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En el Perú, con Dina Boluarte todo cambia para seguir igual
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En el Perú, con Dina Boluarte todo cambia para seguir igual

La persona que sustituye a Pedro Castillo es la que fuera su fiel vicepresidenta y escudera, cuyo mandato ni de lejos va a resolver el problema de corrupción política existente en el país

Foto: Dina Boluarte, la nueva presidenta de Perú. (EFE/Paolo Aguilar)
Dina Boluarte, la nueva presidenta de Perú. (EFE/Paolo Aguilar)

La detención en flagrancia del corrupto y golpista ahora expresidente del Perú Pedro Castillo, por delito de rebelión y quebrantar el orden constitucional, en gran parte se ha debido a la implacable, impecable y titánica labor desplegada por la Fiscal de la Nación Patricia Benavides y su equipo, que durante estos últimos meses han representado contra viento y marea a la institucionalidad democrática del país.

Lo que resulta alarmante, es que la detención de Castillo, cuya primera intención fue huir y refugiarse en la Embajada de México, únicamente se trata de un recodo en el camino para el partido Perú Libre, que en realidad es una organización criminal que aupó al poder a Castillo. Una que tampoco ha dudado en sacrificarlo en el “altar de la Democracia”, para de esta manera renovarse, blanquear su propia impudicia y, de paso, darle una segunda vuelta de tuerca a los planes de instaurar una Asamblea Constituyente en el país. Estas metas cuentan además con múltiples intereses y apoyos internacionales.

Foto: Manifestantes protestan en Lima, Perú. (EFE/Aldair Mejía)

La persona que sustituye a Pedro Castillo en la presidencia del Perú es la que fuera su fiel vicepresidenta y escudera, Dina Boluarte, cuyo mandato ni de lejos va a resolver el problema de corrupción política existente en el país en estos momentos. Ella no representa precisamente un cambio de guion en esta serie distópica, sino que lo que vamos a presenciar es más bien un capítulo más de la misma temporada.

Castillo y Boluarte alcanzaron respectivamente la presidencia y vicepresidencia del Perú de la mano del partido marxista leninista y filoterrorista Peru Libre, liderado por el cirujano Vladimir Cerrón, un fanático y anacrónico defensor de Lenin, Marx y Fidel Castro, que fue sentenciado por corrupción durante su mandato como gobernador de la región de Junín. Al no poder presentarse a las elecciones presidenciales, lo que hizo Cerrón fue utilizar a un ‘hombre de paja’, siendo elegido el corrupto e incapaz Pedro Castillo.

El año y medio que logró mantenerse este mitómano en el poder se podría definir como la crónica de una corrupción anunciada. Ahora le toca el turno a Dina Boluarte, que parece ser el plan B del todavía poderoso Vladímir Cerrón.

Foto: Manifestación contra Pedro Castillo en Lima. (Reuters/Alessandro Cinque)

Todo cambia para seguir igual. Esta sería la momentánea conclusión de lo que está sucediendo en el panorama político peruano, ya que Dina Boluarte dista mucho de ser una figura dialogante y mesurada y, además, está siendo investigada por la Fiscalía de la Nación por formar parte de la organización criminal denominada ‘Los Dinámicos del Centro’, encabezada por Cerrón.

La corrupción y los intereses espurios en la política peruana continúan más latentes que nunca. Las claves para lograr mantener la senda democrática, en momentos en los que el país se va a ver abocado a enfrentar una grave crisis económica y alimentaria, dependerán en gran medida de la capacidad de diálogo, tolerancia y lucha frente a la corrupción y los integrismos que sea capaz de desplegar la clase política democrática del Perú.

La detención en flagrancia del corrupto y golpista ahora expresidente del Perú Pedro Castillo, por delito de rebelión y quebrantar el orden constitucional, en gran parte se ha debido a la implacable, impecable y titánica labor desplegada por la Fiscal de la Nación Patricia Benavides y su equipo, que durante estos últimos meses han representado contra viento y marea a la institucionalidad democrática del país.

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