Feliz Navidad para musulmanes: cuando la polémica va más allá de la mesa y el champán

¡Hola desde Berlín! Y bienvenidos al último número de European Focus este año antes de las vacaciones de Navidad. ¿Celebras algo? Y si es así, ¿qué? Sin haber preguntado expresamente, sé que al menos dos miembros de nuestro equipo de la newsletter no celebran estas fiestas. Pero para otros compañeros parece ser la época más maravillosa del año.

¿Es necesario que las sociedades compartan las celebraciones religiosas? La cuestión de cómo y de qué manera deben hacerse visibles públicamente las festividades religiosas ha sido objeto de luchas políticas en los últimos años. Aunque también se puede imaginar una sociedad en la que abrirse a las celebraciones de diversas religiones pueda ser enriquecedor para todos.

Al final, la pregunta debería ser: ¿cómo podemos encontrar un punto en común en nuestras sociedades? Las celebraciones religiosas deben ser fuente de alegría, fortaleza y felicidad para quienes las celebran, pero celebrar o no celebrar debe ser siempre una decisión individual.

• Teresa Roelcke - Editora jefe de esta semana

​En esta edición de la newsletter, que publicamos en abierto, podrás leer estos temas: ¿Qué fue del Niño Jesús?, La cruzada navideña de Meloni, La guerra contra la Navidad, Una distracción de la ultraderecha, 66 y 80 y Vacaciones en el Reino Unido para todos los credos

La versión original en inglés, cada miércoles:

La versión en español, los jueves:

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¿Qué fue del Niño Jesús?

¿Te imaginas un Belén sin María, sin José y sin el Niño Jesús? Eso es lo que está ocurriendo en la pequeña ciudad de Beaucaire. El alcalde de este municipio francés quiere saltarse una ley de secularización que tiene 100 años. Esta misma prohíbe implantar símbolos religiosos —como un recién nacido en un pesebre— en los edificios públicos, con el fin de mantener la neutralidad del servicio público. Tras haber sido condenado en varias ocasiones, la localidad decidió mantener el Belén en el interior del ayuntamiento, pero sin sus protagonistas.

"Nos demandan tres o cuatro veces al año por esta hermosa exposición cultural. ¿Qué clase de prioridades tiene esta gente?", se queja el alcalde. Esta gente es, de hecho, los propios habitantes de la prefectura, que llevan regularmente a los tribunales al municipio de Beaucaire por no respetar el laicismo.

Desde su elección hace menos de diez años, una nueva ola de alcaldes de extrema derecha ha decidido convertir los belenes en un campo de batalla, instalándolos en sus ayuntamientos. Para ellos, no se trata de un símbolo religioso, sino de una tradición cultural.

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Su visión del laicismo es también muy flexible. Son los más fervientes defensores de la neutralidad cuando se trata de prohibir la construcción de una mezquita, pero no dudan en vulnerarla cuando se trata de la tradición cristiana.

Robert Ménard, el alcalde de Béziers y quien inició la moda de los belenes en los ayuntamientos, no solo fue condenado por no respetar el laicismo. También fue declarado culpable de "provocación al odio" en 2017 por decir que había demasiados niños musulmanes en las escuelas de su ciudad.

Esta obsesión por los belenes no proviene de un simple amor por el espíritu navideño, como algunos alcaldes de extrema derecha quieren hacernos creer. Forma parte de una agenda política xenófoba e islamófoba.

• Nelly Didelot - reportera en Libération en París

La cruzada navideña de Meloni

La Unión Europea nunca ha intentado cancelar la Navidad. Se trata de una 'fake news' difundida por la derecha italiana. En nombre de la tradición y la propaganda, Giorgia Meloni dirigió una cruzada contra Ursula von der Leyen. Esto ocurrió el invierno pasado, cuando la líder de Fratelli d'Italia aún no era primera ministra de Italia. "¡Ya basta!", escribió en un tuit, dirigiéndose a la presidenta de la Comisión de la UE: "¡Nuestra historia e identidad no pueden borrarse!".

¿Quería la democristiana alemana profanar la Navidad? No. Bruselas nunca ha intentado "borrar la Navidad". La Comisión Europea redactó unas "directrices para una comunicación inclusiva" internas en las que sugería a los funcionarios que "evitaran asumir que todo el mundo es cristiano. No todo el mundo celebra las fiestas cristianas. Sea sensible al hecho de que la gente tiene tradiciones religiosas y calendarios diferentes: sería preferible decir 'tiempo de vacaciones' a 'tiempo de Navidad".

Todo el ruido tuvo su efecto: después de que la derecha italiana lanzara su campaña contra la "corrección política", la Comisión retiró el documento.

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EFE

• Francesca De Benedetti - reportera en Domani in Rome

Guerra contra la Navidad: una distracción de la extrema derecha

Lorenz Blumenthaler es miembro de la Amadeu Antonio Foundation, que combate el extremismo de derecha, así como el antisemitismo en Alemania.

PREGUNTA. En los últimos años, se ha desatado en Alemania un debate sobre los denominados "mercados de invierno" que inundan el país: ¿Por qué estos mercados navideños encienden esta acalorada discusión?

