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¿Se ha convertido España en la Murcia de Europa?: atascados en la carrera por el PIB
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La huerta de España... y de Europa

¿Se ha convertido España en la Murcia de Europa?: atascados en la carrera por el PIB

El PIB de Murcia equivale al de España en la UE, una señal de la economía rezagada del país frente al acelerón económico de los países bálticos y los países que salieron de la órbita soviética

Foto: Un granjero en una protesta por los gastos de distribución en Murcia, en febrero de 2020. (Reuters/Jon Nazca)
Un granjero en una protesta por los gastos de distribución en Murcia, en febrero de 2020. (Reuters/Jon Nazca)
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¿Se ha convertido España en la Murcia de Europa? La comparación se obtiene cruzando los rankings de paridad de poder de compra (PPS) de comunidades autónomas y países europeos. A vista de pájaro, España es en la UE lo que Murcia es en España: un territorio con el PIB per cápita por debajo de la media. Con una diferencia importante: Murcia gana terreno en las clasificaciones y va para arriba. España, para abajo.

Siguiendo con el ejercicio, la Comunidad Valenciana se empareja con Lituania, uno de los países bálticos que más ha crecido en los últimos años. No hay comparación perfecta y se trata de números fríos: cifras sobre el poder adquisitivo, uno de los indicadores de la capacidad económica del país que se divide entre el número de habitantes y se sitúa en un ranking. Una foto a la que cabría añadir mil matices: la inflación, los sueldos...

Foto: Trabajadores en la planta de Seat de Martorell. (Reuters/Albert Gea)

Pero es un signo de cómo España se ha quedado rezagada. En los últimos 15 años y sin contar la inflación, el PIB per cápita ha aumentado un magro 2,24%. El crecimiento es mínimo en comparación con otros países europeos, sobre todo los bálticos —que han crecido en el caso de Estonia 40 puntos porcentuales desde principios de los 2000— y con los países del este que han aprovechado su entrada en la UE. No sorprende que nos adelanten por la derecha, como ha hecho recientemente Estonia.

Las previsiones hacen pensar que la distancia por arriba aumentará y que pronto nos adelantarán nuevos países a los que ya miramos por el retrovisor. El análisis Tiempos difíciles para la economía española de William Chislett, investigador sénior del Real Instituto Elcano, apunta que el país enfrentará en 2023 un crecimiento económico lento por la alta inflación, la crisis energética y la escasez de agua en algunas zonas del país. "La economía creció alrededor de un 4,6 % en 2022, pero detrás se esconde una tendencia a la baja, debido a la caída del consumo, la escasez de materias primas, el endurecimiento de las condiciones financieras…", reza el análisis. Con este escenario, la Comisión Europea prevé un crecimiento del 1% para todo 2023.

La tendencia afectará a todo el territorio, aunque con grandes diferencias regionales. Por seguir con el ejemplo inicial, en el caso de Murcia hay motivos para el optimismo. Mientras que Baleares y Canarias fueron las comunidades autónomas que sufrieron una mayor contracción del PIB en 2020 por la pandemia, en la región mediterránea iban algo mejor las cosas. La economía de Murcia se contrajo un 6,8%, en comparación con el 21,7% de Baleares, y la contracción se asemeja a la de países como Austria y es mucho menor que Grecia, Italia o Portugal.

La industria manufacturera, la extractiva, las exportaciones y, por supuesto, la agricultura convirtieron a Murcia en un pequeño milagro que consiguió capear la crisis mejor que otras comunidades autónomas con mayor capacidad económica. Ha sido, además, la segunda comunidad que más ha aumentado su peso en el PIB español (después de la Comunidad de Madrid), del 2,4% en 2020 a 2,7% en 2021, según el Instituto Nacional de Estadística.

Pero el "milagro español" no está ni se le espera, aunque la excepción ibérica ha permitido mitigar el golpe económico de la crisis energética frente a países como Estonia. Con todo, el país báltico seguirá superándonos en índice de PIB, y todo indica a que Lituania será el siguiente en hacerlo. En el tercer trimestre de 2022 se quedó a menos del 3% de España. "Si hablamos de los países bálticos, hablamos de países muy pequeños, y eso tiene ventajas. Se pueden beneficiar por las rentas de localización porque están al lado de Finlandia o Suecia. Sobre todo tiene detrás a Rusia, con lo cual, tienen todos los incentivos para desarrollarse y para vincularse lo máximo posible a esos países más céntricos", explica Manuel Hidalgo Pérez, economista sénior de EsadeEcPol y profesor en la Universidad Pablo de Olavide, a El Confidencial.

