Armas químicas en Ucrania: ¿por qué el Kremlin necesita que te creas este mensaje?
Desde que comenzó la invasión, una constante de Moscú ha sido la acusación sobre el supuesto uso de armas químicas por parte de Kiev... y esas acusaciones han vuelto a la carga
La nueva ofensiva rusa ya ha comenzado. Pero, para Moscú, no todo son las armas y cuerpos que despliega en el Donbás para arañar kilómetros a Kiev. En las últimas semanas, la maquinaria mediática rusa ha multiplicado sus mensajes, a nivel de la "tormenta informativa" que desplegó en febrero de 2022, según apuntan los analistas en desinformación rusa. Y, entre los mensajes, el Kremlin ha acusado al Gobierno de Ucrania de utilizar armas químicas en el frente.
"Hay pruebas de que se han usado composiciones químicas que causan malestar entre nuestros soldados. Lo lanzan desde los drones sobre las ubicaciones de nuestras unidades", aseguraba el jefe de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, a la agencia de noticias estatal rusa Sputnik. El subcomandante del 2.º cuerpo del Ejército de la análoga República Popular de Lugansk, Apti Alaudinov, describía "vómitos y pérdida de conocimiento" entre parte de sus tropas en Bajmut. Ninguna de las alegaciones ha ido acompañada de pruebas ni documentales ni de indicios. Las Fuerzas Armadas ucranianas han negado las acusaciones y defienden que Moscú está "utilizando la desinformación como arma".
No es la primera vez que Rusia utiliza la desinformación para justificar la invasión de Ucrania. De hecho, es una herramienta fiel para el Kremlin. Tampoco lo es acusar a Ucrania de utilizar armas químicas. Hace casi un año surgía esa hipótesis desde los medios afines a Moscú y en junio se volvía a repetir la misma historia. Sin embargo, en ninguna de las dos ocasiones se llegó a comprobar el supuesto empleo de armamento no autorizado. El uso o no de ciertos elementos químicos por parte de Kiev en el frente es algo que todavía no se puede probar, pero las incesantes acusaciones rusas encajan con otros intentos anteriores del Kremlin en su estrategia en la guerra de Ucrania. Por un lado, demoniza al enemigo por presuntas ilegalidades bélicas que, además, demostrarían la "desesperación ucraniana en el frente", según argumentan los especialistas rusos. Y, por otro, siembran las bases para un posible ataque "de falsa bandera", como ya se intentó en los primeros compases anteriores al inicio de la invasión.
Esta última opción de crear un señuelo para confundir al enemigo o, en ciertos casos, de llegar a culpar al rival de algo que se está haciendo propiamente, es una estrategia militar llamada "de falsa bandera" porque, precisamente, se adjudica la bandera del otro bando para cargar con la responsabilidad de los actos cometidos. De esta manera, se teje una duda que permite actuar con mayor libertad a las tropas. Este tipo de acusaciones por parte de Moscú son recurrentes en cuanto a Ucrania se refiere. Y cumplen muy bien su cometido, ya que genera desconfianza por parte de la opinión pública. Hasta tal punto han llegado este tipo de incriminaciones que se ha difundido incluso que la propia Ucrania es la que quiere culpar a Rusia de un ataque "de falsa bandera".
En las últimas semanas, los medios de comunicación rusos y sus filiales en otros idiomas —Russia Today, Sputnik— han repetido una y otra vez las acusaciones como probadas, en una sucesión habitual en las técnicas de propaganda y de campañas de desinformación anteriores con el sello del Kremlin. Primero se informa de las acusaciones, seguido de análisis de expertos dando por comprobada la denuncia, y una tercera línea preguntándose por qué "Occidente guarda silencio". "Es una clásica técnica de desinformación rusa", explica a El Confidencial un analista en desinformación rusa que mantiene su identidad en secreto por motivos de seguridad. "Primero lanzan una acusación sin pruebas, después hacen una serie de artículos o piezas televisivas introduciendo pequeñas variaciones a esa narrativa, pero hablando de ello como si fuese una verdad establecida. Y eso funciona, así consiguen engañar a mucha gente", argumenta el especialista.