RESPUESTA. Hay una narrativa de derechas que se recalienta cada año y que afirma que existe una "guerra contra la Navidad", supuestamente impulsada por la "islamización" de Occidente. Esto se refleja en el cambio de nombre, la abolición o la sustitución de "tradiciones" comunes que representan gestos de sumisión a esta "islamización". Sin embargo, se trata de una narrativa conspirativa antimusulmana que se utiliza principalmente para incentivar el miedo a los musulmanes en Alemania.

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P. ¿De dónde surgió esta narrativa?

R. A principios del siglo XX, el magnate del automóvil Henry Ford difundió publicaciones antisemitas en las que afirmaba que los judíos restringían las tradiciones navideñas. El debate moderno fue impulsado en gran medida por la alt-right estadounidense. Desde 2004, el presentador de Fox News Bill O'Reilly lo impulsó y también el presidente estadounidense Donald Trump retomó la narrativa durante su campaña de 2015.

La "guerra contra la Navidad" cayó en terreno fértil dentro de la derecha alemana. Cada año, miembros del partido de extrema derecha AfD, en particular, intentan escandalizar con supuestas campañas de cambio de nombre. Para ellos, Alemania está perdida cuando las tiendas de descuento venden "adornos de invierno" en lugar de "adornos de Navidad". Si se toma en serio, uno tiene la impresión de que el autoproclamado "Occidente cristiano-judío" se defiende, sobre todo en la portada de los calendarios de Adviento. El único objetivo de estas agitaciones inventadas es atizar el sentimiento contra los musulmanes.

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The Wall Street Journal. Tom Fairless

P. El debate en torno a la supuesta "guerra contra la Navidad" no ha ocupado un lugar destacado este año. ¿Por qué?

R. La inflación, una pandemia mundial, una guerra de agresión rusa, la crisis energética y los refugiados de Ucrania: ¿quién necesita una "guerra contra la Navidad" cuando se tiene todo esto? Probablemente, estas crisis y problemas ofrecían una base suficiente para difundir una ideología hostil y racista.

• Farangies Ghafoor - reportera en Tagesspiegel

Número de la semana

Macedonia del Norte está dotada de maravillosas iglesias ortodoxas y mezquitas. Pero a veces, la religión en este país laico puede resultar demasiado intrusiva en el espacio público.

Una cruz ortodoxa de 66 metros de altura domina la capital, Skopje. Fue construida en 2002 para conmemorar dos milenios de cristianismo, esta cruz infunde orgullo a algunos, pero para otros es un ejemplo de megalomanía, incluso para muchos musulmanes que viven en la ciudad.

La segunda religión, el Islam, también ha suscitado críticas. La gente se queja del ruido de los altavoces de las mezquitas. Durante la oración de la tarde en el municipio de Cair, en Skopje, medí la escalofriante cifra de 80 decibelios. El límite legal es de 45 decibelios.

• Siniša-Jakov Marusic - reportero en Balkan Insight

Vacaciones en Reino Unido para todos los credos

"Tengo un mensaje para Liz Truss... Trabajamos duro. Somos los que más trabajamos de Europa", dijo la secretaria general del Congreso de Sindicatos (TUC), Frances O'Grady, en su conferencia de octubre.

Los trabajadores británicos tienen menos días festivos (conocidos como bank holidays, ya que inicialmente eran exclusivos de los trabajadores de banca) que sus homólogos europeos. O'Grady y otros líderes sindicales han pedido nuevos días festivos para recompensar a los trabajadores británicos y esto, unido a los datos del censo de 2021 de la Oficina de Estadísticas Nacionales, que pone de relieve la diversidad del Reino Unido en términos de etnia y religión, crea una oportunidad.

Dado el rico crisol de razas del Reino Unido, los trabajadores de todas las confesiones deberían tener la misma oportunidad de celebrar sus fiestas religiosas con sus familias, desde el Ramadán hasta Diwali, desde Hanukkah hasta Vaisakhi, como los cristianos celebran las suyas.

Dado que todos los trabajadores británicos, religiosos y no religiosos, necesitan más vacaciones, estas fechas podrían aprovecharse para aprender más sobre las distintas comunidades de Gran Bretaña, como ocurre durante el Mes de la Historia Negra.

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Celia Maza. Londres

Otro elemento que podría reforzar un escenario similar es el papel de la monarquía, ya que el Rey Carlos III heredó el papel de la Reina como cabeza de la Iglesia de Inglaterra, pero al mismo tiempo, se autodenominó "Defensor de las fes" en 1994 y reconocerá todas las fes durante su coronación en mayo de 2023.

En un momento en que las divisiones son profundas y las tensiones sociales van en aumento, la oportunidad de unas vacaciones en las que todos los británicos descansen y pasen tiempo con sus familias, a la vez que intercambian y aprenden sobre otras comunidades, rendiría homenaje al caleidoscopio de culturas, religiones y tradiciones que representan al Reino Unido en la actualidad.

• Angelo Boccato - Columbia Journalism Review

​Gracias por leer nuestro número 13 de European Focus,

y por deambular con nosotros por los delicados territorios de unas fiestas desgarradas por las luchas políticas. A los que celebráis la Navidad, os deseamos un feliz y cálido fin de semana. A los que celebran la Hannukah, les deseamos una semana llena de luz y esperanza. A los que no la celebran, esperamos que puedan disfrutar de unas felices y revitalizantes vacaciones. Y a todos, les deseamos un Año Nuevo lleno de paz, felicidad y salud. Hasta el 11 de enero.

Teresa Roelcke