. (Getty/Manuel Velásquez)

P. ¿De alguna manera, España es la conquista, el poder, los gobiernos corruptos y las clases fifís [pijos] que dominan el país, mientras que el indigenismo representa a las clases bajas mexicanas, su electorado?

R. Parte del mensaje político de López Obrador tiene que ver con ese indigenismo que han mostrado algunos gobiernos de izquierda desde hace décadas que tuvo su esplendor en la primera década del siglo XXI con Hugo Chávez y Evo Morales. El grueso de seguidores de López Obrador es sobre todo gente de las capas sociales más bajas, que en muchas ocasiones coincide con un sector, no sé si llamarlo indígena, pero rural, que tiene esas características indígenas. Y es curioso porque López Obrador no habla ninguna lengua indígena y son muy pocas las acciones gubernamentales dirigidas a mejorar o defender a esas culturas en términos, por ejemplo, lingüísticos. En México están desapareciendo las lenguas indígenas y no hay acciones gubernamentales ni legislativas por parte del oficialismo para tratar de recuperarlas.

P. Hay una frase que recoges en el libro del escritor mexicano Juan Villoro que simboliza un poco eso...

R. Sí. Villoro recuerda que al término de la nueva España, es decir, de la época virreinal, cerca del 70% de la población hablaba una lengua indígena. Y hoy en día, en el año 2023, solo el 6,6% la habla. Entonces, él dice, la destrucción del patrimonio cultural prehispánico ha sido en lo fundamental obra del México independiente.

P. ¿A España no le queda otra hoy que callar?

R. España yo creo que ha sido muy cautelosa. López Obrador llegó a inventar ese término de la pausa en las relaciones diplomáticas, que no existe en el lenguaje diplomático. O tienes o no tienes relaciones. Todo el mundo sabe además lo que significaría para México romper relaciones con España, no solo por las inversiones españolas en México, sino porque muchas empresas mexicanas también tienen inversiones en España

Foto: El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, durante la celebración del día de la independencia. (Getty/Héctor Vivas)

P. ¿Has sentido algún cambio?

R. A título personal, yo no he sentido eso. No puedo hablar a nivel general. Pero los mensajes que él envía sobre los medios de comunicación sí han empezado a tener repercusiones en la sociedad. Son varios los periodistas que ya han narrado ejemplos como subirse a un taxi y que el conductor al saber su profesión les dijera que era un chayotero, que es como se define a los periodistas corruptos en México.

***

Déjame añadir aquí una cosa más. Reporteros sin Fronteras ha colocado a México como el país más mortífero para la prensa, incluyendo a los países que están inmersos en un conflicto bélico. Con esos mensajes, cuando él llama corruptos y vendidos a los periodistas, está generando un caldo de cultivo en aquellas autoridades locales y grupos criminales que tratan de callar la voz de los periodistas. Les da una suerte de legitimidad para seguir agrediendo a la prensa.

***

Los medios neoliberales y corruptos

R. Durante el periodo neoliberal, los medios no hicieron su trabajo para informarle al pueblo. Nos tenían volteando para otro lado, mientras saqueaban y nadie gritaba nos roban, nos roban, nos están saqueando", señalaba AMLO en una Mañanera de julio de 2021.

El presidente ha mantenido desde el inicio de su mandato un enfrentamiento constante con los medios nacionales e internacionales que le critican. La credibilidad de la prensa en México, según el informe anual de Reuters, ha caído hasta un 37%. Mientras, las últimas encuestas de popularidad colocan la aprobación del presidente entre una horquilla alta de entre el 54 y 68%.

Los choques han desembocado en unas mañaneras donde algunos medios tradicionales han desistido de ir y han sido sustituidos por personajes singulares como Lord Molécula o Quesadilla de Verdades. Una nueva y excéntrica comunicación política se abre paso cada día en el Palacio Nacional bajo la batuta de López Obrador.

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P. En el libro, narras que el escritor Jorge Cepeda Patterson dice: "Ha escrito una veintena de libros, pero se enorgullece de hablar con faltas de ortografía y expresarse en dichos campiranos". ¿El triunfo de AMLO es conseguir que el votante, lo que él llama pueblo bueno, en un país tan clasista como México se identifique con el presidente?