"Todo esto [las acusaciones sobre el uso de armas químicas] se enmarca dentro de una auténtica tormenta de desinformación rusa"
"Todo esto [las acusaciones sobre el uso de armas químicas] se enmarca dentro de una auténtica tormenta de desinformación rusa y se parece bastante a la situación vivida entre marzo y junio del año pasado", añade. El aumento de fake news y mensajes dañinos equiparable a comienzos de la invasión "puede ser un indicador de que Rusia está preparando una nueva ofensiva, ya que, para la doctrina militar rusa, el espacio informativo es uno de los elementos bélicos", apunta el analista.
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La propaganda vuelve a la carga
Es difícil medir la cantidad de fake news que circulan por internet, puesto que Telegram y otras redes sociales dificultan mucho el seguimiento de estas informaciones. Pero el aumento de este tipo de mensajes solo puede indicar que los combates en el frente van a escalar, si seguimos la línea de actuación del Ejército ruso. Y, ante una aceptación de ese mensaje sobre Ucrania, se abre una ventana para la utilización de armamento químico u otro tipo de herramientas en el frente. De hecho, las Fuerzas Armadas de Ucrania, en el comunicado, acusaron a Rusia de usar "municiones prohibidas de fósforo y cloropicrina".
Las "narrativas espejo" son una táctica muy utilizada por Rusia en cuanto a desinformación se refiere, expresa el experto. Este tipo de acusaciones consisten en "acusar al enemigo de lo que están haciendo ellos", según apunta, y se ha aplicado en muchas situaciones y ejemplos durante la guerra. Sin ir más lejos, la ejecución de rehenes de la que se culpaba a Ucrania, cuando después resultó que fue Rusia la que lo hizo en Bucha. Este ejemplo no es el único y se puede aplicar de la misma manera a la situación con las exportaciones de grano, la supuesta desesperación en el frente o la aplicación de técnicas ilegales en el conflicto.
La receta no es nueva y, en lo que a Ucrania se refiere, está funcionando, puesto que, como explica la web UkraineFacts, solamente en España hay 354 falsas noticias circulando por la red. Rusia busca desde que empezó la guerra "situarse como los buenos de la película, para dejar a Ucrania en el lado de los malos", aclara el especialista. Ante esta idea, Moscú construye los pilares desde donde se cimienta su argumentación de que "Ucrania son los que están violando el derecho internacional, para reaccionar ante la amenaza de Ucrania y el peligro que supone para Moscú, Kiev", aclara la fuente en desinformación.
Como el supuesto uso de armas químicas, otras ideas similares han ido calando en las diferentes sociedades que rodean al conflicto. "Las armas químicas, biológicas, nucleares, crímenes de guerra o, simplemente, deslegitimar al enemigo", declara el experto, se han arraigado en diferentes partes del mundo. Por eso, en cada región, se aplican de una manera u otra "mensajes específicos para convencer a cada grupo determinado de audiencia", concluye la fuente.
Semanas antes de que las tropas rusas cruzaran la frontera de Ucrania, se repetía una situación similar. Cientos de acusaciones falsas que ponían en entredicho a Kiev, desde dónde argumentar la "operación militar especial" en pos de salvaguardar las fronteras de Rusia y evitar que las "bases de la OTAN" llegasen a las puertas del país más extenso del mundo y evitar así la "nazificación" de Ucrania. Todos esos mensajes no son nuevos y se repiten por una cosa: funcionan. Y, en su justa medida, creerlos son una batalla ganada para Rusia.
"Ninguno de los Estados miembros de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) —del que forman parte Rusia y Ucrania— se ha comunicado con la Secretaría para proporcionar información sobre el uso de armas químicas", comunicaba el organismo a El Confidencial. Ambos Estados forman parte de la Convención de Armas Químicas, un tratado en el que los dos países "se han comprometido a nunca utilizar armas químicas", explica la OPAQ.
Si Moscú tuviese tan claro el uso por parte del enemigo de este tipo de armamento, acudiría a la OPAQ para realizar una investigación que perjudicase a Ucrania.
La nueva ofensiva rusa ya ha comenzado. Pero, para Moscú, no todo son las armas y cuerpos que despliega en el Donbás para arañar kilómetros a Kiev. En las últimas semanas, la maquinaria mediática rusa ha multiplicado sus mensajes, a nivel de la "tormenta informativa" que desplegó en febrero de 2022, según apuntan los analistas en desinformación rusa. Y, entre los mensajes, el Kremlin ha acusado al Gobierno de Ucrania de utilizar armas químicas en el frente.