Además de las ventajas de la localización, Hidalgo Pérez subraya algunas políticas que han llevado a cabo los bálticos y que les han ayudado a ir en una buena dirección económica. "En el caso de Estonia, han apostado por la tecnificación y se han digitalizado de forma profunda. También saben sacar muy buena rentabilidad a su alto nivel educativo y su gran homogeneidad en ese sentido", añade.

Ahora, estos países se han topado con los fantasmas del pasado por la invasión de Ucrania, y la ruptura con Rusia ha provocado uno de los índices de inflación más altos de Europa, que en países como Estonia ha superado el 20%. A pesar de la contracción económica que se espera para 2023, esta se traduce como un fenómeno temporal que no frenará el desarrollo y el crecimiento en las próximas décadas.

De la mejor ciudad para vivir hasta Lituania

Decíamos que Lituania podría ser el siguiente en comernos la tostada. Sucede que las cifras de PIB per cápita de los dos países están cada vez más parejas, pero Lituania ha crecido un 52% entre 2007 y 2022, y nada hace pensar que el ciclo expansivo ha concluido. En el cruce entre países y comunidades, sus cifras se pueden equiparar con el de la Comunidad Valenciana.

Los grandes números, es evidente, no siempre reflejan bien las sensaciones subjetivas. Valencia, por ejemplo, fue considerada recientemente la mejor ciudad del mundo para vivir como extranjero en el informe de Expat City Ranking 2022. Esta percepción no se corresponde con la evolución de su PIB per cápita. El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) arroja que está un 12% por debajo de la media española y que esta diferencia ha ido a más desde 2007. La Comunidad Valenciana ha pasado de representar un 9,7% del PIB nacional a un 9,3%.

Foto: La embajada china en Vilna, Lituania (EFE/Valda Kalnina)

El sorpaso de los países bálticos no ha sorprendido tanto como cuando nos adelantó la República Checa. El ex país comunista se ha convertido en uno de los alumnos aventajados con respecto a sus vecinos y ha sabido aprovechar las oportunidades tras su entrada en la UE. Además de las ayudas de Bruselas, la República Checa "es el jardín detrás de Alemania y ha logrado beneficiarse en ese sentido a nivel empresarial y económico", afirma Manuel Hidalgo Pérez. Este país, así como otros de la región, han conseguido aprovecharse también de su pequeño tamaño. "Eso les permite elaborar políticas muy homogéneas y, además, han sabido explotar sus ventajas comparativas", continúa el economista.

Que República Checa haya dado un salto económico y aparezca mejor en muchos indicadores no significa que haya superado a España en todo. Sigue muy por detrás, por ejemplo, en cuanto a infraestructura de servicios públicos o salarios medios.

Otro "milagro económico" en las ex repúblicas soviéticas ha sido aún más discutido. Polonia bautizó a finales de los años 90 el inicio de la "era dorada de la economía polaca" y los datos lo secundaban. El PIB per cápita del país (en paridad de poder adquisitivo-PPA) se disparó un 130% desde los 2000, mientras que la tasa de paro cayó desde 21% de 2004 hasta conseguir el 3,5% el año pasado. No obstante, detrás de este avance se vislumbra un peligroso plan de ayudas sociales que, según algunos economistas, tiene pocas posibilidades de perdurar. Polonia eliminó los impuestos a menores de 26 años, redujo la edad de jubilación y aprobó un programa de ayudas de 120 euros por hijo.

Foto: Imagen de archivo de unos fajos de billetes de zlotys, la moneda polaca. (EFE)

Las medidas económicas son una maniobra del partido Ley y Justica (PiS) en el poder, una estrategia que combina el dinero que reciben de la UE con un distanciamiento del bloque. Este "milagro" económico se contrapone con un déficit de los servicios públicos, sobre todo en lo que respecta a la salud, y con las advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI): "La economía [de Polonia] ha experimentado la expansión económica más larga del mundo, con 25 años de crecimiento. Pero, a largo plazo, una población en edad de trabajar decreciente, la debilidad de la inversión privada y un crecimiento de la productividad tibio moderarán el crecimiento económico".