R. Una de las características, creo yo, que tiene López Obrador es que es un gran publicista. Es un gran creador de eslóganes que crea o toma prestados como: "Por el bien de todos, primero los pobres"; "Amor con amor se paga"; "Prohibido prohibir"; "Abrazos, no balazos": "Me canso ganso"…

P. ¿Hay algún tipo de código profesional para entrar en la Mañanera?

R. Inicialmente en la Mañanera no había un registro y entrabas simplemente diciendo que formabas parte de determinado medio y hacías tus preguntas. Pero también empezaron a entrar muchos periodistas o no periodistas, a veces son activistas políticos que realizan esa clase de intervenciones, donde más que preguntar lo que hacen es alabar al presidente. Posteriormente, el Gobierno impuso una acreditación y durante un tiempo exigió una serie de condiciones para poder ir a la Mañanera, pero eso se fue flexibilizando de inmediato. Pero lo más interesante es cómo se desarrolla la Mañanera a diario. Es el propio presidente el que da la palabra y, obviamente, casi siempre preguntan los mismos periodistas, los mismos reporteros o los mismos blogueros pro Cuarta Transformación.

P. "Mi gratitud a las benditas redes sociales", dijo AMLO la noche de su triunfo electoral. Los medios ya no controlan el mensaje. Cuando el presidente dice que la prensa era y es corrupta, ¿está diciendo una verdad o es una generalidad injusta?

R. Algo que ha caracterizado a la prensa y a los medios de comunicación en México durante décadas ha sido su oficialismo. Eso sí es un hecho real que le permite a López Obrador realizar esos ataques furibundos contra la prensa. Si bien es cierto que muchos medios de comunicación sí hacen y hacían periodismo y ponían contra la pared al gobierno de turno. Pero también es cierto que dependían muchos de ellos de la publicidad oficial.

Foto: Activistas por los derechos de las mujeres durante una protesta en Monterrey, México. (Reuters)

P. Algunos medios tradicionales han decidido no ir a la Mañanera por considerarlo un acto de propaganda. ¿Qué repercusión ha tenido eso?

R. Volvería otra vez a Estados Unidos. Trump tuvo varios episodios en los que se enfrentó a los periodistas. Hay uno muy paradigmático que es esa confrontación dialéctica con Jim Acosta de CNN en la Casa Blanca en la que el presidente fue muy grosero y agresivo. Eso ayudó a que mucha gente pudiera conocer mejor quién era Trump. No es que uno tenga que ir a la Mañanera a pelearse con el presidente, pero sí que tiene que ir a hacer su trabajo y ser insistente y obligarle a responder preguntas. En la mayoría de mañaneras, el ambiente es tan condescendiente con él que se siente como pez en el agua.

P. ¿Se puede replicar la Mañanera en México u otro lugar?

R. El fenómeno de la Mañanera es inédito, yo creo que es muy difícil que se replique y se repita en México, y tal vez en ninguna otra parte del planeta.

He estado buscando y entre los países que tienen un mínimo peso geopolítico, no hay ninguno que haya tenido previamente una experiencia parecida.

P. Terminas el libro con esta advertencia del periodista Ali Velshi sobre que en las sociedades del futuro “no seamos ni siquiera capaces de discernir la verdad”. ¿Combatir eso solo es una responsabilidad de los medios o se debe exigir un esfuerzo a los lectores?

R. Los niños de hoy en día no tienen capacidad de discernir cuando hacen búsquedas en Google o redes sociales lo que es una fuente fidedigna de lo que es una fuente engañosa. Los ciudadanos tienen que elegir si quieren vivir en un mundo en el que no hay preocupación por la verdad. Detrás de la posverdad lo que viene es el autoritarismo y la vulneración de muchos valores.

"Mi gratitud a las benditas redes sociales", dijo el 3 de julio de 2018 en Ciudad de México, en una abarrotada plaza del Zócalo, el recién elegido presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, AMLO. Luego, en 2019, el mandatario tabasqueño, que prometió realizar lo que él ha bautizado como Cuarta Transformación del país, manifestó "cada ciudadano es un medio de comunicación".

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