Indemnización histórica a la familia de una niña por varias amputaciones tras una negligencia médica

Todos conocemos algún caso en el que alguien ha acudido a urgencias de un hospital, le han dado un par de calmantes y lo han mandado a casa. A veces, esa actuación es suficiente para estabilizar a un paciente, pero en otras ocasiones, el afectado vuelve horas después a la sala de urgencias con peor cuadro clínico. Es en esas ocasiones cuando puede que ya sea tarde para actuar y el paciente sufra daños irreversibles.

Esto es lo que, por desgracia, le ocurrió a una niña de Surrey, en Reino Unido, que permanece en el anonimato por razones legales. Sus padres la llevaron a urgencias cuando la niña presentaba un cuadro clínico con todas las alarmas que indican que se trata de un caso de meningitis. La meningitis, si no se trata a tiempo, puede causar daños neurológicos, sepsis (infección en la sangre), e incluso la muerte.

TE PUEDE INTERESAR

Indemnizada con 5,5 M por negligencia médica: "Nadie me ha pedido perdón"

EC/Agencias

El problema viene cuando los médicos confunden los primeros síntomas de la meningitis, como la fiebre y el dolor de articulaciones, con signos de una infección menor o un resfriado común. Tal y como informa la BBC, cuando sus padres llevaron por primera vez a la niña al hospital, los médicos la remitieron a casa con paracetamol para bajar la fiebre. Horas después, los familiares volvieron a llevar a la niña porque había empeorado.

Amputaciones de brazos y piernas

En esta segunda visita, los médicos diagnosticaron sepsis meningocócica, una infección bacteriana en sangre, pero ya era tarde y la pequeña sufrió un fallo multiorgánico. La septicemia es una enfermedad que avanza rápidamente y cada segundo es crucial para evitar daños permanentes en el organismo. A causa de esta sepsis, la joven sufrió amputaciones de ambas piernas por encima de la rodilla y amputaciones de los brazos por encima del codo.

El hospital y el equipo médico no siguieron los protocolos por meningitis

Debido a esto, los padres demandaron al hospital y denunciaron que, si a su hija la hubiesen tratado a tiempo, los daños podrían haberse evitado. El sistema nacional de salud ha admitido su culpa y se hace responsable de la negligencia. Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia británico aprobó una indemnización de 39 millones de libras esterlinas, unos 44 millones de euros al cambio.

Aunque esta cantidad monetaria no es suficiente para compensar los daños irreversibles que ha sufrido la joven, ayudará a equipar tecnológicamente su hogar para poder asistirla como necesita. El juez encargado del caso afirmó que “el dinero no puede traer de vuelta a su hija, pero puede asegurar su futuro”.