El sorpaso danés

Dentro del desarrollo de las diferentes comunidades autónomas, Hidalgo Pérez resalta el caso de Madrid, que ha cambiado su posición en las últimas décadas en lo que respecta a renta per cápita y ha adelantado a Cataluña y País Vasco. "Hay muchas rentas de capital, y eso hace que su crecimiento económico haya sido muchísimo mayor. Además, está situado en una posición de ventaja también por su capital humano y las inversiones, porque todo pasa por Madrid. Es la región que ha creado un hecho diferencial importante", sostiene.

El país que empata con Madrid en índice de PIB per cápita es Dinamarca, una nación que además acaba de adelantar a Suiza en términos de competitividad. Dinamarca tomó la delantera, según un estudio de la Escuela de Negocios IMD, como resultado de ser el lugar más digitalizado del planeta y con las políticas de cambio climático más potentes de Europa. El país quiere lograr una reducción del 70% de las emisiones de efecto invernadero para 2030 y alcanzar las emisiones cero en 2050. La pandemia no ha sido para este país un impedimento en su crecimiento y el bajo nivel deuda, un PIB potente y el desarrollo digital han permitido su evolución.

El salto de la Comunidad de Madrid con respecto a su índice de PIB per cápita no se replica en otras comunidades autónomas, las cuales han mantenido más o menos su posición a lo largo de los últimos años. "En el resto de comunidades (más allá de Madrid) no se ha visto un cambio muy drástico en su desarrollo, ni que sea excesivamente diferencial al de la media española. Los datos nos dicen que el crecimiento está bastante compartido y son un reflejo del desarrollo económico del país en su conjunto", concluye Manuel Hidalgo Pérez.

Dentro de la Unión Europea sí se han producido cambios importantes. Unos suben y otros bajan. Además de los países bálticos, Irlanda, Luxemburgo y Dinamarca se han posicionado como los países que más han avanzado desde 2017 hasta ahora. El primero ha pasado de ser uno de los más pobres de Europa a uno de los más prósperos, siempre teniendo en cuenta ese indicador útil pero inexacto que es el PIB per cápita.

Foto: Foto: EC/Diseño.

Los expertos inciden en que el desarrollo se debe a que durante años se aplicó una política basada en atraer inversiones que ahora ha dado sus frutos: Irlanda es el hogar de un gran número de multinacionales, especialmente en el sector tecnológico. No obstante, el avance tiene también otro lado menos positivo. "Esta aparente fortaleza se debe al incremento continuado en la exportación de medicamentos y de artículos tecnológicos producidos por las multinacionales, y enmascara el colapso en el empleo y en la actividad económica en otros muchos sectores", explica el exgobernador del Banco de Irlanda, Patrick Honohan.

El frío invierno europeo

Los progresos económicos —en lo que respecta a PIB per cápita— de países como Irlanda, Luxemburgo y los países bálticos como Estonia se enfrentan con las duras previsiones de cara a este invierno y 2023. El informe Un frío invierno para la Unión Europea del Instituto Elcano prevé unos meses complicados en un escenario económico complejo. La inflación y las subidas de tipos de interés aumentan la posibilidad de una recesión que se suma a "las tensiones sobre el suministro energético por la invasión rusa de Ucrania y un creciente protagonismo político de la extrema derecha en varios países".

Foto: EC.
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The Wall Street Journal. Carol Ryan

Aunque en España las previsiones son algo más suaves, no somos inmunes a las crisis de nuestros vecinos europeos. "Dentro de España veremos efectos indirectos. Por ejemplo, las comunidades autónomas con mayor turismo, como Baleares, pueden sufrir los efectos de una recesión. Y también las regiones que más exporten verán las consecuencias según sus vínculos comerciales. Al final, todos estaremos afectados de una manera u otra", zanja el economista Manuel Hidalgo Pérez.

¿Se ha convertido España en la Murcia de Europa? La comparación se obtiene cruzando los rankings de paridad de poder de compra (PPS) de comunidades autónomas y países europeos. A vista de pájaro, España es en la UE lo que Murcia es en España: un territorio con el PIB per cápita por debajo de la media. Con una diferencia importante: Murcia gana terreno en las clasificaciones y va para arriba. España, para abajo.

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