¿Por qué renunció el papa Benedicto XVI a su pontificado? Razones, intrigas y polémicas
Benedicto XVI supo marcharse a tiempo, cerrando con cuidado la puerta del Vaticano para no despertar polémicas. Pero ¿cuales fueron las razones que le llevaron a renunciar a su cargo?
De los 266 pontífices que han ocupado el trono de San Pedro en 2000 años de historia de la Iglesia católica, solo ocho han renunciado a su cargo. Clemente I, Ponciano, Silverio, Benedicto IX, Gregorio VI, Celestino V, Gregorio XII y, por último, el recientemente fallecido Benedicto XVI (1927-2022). Un hecho insólito, a la par que peculiar, en la era moderna de esta institución eclesiástica si se tiene en cuenta que la renuncia de Gregorio XII acaeció en 1415, casi 600 años antes que la de Joseph Ratzinger.
Hasta la fecha, lo habitual era que los papas se sucedieran unos a otros tras el fallecimiento del anterior. Y quién sabe si la decisión de Benedicto XVI abrirá la puerta para que sus sucesores renuncien al cargo y accedan a una jubilación previa al paraíso eterno. Cada uno de estos Obispos de Roma vivió contextos muy distintos a lo largo de la Historia y muchos de ellos se vieron envueltos en intrigas políticas y polémicas internacionales debido a la gran influencia que la institución vaticana ejercía a nivel mundial.
Una renuncia histórica
Por esta razón, en aquel frío febrero de 2013 y tras casi ocho años en su cargo como sucesor de Juan Pablo II, mucho se especuló sobre las razones que llevaron a Benedicto XVI a poner punto final a su papado. La razón oficial de su renuncia, como él mismo aseguró en un comunicado, se debía a su “incapacidad” para ejercer adecuadamente el ejercicio del ministerio petrino debido a que “mis fuerzas, debido a una edad avanzada, ya no son aptas”.
Sin embargo, no parecía que hubiera ninguna dolencia o problema de salud que le impidiera continuar con su pontificado. De ahí que surgiera la controversia insinuándose que podría haber sufrido presiones externas para tomar esta decisión, algo que Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, se encargó de desmentir categóricamente.
Entre las polémicas que rodearon el papado de Ratzinger está el escándalo de los abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia católica y por los que pidió perdón en 2010, sancionando a personalidades con una destacada jerarquía eclesiástica, como forma de ejemplarizar y limpiar el nombre de la institución, salpicada también por el caso ‘Vatileaks’ que destapó los casos de corrupción dentro de la Santa Sede. Asimismo, otro tema espinoso fue la disolución y expulsión de un grupo de miembros del Vaticano que se declararon homosexuales.
La renuncia se debió a la “incapacidad” para ejercer el ministerio petrino por “edad avanzada"
Sin embargo, el propio Benedicto XVI insistió en una entrevista que, aunque “fue una difícil decisión”, el motivo se ajustaba al comunicado oficial. “Algunos de mis amigos algo ‘fanáticos’ todavía están enojados, no querían aceptar mi elección. Pienso en las teorías de conspiración que siguieron: algunos dijeron que se debió al escándalo de ‘Vatileaks’, algunos a una conspiración del lobby gay, algunos al caso del teólogo conservador lefebvriano Richard Williamson. No quieren creer en una elección consciente. Pero mi conciencia está tranquila”, zanjó el por entonces papa emérito.
De los 266 pontífices que han ocupado el trono de San Pedro en 2000 años de historia de la Iglesia católica, solo ocho han renunciado a su cargo. Clemente I, Ponciano, Silverio, Benedicto IX, Gregorio VI, Celestino V, Gregorio XII y, por último, el recientemente fallecido Benedicto XVI (1927-2022). Un hecho insólito, a la par que peculiar, en la era moderna de esta institución eclesiástica si se tiene en cuenta que la renuncia de Gregorio XII acaeció en 1415, casi 600 años antes que la de Joseph Ratzinger.
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